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Se repite la historia de Noé

Cuando el diluvio llegó, fue demasiado tarde para salvarse

      No hay manera de que las cosas sean diferentes: se repetirá la historia de Noé y la humanidad. Así lo afirmó Jesucristo, el Hijo de Dios. Esto es muy triste, porque en los tiempos de Noé, el resultado final fue trágico y doloroso para mucha gente, a pesar de los esfuerzos de Noé para que no se perdiera, y esta historia se está repitiendo el día de hoy. Veamos los elementos.

     En los tiempos de Noé la maldad se había multiplicado.- El relato de la Biblia nos dice que la gente de la tierra se había corrompido sobremanera en ese tiempo de Noé; la maldad era total y el pensamiento continuo de los hombres era en contra de los demás. Esto entristeció a Dios, porque sus planes siempre han sido de bien para los hombres, pero las decisiones de los hombres trajeron dolor al corazón de Dios y al de los demás; por eso fue necesario juzgar a la humanidad, y Dios decidió enviar un diluvio que acabara con ellos, no sin antes enviarles a un mensajero que les invitara al arrepentimiento. Los tiempos actuales no son muy diferentes de los tiempos de Noé, en cuanto a la maldad de los hombres.

     Noé invitó a la gente al arrepentimiento.- Se calcula que Noé tardó 100 años en construir el arca, mismos años que aprovechó para predicar a la gente e invitarla a arrepentirse y volverse a Dios. Esta es una de las evidencias más grandes del amor de Dios, quien antes de destruir a los pecadores, les ofreció el perdón y la salvación a través del arrepentimiento. Es lo mismo que sucede hoy, cuando Dios sigue hablando de diversas maneras a la gente, para que deje de hacer lo malo y aprenda a hacer lo bueno; esta es la razón por la que gente que hace lo malo sigue cometiendo sus delitos sin que aparentemente Dios haga justicia, ya que el Señor les está dando un breve tiempo para que se arrepientan.

     Mientras Noé preparaba el acta, la gente se entretuvo en sus afanes.- Al principio de la predicación de Noé, la gente tuvo cierto interés, luego se burlaron de él y se dedicaron a vivir lo que consideraban una vida normal. El Señor Jesús se refiere a esta gente como “personas que comían, bebían y se casaban, hasta que Noé entró en el arca; y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos”. Comer, beber y casarse es parte de la vida, es algo a lo que todos aspiramos, asumiendo que de eso se trata este asunto de estar en este planeta. En efecto, Dios diseñó la vida para que necesitáramos comer y beber, y que anheláramos encontrar a otra persona para formar una familia. Estas son cosas normales y que no tienen algo de malo en sí. El problema fue que, por entretenerse en los afanes de la vida, esa gente se olvidó de escuchar a Dios y de responder a su mensaje de salvación. Aquí está el grave peligro: no podemos olvidarnos de la voz de Dios, tratando de vivir “una vida normal”.

     Cuando el diluvio llegó, fue demasiado tarde para salvarse.- El triste final de la historia en los tiempos de Noé, es que la gente se dio cuenta demasiado tarde de lo que estaba pasando, pero entonces ya no pudo salvarse, porque la puerta del arca se había cerrado y el diluvio ya había comenzado. Dios quiera que con nosotros no suceda lo mismo, sino que seamos como Noé, que escuchó y obedeció.

Angel Flores Rivero
iglefamiliar@hotmail.com     

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