Lunes, 23 de Junio 2025

Simón & Simón, tradición y servicio

En la intersección de las calles Herrera y Cairo con Pedro Buzeta se ubica una llantera con más de cuatro décadas de historia, fundada por el señor Simón Becerra Álvarez

Por: Gabriela Aguilar

El empresario fundó la llantera Simón & Simón hace más de 40 años. EL INFORMADOR/ A. Navarro

El empresario fundó la llantera Simón & Simón hace más de 40 años. EL INFORMADOR/ A. Navarro

Pocos barrios en Guadalajara son tan ricos en tradición como el de Santa Tere: con su templo, su mercado, sus panaderías, sus misceláneas y su vecindario tranquilo en medio de una alta concentración de comercios.

En el cruce de Herrera y Cairo y Pedro Buzeta se encuentra Simón & Simón, una llantera con cuatro décadas de historia desde que el señor Simón Becerra Álvarez la fundó. Es una de esas empresas que nacieron para quedarse. “Tenía 24 años cuando lo puse”, comparte don Simón, y hasta la fecha, 42 años después, se mantiene con el entusiasmo del primer día.

“Mi negocio es de reparación de llantas. Como es un negocio que no requería mucha inversión, empecé con poca herramienta, porque así era el tipo de negocio, casi sin maquinaria, era manual. Con el tiempo fui haciendo herramienta, la diseñé como yo la necesitaba y con el tiempo se fue modernizando. Al principio se desmontaban las llantas manualmente y poco a poco se fue comprando maquinaria”, recuerda don Simón.

Con el tiempo, la preferencia de la gente le dio estabilidad al taller y pudo comprar maquinaria de fábrica como desmontadoras y vulcanizadoras. Ahora pueden especializarse en trabajo con rines deportivos o seccionando llantas, un procedimiento que le da una segunda oportunidad a llantas que, para algunos talleres, podrían no tener reparación. “Mis reparaciones son a base de calor, lo que se llama vulcanizar, es la mejor manera de reparar una llanta. Seccionar llantas es una técnica que no cualquiera hace, son costuras manuales con cuerdas de nylon con las que están hechas las llantas y me dio mucho resultado porque quedan mejor”, comparte.

La seguridad es primero

Don Simón tiene claro que su trabajo es reparar llantas, así que su distintivo es tratar de mantener operando cada neumático que llega a su negocio en lugar de descartarlo y sugerir la compra de uno nuevo o uno de segunda mano. “A veces la llanta está tronada —como cuando cae en un bache— pero depende del daño si se puede reparar y quedar segura y puede durar mucho tiempo. Si el daño es considerable y se califica como no segura se sugiere cambiarlas. Nosotros tratamos de que las llantas duren lo más posible, nosotros nos dedicamos a reparar, así que rescatamos las llantas mientras sea posible y sea seguro”.

La fama del hospital de llantas de don Simón se ha extendido a otros talleres y centros de servicio, por lo que le envían a reparación llantas que ellos no pueden rescatar cuando sus clientes no tienen posibilidad de reemplazarlas. “Afortunadamente no hay rivalidad entre los negocios del ramo. Yo estoy presto a apoyar, hay talleres cercanos y los apoyo mientras pueda. Tengo mucho trabajo, así que no tengo envidia, apoyo hasta donde se pueda”.

Gratitud y retribución

Para don Simón la abundancia es el resultado del esfuerzo y de apoyar a quien lo necesita. Y para mantener un negocio estable durante cuatro décadas la máxima es muy sencilla: “Si no hay esfuerzo, no hay progreso”.

“Hay que ser constante y tener fe, hay que hacer un buen trabajo y tratar bien a la gente, ser justo en los precios y trabajar cada día como si fuera el primero. Yo no voy a trabajar: voy a servir y a divertirme; antes atendía el negocio todo el día porque había que pagar una casa, atender a los hijos, pero ahora la casa está pagada y los hijos grandes, así que ahora el taller está funcionando solo”, y ahora puede permitirse trabajar parte del día.

El taller de don Simón inició con la fuerza de sus propias manos, ahora cuenta con seis elementos que aprendieron el oficio y lo acompañan. “Le agradezco a la gente, le tengo mucho cariño a mi negocio, de ahí mis hijos recibieron escuela, así que voy a servir y a divertirme. Yo les digo a los clientes que se puede atender con dinero y sin dinero. Hemos recibido clientes que llegan por una emergencia, por una llanta dañada y no traen dinero, y se les brinda el servicio, mucha gente regresa y mucha gente no, pero no hay problema, es parte de servir”, y por eso la fidelidad de sus clientes es una de las recompensas que ha acumulado a lo largo de 42 años de trayectoria.

Ahorrar para progresar

Para don Simón el ahorro es muy importante: “Me gusta ahorrar, lo he hecho todo el tiempo. De la ganancia se debe ahorrar un 20%, es una manera de progresar para vivir mejor. Creo que la naturaleza nos lo demanda. Un campesino que siembra y recoge su cosecha debe guardar grano para la siguiente temporada, vende lo que corresponde y asegura una siguiente siembra”.

Constancia

El taller Simón & Simón abre todos los días del año excepto el 25 de diciembre y el 1 de enero. El servicio de lunes a domingo es de 9:00 a 20:00 horas.

CT

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