La venta de autos nuevos en marzo registró una caída de 25.5% al comercializarse 87 mil 517 unidades, siendo el peor resultado para la industria automotriz desde septiembre de 2009.La pandemia del coronavirus ocasionó que se vendieran 29 mil 996 vehículos menos respecto a marzo de 2019, según cifras del Inegi.Mientras que los datos del primer trimestre arrojan una caída de 11% en comparación al mismo periodo del año anterior.En total, se comercializaron entre enero y marzo un total de 296 mil 677 vehículos, 36 mil 323 unidades menos que en el primer trimestre de 2019."La llegada de la pandemia causada por la COVID-19 ha modificado el escenario económico global y en México, las repercusiones se manifiestan ya en los datos del mercado automotor del mes de marzo."A partir del 16 de marzo se ha desplomado casi 85% la visita a los pisos de venta y 60% a los talleres de mantenimiento automotriz", dijo Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).En marzo, ninguna automotriz logró números positivos en ventas, todas registraron una caída.Con esta caída así queda repartido el pastel del mercado mexicano de autos, con Nissan aún a la cabeza y 20.5% de participación en el acumulado enero-marzo de 2020. Le sigue el conglomerado de General Motors con 17.0% y en tercer lugar el Grupo Volkswagen (que agrupa las marcas Volkswagen, Audi, Bentley, Porsche y Seat. Toyota ostenta el cuarto sitio con 8.2% de participación y KIA mantiene el quinto lugar con el 7.6% del mercado mexicano en este periodo.De acuerdo con AMDA, el mercado automotor mexicano enfrenta una crisis desde junio de 2017 por causas económicas que afectaron la capacidad de compra de los consumidores.Y a partir de octubre de 2018, por los anuncios y posteriores decisiones políticas que afectaron la confianza y capacidad de endeudamiento de los potenciales compradores de vehículos.Después de una caída a lo largo de tres años entre 2016 y 2019, la perspectiva al arranque del 2020 se mantuvo en carácter negativo dado que no se vislumbraba una reactivación de la economía ante la constante caída de la inversión fija bruta, la desaceleración del empleo, la pérdida de poder adquisitivo de la clase media y el desarrollo de políticas económicas por parte del gobierno federal contrarias a la inversión, agregó Rosales.En este contexto y atendiendo las recientes perspectivas de actividad económica para el país en 2020, las cuales contemplan una recesión con caída del 3.9% del Producto Interno Bruto, según los Criterios Generales de Política Económica presentados la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al Congreso, en una primera revisión de las ventas probables para el 2020, éstas se ubicarían en 980 mil unidades, lo que representa una caída de 26% respecto al 2019.OF
