El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) aseguró que este año la inseguridad y la incertidumbre se han convertido en los factores más importantes para obstaculizar el crecimiento económico de México, motivo por el cual los inversionistas se mantienen cautelosos. En su análisis semanal, el CEESP explicó que el nulo crecimiento económico que registró el país durante 2019, el cual cerró con una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de -0.1%, fue resultado de un ambiente de incertidumbre como consecuencia de políticas públicas y mensajes “confusos”.Algunas de esas medidas, como el despido de burócratas, las estrategias para combatir el robo de combustible en el primer mes de Gobierno, hasta la cancelación definitiva de proyectos como el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco, “han abonado a un ambiente de cautela y espera para la inversión”.Para 2020 -indicó el CEESP- continúan disminuyendo las perspectivas de crecimiento económico, alejándose significativamente del objetivo oficial de 2 por ciento.Como ejemplo, señaló a Citibanamex, entidad financiera que redujo su estimación de crecimiento para este año de 1.1% a 1%. El Fondo Monetario Internacional, por su parte, lo ajustó de 1.3% a 1 por ciento.El CEESP añadió que el deterioro de las expectativas refleja la debilidad que mantienen los principales indicadores, mismos que finalmente se plasmaron en la caída del PIB en 2019. Y también reflejan la incertidumbre que incidió en la reducida inversión, tanto privada como pública, el cual acumula cuatro trimestres con variaciones negativas.En el caso del sector público, la reducción de la inversión física fue consecuencia de un mayor presupuesto para programas asistenciales. Por su parte, el sector privado ha sido cauteloso como resultado de un débil Estado de derecho y la corrupción. JL
