Hoy por la noche el auditorio de El Colegio de Jalisco fue el escenario para la presentación de los libros “¿Te acuerdas cuando nos acordábamos?” (2023) y “Los velos del tiempo”, ambos de la autoría de Ángel Cervantes Fuentes, conocido empresario del ramo restaurantero en Zapopan; ahora bien, el primero es un conjunto de relatos que apenas ve la luz, el segundo es una novela que hace varios años publicó el escritor y que ahora se edita de nuevo.En estos términos, como indicó el autor, ambas publicaciones se ven favorecidas por las ilustraciones en portada de reconocidos artistas como Alejandro Colunga y Waldo Saavedra; asimismo, el presentador en turno, el periodista Rabinal González, destacó los prólogos que acompañan los libros, en especial una décima que el escritor cubano Eliseo Alberto dedicó a Cervantes Fuentes.Programado para ser uno de los presentadores, Paco Navarrete envió una carta para disculparse pues, debido a “un compromiso de trabajo”, no pudo asistir, pero por escrito dejó constancia de que el libro “lo leí de un solo impulso” ya que es un texto “que te agarra y no te suelta hasta el final”, además de destacar que el “asunto” del autor es “la posibilidad de entrever una historia entre recuerdos borrosos y medias verdades”. Ángel Cervantes refirió que el libro de cuentos recuerda sus “andanzas de Zapopan en los años sesenta, cuando eran sólo 52 manzanas”; de esta manera, la recopilación corresponde a un año y medio de textos publicados en Facebook, un testimonio por medio de “relatos evocadores” que, espera, queden “para las nuevas generaciones”.Por ello, este “estreno mundial” es significativo para un libro que significa “un recuento y recordatorio de anécdotas de la infancia” que, enfatizó el escritor, “si es que vamos a narrar esa época, hay que hacerlo contando las cosas como eran”, sin escatimar en las “vagancias” que determinan a personajes “que no tenían dinero, pero sí muchas ganas de mitote”. Acerca de “Los velos del tiempo”, Cervantes indicó que “las primeras líneas del libro” las escribió tras la muerte de su padre, y el texto se fue ampliando con el tiempo; “luego de 15 años”, destaca, “le entregué el libro a José Luis Leal Sanabria” (ex rector de El Colegio de Jalisco), quien luego le citó en su oficina y se determinó editar el libro, que quedó en 80 páginas donde “el 60 o 70 por ciento es verdad, pero es que sin algo ficticio, no hay libro”, recalcó.Finalmente, declaró el autor que si hizo esta novela fue “porque me salió del corazón”; asimismo, comentó que dejarían libros para su venta en El Colegio de Jalisco y, antes de los comentarios finales, estableció que “siempre se quedan muchas historias en el tintero, muy buenas anécdotas, lo único que me falta es tiempo”. CT
