Conoce cuáles son las señales de ser otrovertido y qué significa
Los otrovertidos combinan lo mejor de cada mundo con características únicas que los hacen resaltar
Durante años, el mundo creyó que las personalidades solo podían dividirse en dos grandes categorías: los introvertidos y los extrovertidos, sin embargo, la ciencia ha demostrado que existe un tercer grupo que rompe con este esquema: los otrovertidos, un tipo de personalidad con el que muchas personas podrían sentirse identificadas.
Todos sabemos que los extrovertidos son amantes de la vida social, del contacto constante con los demás y de la energía que les brinda convivir en grupo. En contraste, los introvertidos disfrutan más de la calma, de la soledad y de actividades que no exigen demasiada interacción. Pero entre ambos polos aparece una alternativa fascinante: los otrovertidos, quienes combinan lo mejor de cada mundo con características únicas que los hacen resaltar.
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¿Qué significa ser otrovertido?
Los otrovertidos no sienten la necesidad de encajar en un grupo ni siguen una corriente solo por hacerlo. Son personas auténticas, independientes y con un fuerte deseo de cuestionar lo establecido. Aunque pueden disfrutar de la vida social, también valoran la soledad y la introspección. Según The Otherness Institute, poseen una sensibilidad especial y una gran capacidad de empatía, lo que los convierte en individuos cálidos, amables y emocionalmente cercanos.
La terapeuta Jennifer Finch detalla que el término proviene del español y del latín: “otro” y “vert”, lo que literalmente se traduce como “alguien que mira en una dirección diferente”.
Las señales de un otrovertido
De acuerdo con The Otherness Institute, estas son algunas de las cualidades que identifican a quienes pertenecen a este grupo:
- Conexiones profundas, pero individuales: los otrovertidos no se sienten cómodos con el pensamiento colectivo, pero establecen vínculos intensos y auténticos de uno a uno.
- Disfrutan de la soledad, no de la soledad en grupo: estar solos no les incomoda; lo que sí los agota es convivir en ambientes donde sienten presión por pertenecer.
- Dificultad con el consenso: cuestionan las ideas grupales y prefieren construir sus propias opiniones en lugar de aceptar una visión colectiva sin más.
- Creatividad e independencia: son originales, disruptivos y asertivos. Frida Kahlo o Franz Kafka son ejemplos de personalidades que, según expertos, probablemente fueron otrovertidas.
- Trabajo individual sobre trabajo en equipo: no es que no puedan colaborar, pero les resulta más desgastante. Prefieren liderar o trabajar de manera autónoma.
- Relaciones significativas: valoran los lazos cercanos, las amistades auténticas y el tiempo de calidad, siempre evitando la codependencia.
En definitiva, los otrovertidos desafían las etiquetas clásicas de la personalidad. Ni introvertidos ni extrovertidos, su fuerza radica en su autenticidad, su empatía y su manera única de ver el mundo.
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