Ideas

Envidiosos y atascados

Ciertamente siento mucha envidia y no hay envidia de la buena, ya que todas las envidias son malas porque el envidioso es el que sufre y los envidiados se quedan como si nada. La causa, obviamente: los viajes a las grandes capitales del mundo hechos con los recursos propios de los funcionarios, recursos que el resto de mortales no tenemos. La verdad no me interesa ir a Japón en lo más mínimo, no hablan castellano y no me gusta la comida, y menos a 7 500 pesos la noche, esas son jodideces; pero sí me interesan los viajes a Europa, pegadito a España, porque ahí sí les entiendo a veces.

Lo que me extraña es que ellos, teniendo dinero desde hace mucho, sea hasta ahora cuando deciden viajar y es lógico, porque han de llevar su chocolate Bienestar, su café Bienestar y su cola Bienestar, y no sé si haya algún cacahuate Bienestar.

Además, ahorita, con los entusiasmos de Claudita, se ha dado a equivocarse, o sea, dijo que se van a refinar más de cien millones de barriles diarios, cosa que no pega, ya que se me hace que es la cantidad mundial; también dijo que Calderón metió al socio de la Cassez al botiquín, cuando el que regía el país era Fox, pero como tampoco me cae bien Calderón, pues vamos echándole. No sé si a Claudita alguien le platique, pero ella era una fanática de la prisión preventiva, esto es, que te pasas el juicio en el bote y no afuera, y lo que le pasó a este señor es que -por la razón que usted quiera o por la maldad de las clases neoliberales- soltaron a la francesa y a él lo dejaron adentro. Pero ahora lo vamos a hacer senador, que se me hace poco para haber durado tanto tiempo en el bote.

Pero de las buenas noticias que nos dio fue que ya se va a arreglar lo de Pemex, porque estaba mal no por desperdicios propios, sino por culpa de los malditos neoliberales, que trajeron al emperador austriaco, que no han devuelto el penacho de Moctezuma y que no han hecho que los reyes de España pidan perdón y ya tienen hasta a la señora de López Obrador y a uno de los vástagos reales viviendo en España (porque eso sí, si los de aquí están cargados de lana, los de allá dan muestra de riqueza); además de que al junior lo dejan vapear, entrarle duro al divino neutle y a los etiles españoles sin tener que darles cuentas a nadie. Yo insisto en que el gran problema de este hijo del Presidente es no haber enseñado a su papá el Manual del niño gordo, utilísimo en estos eventos; a su mamá yo creo que sí se lo enseñó.

Por lo demás, han sido puras buenas noticias: los gringos nos adoran y, gracias a que la Presidenta se les hace muy linda, no le están poniendo aranceles y, es más, si se le ponen tantito al brinco, les retoba.

@enrigue_zuloaga

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