Jueves, 25 de Abril 2024

La S10 Max vuelve al trabajo

Bajo la manufactura china del reconocido SAIC Motor, Chevrolet coloca a este “caballito de batalla” en México

Por: Mario Castillo

Así se comportó la S10 Max Chasis Cabina con motor aspirado y que pudimos disfrutar en carretera y terracería ligera. EL INFORMADOR/M. Castillo

Así se comportó la S10 Max Chasis Cabina con motor aspirado y que pudimos disfrutar en carretera y terracería ligera. EL INFORMADOR/M. Castillo

La Chevrolet S10 Max tuvo sus primeros pasos en México y lo hizo en Jalisco, tierra que ama las pickups, principalmente las de trabajo. Tal es el caso de este vehículo que rodó por las calles de Guadalajara y con rumbo al municipio de Tequila para experimentar distintos tipos de etapas, tanto en terracería ligera como en ciudad y carretera.

Esta pickup ya se había anunciado en diciembre pasado pero ahora sabemos que iniciará su comercialización “a principios de mayo”, según comparte Chevrolet, con seis colores disponibles y en versiones Chasis Cabina (379,900 pesos), Cabina Regular (405,900 pesos), Doble Cabina (439,900 pesos) y Doble Cabina Turbo 4x4 en 599,900 pesos.

Con estos tres tipos de cabina, Chevrolet alza la mano para que quienes buscan una alternativa en la amplia oferta de pickups medianas, pueda tener una para distintos tipos de necesidades. Por ejemplo, la motorización en las Chasis Cabina y Cabina Regular, así como en la Doble Cabina, es de cuatro cilindros, 2.4 litros de desplazamiento y 141 HP con 148 libras-pie de torque, acoplado a una caja manual de cinco velocidades; para la Doble Cabina Turbo 4x4 tenemos precisamente la tracción en ambos ejes, con bloqueo de diferencial y dirección electro-asistida, mientras que el motor es de cuatro cilindros, Turbo, con 218 HP y 256 libras-pie de torque acoplado a una caja manual de seis velocidades.

Así luce accesorizada la versión Chasis Cabina 4x4, la tope de gama de la S10 Max. EL INFORMADOR/M. Castillo

En cuanto a capacidades, la Chasis Cabina puede con 1.2 toneladas y un arrastre de 1.5 toneladas. Con Cabina Regular encontramos un volumen de carga de 1,883 litros gracias a sus 2.33 metros de largo y los curiosos 10 ganchos de sujeción colocados en el exterior, así como cuatro arillos internos y la accesibilidad que ofrecen dos escalones que se encuentran en la defensa trasera, muy útiles para subir o bajar de la batea. Y la diferencia con la Doble Cabina Turbo está en la colocación de 6 ganchos externos y el spray-on bedliner en la caja, lo que le da más durabilidad y resistencia al uso rudo.

En el interior pudimos probar las versiones Doble Cabina tanto con motor Turbo como aspirado, pero están claramente definidos sus perfiles, sin dejar de lado la comodidad y un cierto grado de tecnología. Por ejemplo, en la Doble Cabina no tenemos pantalla de infoentretenimiento, pero sí accionamiento en las ventanas de forma eléctrica, así como asientos de tela, que para este calor y andar trabajando con la unidad, es la combinación perfecta. En cambio la tope de gama con motor Turbo tiene hasta 6 bolsas de aire, frenos de discos en las 4 ruedas con ABS y EBD, control de estabilidad (en todas versiones viene este apartado de seguridad), pero con una pantalla táctil de 10” con conectividad Bluetooth, 4 bocinas y aire acondicionado en dos zonas con ventilas traseras.

¿Qué tal se manejan?

Un apartado muy importante es conocer las sensaciones que transmite una pickup como esta. He de decirles que no se aleja nada de lo que ya conocemos de una pickup de su categoría, pero voy a destacar algunas cosas que me gustaron y otras no. Para empezar, me gustó que tanto la versión de “chamba” como la tope de gama, sean cómodas, pero considerando que el calor en esta época y casi la gran parte del año hace mella en esta región, me decantaría sobre los asientos de tela de las versiones base.

Luego, me gustó la suavidad del desplazamiento y por ello me refiero a la dirección con asistencia eléctrica, la suspensión bien calibrada y ajustada para cualquier camino. Por otro lado, tanto con la caja de cinco y seis velocidades, el engranaje es preciso e igualmente cómodo para colocar cada velocidad.

Buenos materiales, ensamble y tecnología con lo mínimo necesario, así como seguridad, encontrarás en prácticamente todas las versiones. ESPECIAL/Chevrolet

Sin embargo, también me decanto por la versión Chasis Cabina sobre la Turbo, porque siento que el motor aspirado se entiende mejor con la caja de cinco velocidades, además de tener un torque suficientemente fuerte para sacarnos de una rampa sin ayuda de un control de pendientes, pues lo hace muy bien a la primera y sin chistar. En cambio, con la versión Turbo tenemos más potencia pero no disfruté tanto la conducción con ella, pues se percibía muy distinta a la aspirada, como si necesitara el motor mantener todo el tiempo altas revoluciones. Igualmente, para salir de una rampa, la sensación fue de un poco de nerviosismo y por instantes querer apagarse el motor, por lo que se le exige más al clutch y el acelerador para salir adelante.

Sin embargo, como punto a favor de la S10 Max Turbo, es que claramente va orientado para quienes buscan un manejo menos exigente en el trabajo y que sea más eficaz en la aceleración, pues una vez que tomamos ritmo, se desplaza con soltura y alcanzamos altas velocidades de forma inmediata y hasta divertida. Por supuesto, las capacidades 4x4 están más que listas.

Habrá que probar más ambas versiones, incluso las básicas, pues el mercado al que podría “molestar” una Chevrolet S10 Max precisamente es al que atiende la mandona del segmento como lo es la famosa “estaquitas”. Habrá que ver cómo encaja la S10 Max, pero por ahora pinta muy bien en general.

Mario Castillo/Tequila, Jalisco

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