Jueves, 18 de Abril 2024

El tejido tsotsil viaja a Nueva York

Alberto López Gómez, diseñador y tejedor originario de Chiapas, se alista para participar en la Semana de la Moda de la “Gran Manzana” con su firma K’uxul Pok’ también ofrecerá una charla en la Universidad de Harvard 
 

Por: El Informador

Diseñador. Alberto López está listo para el reto que se le avecina. 

Diseñador. Alberto López está listo para el reto que se le avecina. 

Los retos que se avecinan para Alberto López Gómez son muchos, sin embargo el diseñador y tejedor indígena está preparado para enfrentarlos y posicionar a la indumentaria mexicana ancestral en los escaparates más prestigiados de la moda.

Originario del poblado de Magdalena-Aldama, Chiapas, Alberto López alista las maletas y los tejidos artesanales que le han heredado sus ancestros para llevarlos por primera vez a Nueva York y protagonizar una de las pasarelas más esperadas del Fashion Week de la llamada “Gran Manzana” con el arropo de su firma K’uxul Pok’, que significa “la prenda viva” en lengua tsotsil.

“Quiero dar a conocer nuestro trabajo, nuestro arte, lo que hacemos en Chiapas. Yo no he estudiado nada de diseño, en nuestras comunidades, en los pueblos indígenas es complicado estudiar, no tenemos recursos, pero el talento nace en nuestros corazones, en lo que imaginamos”, detalla López en entrevista con este medio.

Previo a que los huipiles creados por Alberto y más de 150 tejedoras de la comunidad chiapaneca de Magdalena-Aldama se instalen en Nueva York el 2 de febrero, el diseñador de 31 años de edad llegará el 31 de enero a la Universidad de Harvard, en Boston, para charlar sobre la tradición del tejido y la importancia que tiene y merece en la industria de la moda mexicana.

Alberto puntualiza que visitar Nueva York y Boston no se trata de alimentar la euforia que en los últimos años han causado los elementos artesanales en la firmas internacionales que han optado por integrar estos a sus colecciones, puesto que su principal objetivo es potencializar el talento creativo que también se expresa en las comunidades indígenas como la tsotsil, a la que él pertenece y en la que ha aprendido técnicas legendarias en el telar de cintura, por ejemplo.

“Desde niños trabajamos en el campo y cuando yo tenía 25 años dije que quería trabajar el telar de cintura. Me gustan los diseños, el significado de cada uno de ellos, eso es lo que me ha llamado la atención. Para nosotros esto es importante, es patrimonio cultural y me encanta la idea de rescatar, de renovar”.

Serán 12 prendas con las que Alberto López debute en la Semana de la Moda de Nueva York, piezas creadas especialmente para esta plataforma, en la que confía que sirva como un peldaño para que sus connacionales, los mexicanos, valoren aún más el esfuerzo que los artesanos indígenas realizan para llevar el sustento a sus familias.

“La mayoría son huipiles con nuevos diseños exclusivos para esto. Cada pieza lleva mucho trabajo, hay algunas hiladas a mano, ya sea con lana de borrego con tintes naturales o con algodón; un huipil puede requerir hasta cuatro meses de trabajo con ocho horas diarias”.

Redes de apoyo

Alberto López resalta que una de las formas de impulsar a las comunidades indígenas en el sector de la moda es eliminar el famoso regateo al que están sujetas tanto prendas como accesorios, y así lograr que se respeten los precios que sus creadores ofertan tras largas jornadas de tejido, tintura natural y bordado.

“Hay mucha gente —la mayoría mexicanos—que nos regatea los precios de este trabajo, pero también hay quien valora y compra esta piezas, que también aprecian este arte, que lo conocen, pero cierto es que en otros países se valora más nuestro trabajo, que conocen todo lo que hay detrás, nuestra cosmovisión”.

El diseñador expresa que tras su participación en Nueva York visualiza encontrar apoyos gubernamentales o privados para llevar los tejidos a Europa y abrir nuevos caminos de comercialización en beneficio de las tejedoras y artesanos indígenas de cualquier otra comunidad mexicana.

“Mi objetivo es poder llegar a otros países, especialmente en Europa, confío en que pueda lograr este sueño, así me lo imaginé el año pasado. Ya conozco otros Estados de México, y ahora es momento de ir más allá: es mi meta”.

Piezas. Las prendas que llevará a Estados Unidos son, en su mayoría, huipiles.

Al rescate de la tradición

Añade que en un futuro sus planes también se enfocarían en conseguir recursos para la creación de un museo en el que, además de exhibir los tejidos y textiles tradicionales, se puedan rescatar, restaurar y dar continuidad a materiales, técnicas y prendas que poco a poco quedan en el olvido por falta de recursos para producirlos y darles difusión.

“Quiero abrir un museo sobre mi pueblo en Magdalena, porque hay huipiles antiguos que quiero rescatar, cuidarlos y curarlos; son piezas que están guardadas y estoy preocupado por los riesgos de que se sigan dañando. Estoy buscando quién nos pude donar o ayudar con algo para curar estos huipiles”, señala el diseñador al detallar que su intención es tener acercamiento con investigadores y restauradores especializados en Ciudad de México.
 

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