Cada vez que la Selección Mexicana cambia de sede durante la Copa Oro, un objeto destaca entre maletas y mochilas: una almohada. No es coincidencia ni parte de una estrategia comercial. Se trata de una peculiar pero constante costumbre de los 26 jugadores convocados por Javier Aguirre.Desde Guillermo Ochoa hasta Santiago Giménez, pasando por Raúl Jiménez, Luis Chávez o César Montes, todos cargan con una almohada al abordar el camión o el avión que los traslada a la siguiente sede del torneo. El motivo, sin embargo, no está en una marca específica ni en una recomendación técnica.La razón detrás de esta costumbre está en el diseño de los aviones facilitados por la Concacaf, la confederación que organiza el torneo. Cada equipo tiene acceso a aeronaves especialmente acondicionadas con asientos reclinables que prácticamente se convierten en camas. Estos vuelos no son comerciales y, por lo general, sólo disponen de 70 lugares.Aprovechando esta comodidad, los jugadores solicitan almohadas —ya sea al hotel o al staff de la Selección— para descansar mejor durante los trayectos. Según integrantes del cuerpo técnico, no se trata de almohadas de diseño ni de alguna tecnología especial: “No es de una marca especial o recomendación”, afirman. Simplemente, buscan mayor confort en los múltiples viajes que exige el calendario.Con cada cambio de sede, las imágenes se repiten: futbolistas bajando del autobús o entrando al avión con sus almohadas bajo el brazo. Una postal curiosa, pero que dice mucho del ritmo, la logística y las prioridades en una competencia tan demandante como la Copa Oro 2025.Y aunque el gesto parezca cotidiano, entre tanto recorrido, la almohada se vuelve también una especie de refugio portátil. * * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *AS