La última vez que el Quinteto Astor Piazzolla vino a México fue en 2021 para participar en el Cervantino en Guanajuato, “ciudad soñada, con un público entusiasta y cálido”, cuenta el director musical, Julián Vat.El 6 de mayo, el Quinteto vuelve a México para presentar su disco “Operation Tango”, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Este es su quinto trabajo discográfico. “Nosotros tenemos, desde los inicios de esta formación (más de 20 años), un propósito originario. Estar, primero, a la altura de las circunstancias de semejante música, allá, a comienzos del siglo; y visibilizar la obra de Piazzolla, no tan transitada, por un lado. Tratamos de que en nuestros trabajos aparezcan las aristas compositivas del maestro”.Astor Piazzolla, continúa el director, es uno de los grandes músicos del siglo XX, y el reto del Quinteto, abarcarlo como el compositor de múltiples paletas. Él creó un género por sí mismo, explica: el género Piazzolla, que tiene como base al tango, pero también se nutre de la música académica, del jazz y del klezmer, por ejemplo.El objetivo, agrega, es que, tanto en los conciertos como en los discos, aparezcan los grandes éxitos de Piazzolla y ciertas obras muy poco difundidas. Una de éstas es “Zigue Zague”, que no había sido grabada previamente: "es casi un estreno mundial, explica Vat. Mientras que “Operation Tango”, obra que da nombre al trabajo, tiene que ver “con algunas colaboraciones con músicos de la extracción del jazz y que nosotros llevamos al formato de quinteto. Tanto ‘Operation’, como ‘Melancólico Buenos Aires’, ‘Tango Ballet’ y ‘Fuga y misterio’ son obras escritas para formaciones con mayor número de instrumentos, que adaptamos a nuestro formato”.Vat precisa que en la adaptación no se sacan líneas, ya que tomarse el atrevimiento de modificar el pensamiento del autor sería un acto poco generoso y desfavorable hacia una música tan profunda, elaborada y poderosa. “Ponemos de manifiesto todas las obras que conforman la obra en sí. A veces los músicos deben multiplicarse para que eso ocurra, ésta es la idea en el camino a plasmar todos esos Piazzollas posibles y que se conozca una obra de muy poca rodada”.En 1992, cuando Piazzolla falleció, su viuda, Laura Escalada, formó el nuevo quinteto, dirigido por Fernando Suárez Paz, violinista del compositor. En dicho ensamble, que se disolvió en 1998, estuvo el contrabajista Daniel Falasca, que después entraría al Quinteto Astor Piazzolla.Un año después de su disolución, Vat fue convocado para darle vida al ya mencionado quinteto, que empezó a recibir a los músicos a partir de audiciones abiertas y que, a nivel generacional, difícilmente pudo haber tenido contacto con Piazzolla. La presentación en México del quinteto es una de las primeras de una gira que acabará el próximo año. CT
