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Impaciencia histórica

Después de dos desastrosos fines de semana, la presión en Ferrari comienza a generar rumores sobre posibles cambios dentro de la escudería. El formar parte de una organización tan emblemática y romántica no debe de ser fácil, y en el tiempo ha cobrado precios muy altos para pilotos y directivos, pero creo que ahora es el peor momento para la mostrar la postura que su presidente, Sergio Marchionne, ha tomado.

Para poder triunfar dentro de la máxima categoría se tiene que tener como prioridad el desempeño en el largo plazo y no inmediato, cuando Ross Brawn laboraba en la escuadra como director técnico logró blindar a su equipo de interferencias externas e internas creando la era dominante de Schumacher y los monoplazas escarlatas. Hoy en día Sergio Marchionne no sólo no protege a los hombres que trabajan día a día en la fábrica y son los responsables de que en cada competencia sus autos estén presentes, sino que los culpa públicamente por los fracasos, destruyendo la moral de sus empleados.

Aunque la Fórmula Uno es un deporte global, la prensa italiana es particularmente crítica sobre Ferrari y desgraciadamente ahora la comanda un personaje fácil de provocar, y a diferencia de otros, Sergio no deja que los malos comentarios pasen desapercibidos y usualmente responde de manera agresiva.

Ferrari ya perdió en el pasado talento que ha marcado la diferencia en otras escuderías. En 2011 después de un decepcionante inicio de temporada dieron de baja a Aldo Costa, quien posteriormente jugaría un papel clave en Mercedes y su dominante desempeño. La escudería italiana está más cerca que nunca de sus rivales, no creo que sea momento de desesperación, es un hecho que probablemente ambos campeonatos mundiales se les escaparon, pero eso no significa que no exista progreso.

Creo que Sergio debe mantener la boca cerrada, proteger a su gente y concentrarse en 2018 cuando Lewis y Vettel busquen su quinto campeonato.

Comentarios @desdepista

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