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Mota-Engil: réplica y comentario

Publiqué la columna “L3: el tren de los favoritos de EPN” el sábado pasado en estas mismas páginas. El texto motivó la petición de derecho de réplica de la empresa de origen portugués, Mota-Engil. En acuerdo con mis editores, publicamos la carta enviada por la empresa y al final dejo un comentario.

“Mota-Engil México es una empresa con más de 15 años de trayectoria en los sectores de infraestructura, deporte, turismo y energía en nuestro país. A lo largo de estos años ha operado y seguirá operando en cabal cumplimiento con la legislación mexicana.

“Su participación en distintas obras y proyectos estratégicos para el país se ha conducido siempre por las instancias institucionales, lo que significa que las asignaciones y procesos de licitación en los que ha participado Mota-Engil México han sido abiertos y transparentados de acuerdo con la normatividad vigente. Además, han sido auditados y revisados de acuerdo con los procedimientos que marcan las leyes nacionales, sin vincular en ningún momento a la empresa con suspensiones, inhabilitaciones o cualquier tipo de sanción por incumplimientos o malas prácticas como sugiere su colaboración.

“El caso particular de la Línea 3 del Tren Ligero de Guadalajara no es la excepción. Las modificaciones en monto y plazo que se señalan en esta obra son resultado de ampliaciones o cambios al proyecto original solicitadas por autoridades estatales, así como la suspensión temporal de trabajos por retraso en el otorgamiento de licencias a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Dichas modificaciones se encuentran debidamente documentadas en el expediente de la obra.

“El 15 de agosto pasado concluyó el proceso de entrega-recepción de los trabajos comprendidos en la Línea 3. Para la conclusión de este proceso, tanto las autoridades estatales como federales competentes, realizaron la verificación y supervisión de los trabajos e hicieron constar la entrega satisfactoria de la obra que estuvo a cargo del consorcio Túnel Guadalajara, S.A.P.I. del que forma parte Mota-Engil México.

“Con el ánimo de ofrecer a sus lectores información precisa sobre esta relevante obra y en atención al derecho de réplica, le solicito amablemente su publicación en el mismo espacio en que fueron difundidas las imprecisiones aquí señaladas.

Atentamente: Carlos Filipe Dos Martins. Director General de Mota-Engil México, S.A.P.I de C.V”. 

Mi apunte: en su respuesta el director de Mota-Engil México recuerda que los procesos de licitación en los que ha participado han sido auditados. Lo que no recuerda son las observaciones que la Auditoría Federal de la Federación (ASF) presentó a la asignación del contrato para la construcción del túnel de la Línea 3, asignado a un consorcio integrado por Mota-Engil, Grupo Prodi (de José Miguel Bejos, amigo íntimo del ex presidente Enrique Peña Nieto), Sacyr y Ral de Occidente. 

Ganaron el contrato frente al consorcio integrado por ICA y asociados, a pesar de que este último presentó una propuesta económica más baja. Mota-Engil y asociados obtuvieron 92.77 puntos sobre 100 frente a 92.18 que obtuvo ICA y asociados, una diferencia de apenas 0.59 puntos.

La ASF encontró que “para la construcción del túnel se observó que la entidad fiscalizada realizó una evaluación deficiente” pues la Secretaría de Comunicaciones y Transportes concedió tres puntos a Mota-Engil y Grupo Prodi y se los negó al consorcio encabezado por ICA, lo que inclinó la balanza para la asignación del contrato. “Lo anterior denota falta de transparencia e incumplimiento del mecanismo de evaluación de puntos y porcentajes en el proceso licitatorio”, dijo la ASF. A juicio del ingeniero Rodolfo Trillo Padilla, quien trabajó cuatro años en la supervisión del túnel, la licitación de la construcción del túnel “estuvo amañada”. 

Aunado al túnel, Mota-Engil, junto con Grupo Prodi, Sacyr y Trena, ganó contrato para la construcción de Viaducto 1 (tramo Zapopan) y en este caso la ASF en 2015 encontró que “Además de los señalamientos por fallas en las obras, en la revisión de 2015 la ASF determinó que la curva 11, a la altura del Mercado del Mar, no reunía las especificaciones de seguridad. El Sistema de Tren Eléctrico Urbano rechazó los señalamientos, al afirmar que los lineamientos no aplicaban a un tren ligero, sino correspondía a un metro. Al año siguiente también se observó que para la obra se suministró acero de origen coreano, cuando en la propuesta presentada por el consorcio ganador se había establecido sería de origen nacional”.

Finalmente, los comentarios de la empresa de origen portugués llegan un año tarde. En noviembre de 2019, unas semanas antes de publicar en el reportaje “El tren de los favoritos de Peña Nieto” (https://bit.ly/2ZELZO7), solicitamos entrevista con José Miguel Bejos, en al menos cuatro ocasiones, sin respuesta positiva.

Además de encabezar Grupo Prodi, José Miguel Bejos es presidente de Mota-Engil México y es uno de los amigos más cercanos del ex presidente Peña Nieto. Nos hubiera gustado que respondiera directamente si su cercanía con el ex mandatario influyó para que sus empresas ganaran contratos en Línea 3 y en otras partes del país. La pregunta todavía es pertinente. Ojalá la responda.

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