Análisis del discurso de Felipe VI ante la crisis en Cataluña
Ahora toca el turno de hacer un breve análisis del mensaje televisado el 3 de octubre pasado ante el referéndum de independencia del 1 de octubre.
Los conceptos claves son los siguientes: “momentos graves”; “ilegalmente”; “incumpliendo la Constitución”; “vulnerado las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado”; “socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando –desgraciadamente– a dividirla”; “su conducta irresponsable incluso pueden poner en riesgo la estabilidad económica y social de Catalunya y de toda España”; “inaceptable intento de apropiación de las instituciones históricas de Catalunya”; “Se han situado totalmente al margen del derecho y de la democracia”; “Han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional”; “sin ese respeto no hay convivencia democrática posible en paz y libertad”; “no están solos”; “viven con desasosiego y tristeza”; “nuestros principios democráticos son fuertes, son sólidos”; “firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia”; mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles, y mi compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España”.
Ahora construyamos un montaje diferente al original con estas mismas palabras (hay muchas opciones):
En estos graves momentos como rey y persona estoy con la unidad, los principios democráticos y la Constitución. Me manifiesto en contra de quienes incumplen las normas y la Constitución demostrando una inadmisible deslealtad, poniendo en riesgo la armonía y la convivencia de la propia sociedad catalana, dividiéndola y poniendo en riesgo su estabilidad económica y de toda España. Están totalmente al margen del derecho y de la democracia, pretendiendo quebrar la unidad y la soberanía, lo que nos conduce a que no haya convivencia democrática en paz y libertad.
Mi interpretación con base en la psicología del análisis del discurso es el siguiente:
Toma un papel enérgico frente al reto de quienes desafían la lealtad a la Constitución, las leyes, la armonía, la estabilidad económica, la convivencia. Los acusa de desleales y de estar totalmente al margen del derecho y la democracia. Es un papel de juez y acusador, con fuertes sentencias y señalamientos que indican un respaldo al uso pleno de la ley y de la fuerza para combatir semejante atrevimiento de los independentistas. A los que percibe como una real amenaza a la unidad de España y a la estabilidad económica.
Hace una alianza clara con aquellos catalanes que no están de acuerdo en la separación y los atrapa sentimentalmente al decirles que no están solos, que el rey está con ellos, y desde luego esto implica que está en contra de los que dividen.
Es una clara manifestación de un discurso firme, con una fuerte carga emocional a favor de la Unidad y la Constitución y en contra de los desleales. Es en esta palabra en donde pone mayor carga emocional y con ello el deseo interno de castigar semejante atrevimiento. Busca provocar una unidad en contra de ellos. Reafirma la polaridad justificándola en la Constitucionalidad.