Internacional

Fotogalería: Clavados en la cruz, filipinos llevan la fe al extremo

Las crucifixiones reales del Viernes Santo atraen a miles de personas, a pesar de la desaprobación de la Iglesia católica

Un hombre es crucificado en San Fernando, Filipinas, durante una representación del Viernes Santo. EFE/M. R. Cristino
Arrastrar una cruz durante horas para acabar clavado en ella fue la penitencia de Jesucristo y es también la de decenas de devotos en Filipinas, un país que lleva la fe católica al extremo. En Paombong, en la provincia de Bulacan. EFE/R. Dela Pena
Rubén Enaje, conocido como el "Jesucristo de Pampanga", fue clavado hoy en la cruz por trigésimo segundo año consecutivo en la localidad de San Fernando, en la provincia de Pampanga. AFP/N. Celis
"Aunque es muy duro y doloroso lo hago por mi familia, por Dios y por la fe católica", asegura Enaje, de 58 años. Los clavos de 10 centímetros "son muy dolorosos y producen heridas que duelen durante tres días". AP/A. Favila
Pese a que a la Iglesia católica rechaza este tipo de recreaciones de los momentos finales de Jesús, las crucifixiones reales y flagelaciones son una atracción turística. EFE/R. Dela Pena
En la cruz, Maryjane Sazon, una esteticista de 39 años. Más de 50 mil personas acudieron al barrio de San Pedro Cutud, en San Fernando, para contemplar cómo 10 penitentes se clavaban en cruces de madera durante aproximadamente 10 minutos. EFE/M. R. Cristino
Con una demostración sangrienta de frenesí religioso, decenas de hombre caminaron varios kilómetros, golpeándose la espalda desnuda con palos de bambú afilados y pedazos de madera, precediendo las crucifixiones. AFP/N. Celis
Decenas de filipinos se crucifican en varios lugares del país durante la Semana Santa. Habitantes vestidos como centuriones romanos conducen a un penitente en Paombong. EFE/R. Dela Pena
Un hombre que se autoflageló se dirige junto a su hija hacia la ceremonia de crucifixión en San Fernando. AFP/N. Celis
Precy Valencia se ve en el distrito de Paombong. EFE/R. Dela Pena
Un penitente filipino es bajado de la cruz tras ser crucificado. La colonización española aportó a Filipinas la mayoría de sus tradiciones católicas, aunque estos rituales extremos surgieron en el país asiático en la segunda mitad del siglo XX. EFE/R. Dela Pena
Un penitente recibe cortes en su espalda en San Fernando. EFE/M. R. Cristino

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