Cuáles son los temores de la generación que tiene al mundo a sus pies con tan solo un clic? Quizá sean las expectativas por lograr esa vida feliz que tanto se pregona en redes sociales, y a través de la ilustración, Eduardo Salles, encontró una forma clara y directa para exponer esa incertidumbre que golpea cada vez con más fuerza a los millennial, a esa generación maestra en tecnología, pero con dificultades para atender sus emociones.Salles ha decidido regresar a sus creaciones más personales y aunque el éxito y proyectos alternos no han parado en medios como Pictoline —del que es cofundador— retomar lo íntimo a través del color era un pendiente que ahora se refleja en “Descripción gráfica. Ilustraciones para una generación ansiosa”, publicación impulsada por Sexto Piso en la que Salles se sumerge a las crisis existenciales de la actualidad.“Yo empecé haciendo ilustración de autor, pero con la creación de Pictoline dejé esa parte personal y el reto fue retomarla. Quería de vuelta a esa ilustración que expresa o intenta de alguna forma decir algo”, explica Eduardo Salles, quien se ha caracterizado por sus viñetas saturadas de color entre un juego de contrastes de situaciones y angustias de la vida cotidiana con lo voraz de los medios digitales.“El reto siempre es cómo decir más con la menor cantidad de elementos posibles”, dice Salles al detallar los motivos que lo llevaron a crear decenas y decenas de ilustraciones que exploran la fragilidad emocional, la soledad, los anhelos de popularidad social, la madurez, pertenencia e identidad, por ejemplo.“Todo parte del hecho de que uno cree que ciertas cosas que sientes como ansiedad, depresión, incertidumbres, miedos, que eres un fracaso, que esto solo lo sientes y vives tú, pero te das cuenta que en realidad son cuestiones que muchas personas comparten, que no es algo que solo te acurre a ti. Todos hemos pasado por situaciones de angustia y la modernidad han, de alguna forma, amplificado o hecho más evidentes estos malestares humanos”.Eduardo Salles considera que el viaje visuales que ofrece “Descripción gráfica” tienen tintes de los temores e incertidumbres que él también ha vivido y que paradójicamente lo han posicionado al frente de batalla de una nueva generación de ilustradores y creativos que lograron empoderar a los trazos simples para ser el refugio de los que se sienten incomprendidos.“Hoy en día tenemos muchos referentes muy inmediatos y todo el tiempo disponibles, ante todo muy acotado en todos los sentidos, desde geográficamente, cómo y dónde los veías. Antes tus referentes era la gente de tu trabajo, en la escuela, tu comunidad, pero hoy tus referentes son globales, inmediatos y están en todos lados; abres una pantalla y estás viendo a gente en todo el mundo con la vida perfecta y con miles capas de filtros, y quizá es gente que no ha pasado por lo que tú y las comparaciones surgen”.Ante el “boom” que la gráfica y la ilustración tiene en México, definir su estilo también ha implicado un proceso de aceptación ante los miedos y las frustraciones de no cumplir con las expectativas estéticas propias y ajenas.“Alguien decía que el estilo es lo que sale de aprovechar tus defectos. Uno por más que trate de hacer algo, tienes limitantes y éstas en algún momento, cuando estás empezando las odias, porque quizá te gustaría verte y hacer lo que cierto autor. Conforme pasa el tiempo aceptas esas limitantes y las vuelves parte de ti. Los defectos te pueden distinguir de los demás, aceptas que jamás harás lo que otra persona, lo que te queda es ser tú”.
