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Crisis económica provoca que las emisiones de UE caigan un siete por ciento en 2009
Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, la recesión y el impacto que tuvo en todos los sectores disminuyó las emisiones de CO2
BRUSELAS, BÉLGICA (10/SEP/2010).- La
Unión Europea recortó sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 6.9 por ciento en 2009 con respecto al año anterior principalmente debido a la crisis económica que afectó a todos los sectores, informó hoy la
Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con esta cifra, la reducción global de emisiones por parte de los Veintisiete sería del 17.3 por ciento en comparación con los niveles de 1990, cercana al objetivo comunitario del 20 por ciento para 2020.
Sin embargo, si se suman los esfuerzos de los 15 Estados miembros que firmaron el Protocolo de Kioto, el balance sería un aumento del 12.9 por ciento, por encima de la subida del ocho por ciento como máximo a la que se comprometieron.
La EEA explica en el informe dado a conocer hoy en Copenhague, donde esta agencia tiene su sede, que la profunda recesión que acusó la economía europea motivó en 2009 una bajada del 5.5 por ciento en el consumo de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural).
El mayor impacto lo tuvo la caída del 12.7 por ciento en el consumo de carbón, que permitió realizar un recorte importante de las emisiones contaminantes.
En paralelo, la utilización de las energía renovables (sin contar la biomasa) aumentó de forma significativa, un 8.3 por ciento.
Los sectores industriales que presentaron una mayor bajada en términos relativos de sus emisiones fueron las metalúrgicas (acero y hierro), las químicas y la industria del cemento, todos ellos tradicionalmente muy contaminantes.
La caída de la demanda de energía por la crisis estuvo acompañada de un abaratamiento del precio del gas natural y una subida del uso de fuentes renovables.
No obstante, estas cifras se vieron compensadas por el aumento del uso de los sistemas de calefacción a raíz de las bajas temperaturas registradas en el invierno de 2009.
Las emisiones de los sectores incluidos en el sistema europeo de comercio de emisiones (conocido por sus siglas en inglés, "ETS") cayeron un 11.6 por ciento en comparación a 2008, por encima de los logros conseguidos en otras áreas.
Según la EEA, conviene no perder de vista que con la recuperación económica se reducirá el margen de recorte de emisiones y probablemente la rapidez con que las bajadas se produjeron en 2009.
La comisaria europea de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, atribuyó hoy en un comunicado los buenos resultados no sólo a la recesión sino también a las políticas medioambientales puestas en marcha en la última década y animó a todos los países de la UE a mantener los esfuerzos que ya realizan para consolidar el avance.
Asimismo, confió en que motiven la reapertura del debate sobre la imposición de objetivos más ambiciosos para la UE.
De acuerdo con esta cifra, la reducción global de emisiones por parte de los Veintisiete sería del 17.3 por ciento en comparación con los niveles de 1990, cercana al objetivo comunitario del 20 por ciento para 2020.
Sin embargo, si se suman los esfuerzos de los 15 Estados miembros que firmaron el Protocolo de Kioto, el balance sería un aumento del 12.9 por ciento, por encima de la subida del ocho por ciento como máximo a la que se comprometieron.
La EEA explica en el informe dado a conocer hoy en Copenhague, donde esta agencia tiene su sede, que la profunda recesión que acusó la economía europea motivó en 2009 una bajada del 5.5 por ciento en el consumo de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural).
El mayor impacto lo tuvo la caída del 12.7 por ciento en el consumo de carbón, que permitió realizar un recorte importante de las emisiones contaminantes.
En paralelo, la utilización de las energía renovables (sin contar la biomasa) aumentó de forma significativa, un 8.3 por ciento.
Los sectores industriales que presentaron una mayor bajada en términos relativos de sus emisiones fueron las metalúrgicas (acero y hierro), las químicas y la industria del cemento, todos ellos tradicionalmente muy contaminantes.
La caída de la demanda de energía por la crisis estuvo acompañada de un abaratamiento del precio del gas natural y una subida del uso de fuentes renovables.
No obstante, estas cifras se vieron compensadas por el aumento del uso de los sistemas de calefacción a raíz de las bajas temperaturas registradas en el invierno de 2009.
Las emisiones de los sectores incluidos en el sistema europeo de comercio de emisiones (conocido por sus siglas en inglés, "ETS") cayeron un 11.6 por ciento en comparación a 2008, por encima de los logros conseguidos en otras áreas.
Según la EEA, conviene no perder de vista que con la recuperación económica se reducirá el margen de recorte de emisiones y probablemente la rapidez con que las bajadas se produjeron en 2009.
La comisaria europea de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, atribuyó hoy en un comunicado los buenos resultados no sólo a la recesión sino también a las políticas medioambientales puestas en marcha en la última década y animó a todos los países de la UE a mantener los esfuerzos que ya realizan para consolidar el avance.
Asimismo, confió en que motiven la reapertura del debate sobre la imposición de objetivos más ambiciosos para la UE.