Cultura

Amandititita: escribir para reconciliarse con la vida

La cantante presenta “Un día contaré esta historia”, un libro autobiográfico en el que revisita su infancia y la ausencia de su padre, Rodrigo González

La cantante y escritora Amanda LalenaEscalante, conocida como Amandititita, presentó en la recién concluida Feria Internacional del Libro de Guadalajara su libro “Un día contaré esta historia”, un volumen autobiográfico en el que narra pasajes que, según explica, necesitaban tiempo para poder ser contados. La obra recorre su niñez, la ausencia de su padre -el músico Rodrigo González, conocido como “Rockdrigo”-, las dificultades económicas y emocionales que atravesó y el proceso de sanación que la llevó a reconstruir su identidad.

En entrevista con EL INFORMADOR, la autora señaló que el libro nació después de años de reflexión. Para ella, la escritura solo era posible cuando el duelo y la introspección estuvieran resueltos. “Llevaba tiempo pensándolo; creo que lo difícil fue tomar la decisión de: ya lo tengo que hacer”, explicó. 

Para Amandititita, no es aconsejable narrar una historia personal sin haber transitado por un proceso previo. “Una historia de esta magnitud no se puede contar si no estás en un lugar donde ya estás en el perdón y en la sanación”.

La autora reconoce que escribir este libro también se relaciona con un cambio generacional en torno a la vulnerabilidad. Afirma que hoy existe mayor apertura para hablar de salud mental y experiencias personales. “Ahora está bien hablar de vulnerabilidad”, dijo, aunque admite que todavía persisten juicios hacia quienes comparten sus historias.

Uno de los ejes del libro es la relación con su padre, cuya muerte durante el sismo de 1985 marcó su infancia. La autora describe cómo creció observando la figura pública del músico y, al mismo tiempo, descubriendo su lado humano. En su reflexión, reconoce su valor artístico, pero también los errores que cometió como padre.

“Creo que mi papá, como muchas figuras públicas, solo se ve en pantalla. Hay un trasfondo que es humano”, comenta. Y añade que, pese a la admiración que siente por su obra, hubo ausencias que influyeron en su vida cotidiana.

En el libro también aborda la complejidad de hablar de las personas que le causaron daño. Asegura que enfrentar esos episodios fue uno de los mayores retos de la escritura. Sobre ello comparte una de las reflexiones centrales de la obra: “Cuidar a quien no te cuidó, perdonar a quien no te pidió perdón y anular parte de la historia porque sabes que eso la gente no lo va a entender… es un libro que habla del perdón y no puedo causar violencia, aunque se va a generar violencia”.

Reconoce que algunas historias quedaron fuera porque no estaban completamente resueltas. Para ella, escribir desde la rabia hubiera dado como resultado un texto distinto. “Si hablas desde el estómago dices detalles que no enriquecen el relato”, afirma. 
En ese sentido, la autora explica que su intención fue construir un libro que ordenara su proceso, no que lo agravara.

Otro descubrimiento que obtuvo al escribir fue la manera en que la música ha atravesado su vida, incluso antes de dedicarse profesionalmente a ella. Cuenta que su historia familiar y artística está formada por canciones que la han acompañado en distintas etapas. “Es muy absurdo, pero yo no me había dado cuenta de que mis dos nombres son canciones”, recuerda. A lo largo de la entrevista, se refiere a los múltiples géneros y grupos que marcaron su formación, desde el legado de su padre hasta proyectos contemporáneos.

El poder de los genes

Sobre la influencia que su padre tuvo en su trayectoria, recuerda que desde niña comprendía su relevancia pública. Tras el terremoto, cuando la ciudad aún estaba en ruinas, asistió a uno de los homenajes en su honor. Aquel momento fue decisivo: “La gente lloraba y cantaba sus canciones, lo tenían en un nivel como de un santo”, relata. Con los años entendió la distancia entre esa figura casi mítica y la experiencia íntima que ella guardaba de él.

Amandititita reflexiona también sobre las condiciones económicas que la obligaron a trabajar desde joven. Considera que, de no haber enfrentado ciertas carencias, su camino habría sido otro. “Yo me volví Amanditititita porque tenía que pagar la renta”, expresa. En ese contexto surgió su carrera musical, que inició más como una necesidad que como una búsqueda artística.

Durante su proceso de escritura, la autora atravesó un periodo en el que dudó sobre continuar su carrera musical. Su acercamiento a distintas prácticas espirituales influyó en esa reflexión, aunque hoy asegura haber recuperado el equilibrio y reconoce que ahora elige con mayor claridad en qué invierte su energía.

Guadalajara, con un lugar especial en su corazón

La relación con Guadalajara ocupa un lugar especial en su historia. Recuerda que fue en un escenario local donde sintió un verdadero punto de inflexión. La presentación en el festival Coordenada, cuenta, le hizo entender que había llegado el momento de escribir su propia vida. La reacción del público fue decisiva: “Vi a la gente con una mirada con tanto amor”, comparte. Esa conexión con la ciudad, añade, también se nutre de su cercanía emocional con la música de El Personal, agrupación emblemática de Guadalajara.

CT

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