Tecnología
Bolsas biodegradables hechas con bagazo de agave
Las bolsas biodegradables creadas por BioSolutions están pensadas para empacar los productos del supermercado debido a que presentan la resistencia necesaria para este tipo de uso
CIUDAD DE MÉXICO.- La empresa BioSolutions logró crear bolsas de plástico biodegradables hechas del bagazo (desperdicio) de agave, éstas son las primeras en su tipo a nivel nacional, realizadas con materia y tecnología cien por ciento mexicana, pues en la actualidad el abasto para el mercado interno se sustenta en importaciones de países como Canadá, Inglaterra y Estados Unidos.
La empresa creada por Ana Laborde, quien cursa la maestría en Innovación Empresarial y Tecnológica en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Monterrey, tiene planeado para finales del presente año producir de manera formal las bolsas y otros productos plásticos biodegradables.
El material desarrollado por los emprendedores mexicanos se degrada en menos de un año, comparado con las bolsas plásticas comunes que tardan en promedio 300 años en destruirse a la intemperie, además causan daño al ecosistema.
Las bolsas biodegradables creadas por BioSolutions están pensadas para empacar los productos del supermercado debido a que presentan la resistencia necesaria en esos usos, de acuerdo con las pruebas realizadas por la propia firma.
Además de las bolsas, también se podrá elaborar botellas, charolas, productos desechables y empaques de plástico con el desperdicio del agave.
De acuerdo con Ana Laborde se decidió emplear el bagazo debido a que ese material se considera desecho en la industria del tequila, una vez que es utilizado para la fabricación de la bebida. En tanto, para la elaboración de plásticos biodegradables actualmente se utiliza el almidón y fibra obtenida de papa y maíz.
“Me parecía ilógico que se cosecharan alimentos (como la papa y maíz) para crear productos desechables, y más cuando existe tanta gente que muere de hambre. Fue allí cuando tomamos un interés especial en el tema de productos biodegradables y nos acercamos a la industria del tequila que en parte de su proceso desecha fibras ricas en celulosa que bien podrían ser utilizadas en la elaboración de productos biodegradables”, comentó.
Ante la hipótesis de considerar que el bagazo del agave fuera lo más viable para dicho fin, la empresaria mexicana se acercó al Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA), y con especial asesoría del ingeniero Sergio Hernández Valdez logró obtener el compuesto necesario para crear la bolsa biodegradable.
La empresa creada por Ana Laborde, quien cursa la maestría en Innovación Empresarial y Tecnológica en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Monterrey, tiene planeado para finales del presente año producir de manera formal las bolsas y otros productos plásticos biodegradables.
El material desarrollado por los emprendedores mexicanos se degrada en menos de un año, comparado con las bolsas plásticas comunes que tardan en promedio 300 años en destruirse a la intemperie, además causan daño al ecosistema.
Las bolsas biodegradables creadas por BioSolutions están pensadas para empacar los productos del supermercado debido a que presentan la resistencia necesaria en esos usos, de acuerdo con las pruebas realizadas por la propia firma.
Además de las bolsas, también se podrá elaborar botellas, charolas, productos desechables y empaques de plástico con el desperdicio del agave.
De acuerdo con Ana Laborde se decidió emplear el bagazo debido a que ese material se considera desecho en la industria del tequila, una vez que es utilizado para la fabricación de la bebida. En tanto, para la elaboración de plásticos biodegradables actualmente se utiliza el almidón y fibra obtenida de papa y maíz.
“Me parecía ilógico que se cosecharan alimentos (como la papa y maíz) para crear productos desechables, y más cuando existe tanta gente que muere de hambre. Fue allí cuando tomamos un interés especial en el tema de productos biodegradables y nos acercamos a la industria del tequila que en parte de su proceso desecha fibras ricas en celulosa que bien podrían ser utilizadas en la elaboración de productos biodegradables”, comentó.
Ante la hipótesis de considerar que el bagazo del agave fuera lo más viable para dicho fin, la empresaria mexicana se acercó al Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA), y con especial asesoría del ingeniero Sergio Hernández Valdez logró obtener el compuesto necesario para crear la bolsa biodegradable.