Jueves, 25 de Abril 2024

Karen Villeda: resistir y confrontarun discurso científico

La escritora habla sobre “Anna y Hans”, una obra multipremiada que explora a través de dos personajes el espectro autista

Por: El Informador

Karen Villeda. Con su libro busca exponer “el sexismo del corpus médico a lo largo de la historia”. El Informado/ A. Camacho

Karen Villeda. Con su libro busca exponer “el sexismo del corpus médico a lo largo de la historia”. El Informado/ A. Camacho

Escrito gracias al apoyo de una beca para Jóvenes Creadores del Fondo Nacional de Creadores de Arte (FONCA) de la Secretaría de Cultura federal, el libro de poemas “Anna y Hans” (Fondo de Cultura Económica, 2021), de la escritora mexicana Karen Villeda (Tlaxcala, 1985), fue asimismo galardonado con el XV Premio Nacional de Poesía Ignacio Manuel Altamirano y significa una apuesta por brindar al lenguaje la oportunidad de transformarse ante el discurso científico para contravenirlo y ponerlo en entredicho.

Así, en palabras de la poeta, desde hace tiempo “estaba interesada en explorar un caso en específico que expusiera el sexismo del corpus médico a lo largo de la historia” y de esa forma construye un personaje ficticio -“Anna Knapp”- “para poder, a través de ella, presentar la mirada de todas estas mujeres destruidas por los trastornos del espectro autista”.

Esta forma de exploración, como explica Villeda, se da por medio del lenguaje poético, para establecer una relación entre el padecimiento y el propio lenguaje, “me interesaba indagar cómo se daría una forma de respuesta y de resistencia en contra de este doctor -Hans Asperger- que era muy machista”.

Miradas diferentes y necesarias

Ahora bien, “al final del libro”, detalla la autora, “estas voces -la de ‘Anna’ y la de Hans- terminan fusionadas, no sabemos con claridad quién es el que habla”; lo cual fue, desde el principio, una de las intenciones, crear a partir de esta confrontación “un lenguaje que confrontara al discurso hegemónico de la medicina”.

En estos términos, atender a la voz de “Anna Knapp” es atestiguar aquello que no se tomaba en cuenta, dice Villeda, su testimonio es potente, poderoso, “se trataba de que el libro tuviera esa lectura y que fuera abierto y permitiera comprender que se pueden compartir estos lenguajes, estas diferentes miradas -muy necesarias- sobre el mundo”.

Confrontación y resistencia

La descomposición progresiva de estos lenguajes, en opinión de la poeta, forma parte de su propósito por “demostrar que el lenguaje es una cosa viva, en constante cambio, esa es la razón para ensayar toda una suerte de juegos y estrategias experimentales en el poemario”.

Esta exploración del lenguaje -notable en la tercera parte del libro- era de particular interés para la autora, puesto que el lenguaje adquiere un papel protagónico, “la idea era exhibir cómo está siempre en constante cambio, abierto y dinámico”.

Finalmente, la confrontación de lenguajes y perspectivas da como resultado que “‘Anna’ puede decir ante su médico lo que percibe, su propia perspectiva sobre lo que siente; es por ello una mirada no sólo de confrontación sino de resistencia”.

¿Quién fue Hans Asperger?

Lo que hoy día se conoce como “síndrome de Asperger” fue definido de ese modo hace casi 40 años por la siquiatra inglesa Lorna Wing, que publicó en 1981 un estudio en el que daba a conocer un trastorno mental infantil descubierto y estudiado por un desconocido y ya para entonces muerto médico austriaco, Hans Asperger, nacido en 1906.

Wing, que se interesó en el problema del autismo por tener una hija con esa característica, encontró y rescató un artículo de Asperger en el que desafiaba la idea de autismo que había planteado antes Leo Kanner, un siquiatra austriaco-estadounidense considerado como el padre del autismo (por diferenciar sus síntomas de la esquizofrenia).

Según muchos especialistas, Kanner puso las bases para tratar el Trastorno del Espectro Autista como un trastorno, no como una discapacidad o como una locura. Aunque la diferencia entre autistas y personas con síndrome de Asperger es muy delicada.

Asperger falleció en 1980, en un relativo anonimato. Diez años después del trabajo de la doctora Wing, Utan Frith realizó una mejor traducción de la tesis del austriaco y tres años después, en 1994, el síndrome de Asperger fue incorporado en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV), para ampliar el conocimiento.

MQ

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