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El recuerdo es lo que queda

La cita fue en la Mansión Magnolia, Madero y avenida Federalismo, “la casa era de la abuelita de Cristi Cortés”, dijo César Cosío, de Organización Zeppelin. Periodistas y aficionados esperaban a Julio César Chávez, ya impacientes, los minutos se alejaban del horario en que daría inicio la rueda de prensa. En una limusina color negro descendieron los hermanos y abogados López Moreno, Alejandro y Marcos, después apareció Julio César Chávez, su ingreso fue acompañado por la admiración de todos, y por sus victorias inmediatas anteriores: noqueó a Greg Haugen y llenó el Estadio Azteca, 1993, donde impondría Récord Guinness de asistencia.

—La historia del boxeo mexicano y mundial ha recogido múltiples constancias de su triunfo a lo largo de casi tres décadas. Supongo que a la popularidad se sumó la fortuna. ¿Qué le importó más?

—Desde luego, el reconocimiento popular porque el dinero en sí —como dice la canción— no vale nada. Lo que cuenta es el cariño, lo que queda después de años de trabajo y sacrificio en el asunto del boxeo es el recuerdo. Yo, por ejemplo, jamás he olvidado lo que sentía cuando al subir al ring escuchaba el aplauso del público. Nada en la vida me ha proporcionado una emoción igual. En ese instante —quiero decir, cuando el público me ovacionaba— para mí se acababa todo; se borraban el barrio, la ciudad, los amigos, los nervios. Todo volvía a comenzar para mí cuando escuchaba la campanita anunciando el primer round.

La respuesta podría ser de Julio César Chávez, o de algún otro reconocido campeón mexicano; es de uno de los estandartes de la Época de Oro del boxeo nacional, Luis Villanueva “Kid Azteca”, el maestro del gancho al hígado, recogidas por Cristina Pacheco.

Tiempos aquellos en que a los boxeadores les importaba más el reconocimiento popular. También en la actualidad “lo que cuenta es el cariño del público”, es el sentimiento que reflejan los boxeadores preliminaristas, los que se presentan en peleas de a de veras.

El dinero en sí —como dice la canción— ¿no vale nada?  Hoy en las grandes ligas eso es romántico. Además, lo que presenta la industria en Las Vegas, el público lo paga. Enfrentar y perder Oscar de la Hoya con Manny Pacquiao, es un error del que se va a arrepentir toda su vida; su error: siempre buscó el dinero más que el prestigio. Ahora quizá no lo resienta, porque ahorita tiene mucho dinero, pero en el paso de los años, cuando más dinero se tiene, es cuando menos importa, y entonces vienen lo recuerdos amargos. Palabras de Rafael “La Cobra” Mendoza.

Boxeo sin público

Ricardo Maldonado Jr., dijo ayer que se puede considerar la posibilidad de montar boxeo sin público, “yo creo que con muy buenos protocolos de seguridad, junto con autoridades sanitarias, con los organismos, el CMB, podemos empezar a hacer boxeo en lugares pequeños sin público, a fines de mayo o principios de junio”.

—¿Un torneo de boxeo virtual, como la eLiga MX?

—A mí no me parece serio, me parece como para salir de la aburrición. Y no creo que tenga interés (en el boxeo).

Y por ahí estaré atisbando.

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