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Santa María del Oro, laguna de paz
Enclavado entre bosques y montañas, este sitio es un manjar para la vista y un bálsamo para el alma
GUADALAJARA, JALISCO (01/JUL/2012).- Las fotografías invitan a renunciar a todo para visitar Santa María del Oro y admirar la belleza de la naturaleza en plenitud, permaneciendo en un estado contemplativo.
El municipio, ubicado al sur de Nayarit, tiene apenas 22 mil habitantes. Aunque posee su Centro Histórico, donde se encuentra el Templo del Señor de la Ascensión que data del siglo XVII; la laguna es su corazón y el principal atractivo turístico y abastecedor de su gastronomía, que se basa en el pez tilapia, con platillos como chicharrón de pescado, cuachala, capirotada y el ceviche estilo Santa María.
Debido a su origen volcánico y a su alta concentración de minerales, la laguna camaleónica muta de tonalidad yendo del verde esmeralda al azul ensoñador. La vida se mece apacible en los colores de este rincón aislado.
En 1530 el nombre del lugar era “Santa María de Acuitapílco”, en honor de la patrona del lugar y de la mina de Acuitapílco, ubicada en la cola de la laguna.
La laguna está situada en el cráter de un volcán y tiene un diámetro de dos kilómetros, aproximadamente. Aunque algunas fuentes calculan que su profundidad oscila entre los 60 y los 70 kilómetros, no se conoce a ciencia cierta qué tan honda es y los secretos que sus aguas esconden.
En Santa María también hay balnearios de aguas termales (uno en la localidad La Labor y otro en El Limón), a las que se atribuye la propiedad de sanar enfermedades y angustias. Además, a 10 minutos en carro está la zona arqueológica Los Toriles.
Lugar para el romance
Por la tranquilidad que inunda el ambiente, Santa María del Oro es destino predilecto para el romance, parejas que quieran rendirse a la quietud y a la introspección. Leer, charlar o disfrutar de juegos de mesa en la terraza o balcón de un hotel, con la laguna como imagen de fondo.
No obstante, también se puede aprovechar para viajar en familia o amigos y practicar deportes acuáticos como el esquí o kayak, pasear en yate o deslizarse en la tirolesa. Algunos hoteles organizan paseos en bicicleta por las montañas o excursiones en cuatrimoto para conocer los alrededores.
De igual forma, es un destino propicio para organizar encuentros empresariales, congresos y actividades de grupo; pero si se trata de tener una boda de cuento de hadas, Santa María del Oro es el espacio ideal.
La mayoría de los hoteles y restaurantes están sobre la ribera de la laguna. Algunos son muy exclusivos, pero se pueden encontrar opciones para todo tipo de bolsillo.
“El clima es caluroso y húmedo”, dice Nancy Guzmán, quien visitó el sitio hace poco más de un año. Los lugareños cuidan mucho la laguna, asegura. El agua está muy limpia y aunque en algunas zonas hay mucha maleza, es posible meterse a bañar, siempre y cuando se utilice chaleco salvavidas: “El problema es nadar muy adentro, porque hay lugares donde no se sabe qué tan profundo es o (si) hay remolinos de lodo”. Luego bromea diciendo que hay un túnel que se conecta con el Lago Ness y que el monstruo a veces llega a Santa María, una historia del lugar que también lo hace atractivo y misterioso.
No obstante, la leyenda que da origen a la Laguna de Santa María del Oro es una historia de amor: hace muchos años, en la ciudad de Michiztlán, vivía un rey con su esposa e hija, la hermosa Tepozilama. Un día, al salir de paseo, la chica conoció a un guerrero llamado Pintontli.
Los jóvenes se enamoraron sabiendo que sus ciudades eran rivales. Tiempo después, durante las festividades de Michiztlán, Tepozilama y Pintontli se escabulleron en un rincón de la montaña. El rey fue en busca de su hija y la descubrió con aquel joven; sintiéndose traicionado, ordenó que los atasen a un árbol, uno frente al otro, sin que pudieran amarse aún estando tan cerca. Entonces lloraron por días y noches. Sus lágrimas llenaron aquel cráter volcánico, donde a pesar de haber vertido su desdicha, ahora sólo hay paz.
TOMA NOTA
Cómo Llegar
Santa María del Oro está a 184 kilómetros de Guadalajara. En auto se puede tomar la autopista Guadalajara–Tepic y después la salida hacia Santa María del Oro, cruzar el pueblo y bajar hasta la laguna. Se hacen aproximadamente dos horas de camino.
Para viajar en autobús, hay que tomar primero uno hacia Tepic. De ahí, otro a Santa María del Oro y luego un taxi u otro camión hacia la laguna. O bien, es posible abordar un taxi desde Tepic hasta el espejo de agua.
Dónde dormir
Santa María Tau Resorts. Habitaciones desde mil 800 pesos.
Koala Bungalows. Habitaciones desde 600 pesos.
El municipio, ubicado al sur de Nayarit, tiene apenas 22 mil habitantes. Aunque posee su Centro Histórico, donde se encuentra el Templo del Señor de la Ascensión que data del siglo XVII; la laguna es su corazón y el principal atractivo turístico y abastecedor de su gastronomía, que se basa en el pez tilapia, con platillos como chicharrón de pescado, cuachala, capirotada y el ceviche estilo Santa María.
Debido a su origen volcánico y a su alta concentración de minerales, la laguna camaleónica muta de tonalidad yendo del verde esmeralda al azul ensoñador. La vida se mece apacible en los colores de este rincón aislado.
En 1530 el nombre del lugar era “Santa María de Acuitapílco”, en honor de la patrona del lugar y de la mina de Acuitapílco, ubicada en la cola de la laguna.
La laguna está situada en el cráter de un volcán y tiene un diámetro de dos kilómetros, aproximadamente. Aunque algunas fuentes calculan que su profundidad oscila entre los 60 y los 70 kilómetros, no se conoce a ciencia cierta qué tan honda es y los secretos que sus aguas esconden.
En Santa María también hay balnearios de aguas termales (uno en la localidad La Labor y otro en El Limón), a las que se atribuye la propiedad de sanar enfermedades y angustias. Además, a 10 minutos en carro está la zona arqueológica Los Toriles.
Lugar para el romance
Por la tranquilidad que inunda el ambiente, Santa María del Oro es destino predilecto para el romance, parejas que quieran rendirse a la quietud y a la introspección. Leer, charlar o disfrutar de juegos de mesa en la terraza o balcón de un hotel, con la laguna como imagen de fondo.
No obstante, también se puede aprovechar para viajar en familia o amigos y practicar deportes acuáticos como el esquí o kayak, pasear en yate o deslizarse en la tirolesa. Algunos hoteles organizan paseos en bicicleta por las montañas o excursiones en cuatrimoto para conocer los alrededores.
De igual forma, es un destino propicio para organizar encuentros empresariales, congresos y actividades de grupo; pero si se trata de tener una boda de cuento de hadas, Santa María del Oro es el espacio ideal.
La mayoría de los hoteles y restaurantes están sobre la ribera de la laguna. Algunos son muy exclusivos, pero se pueden encontrar opciones para todo tipo de bolsillo.
“El clima es caluroso y húmedo”, dice Nancy Guzmán, quien visitó el sitio hace poco más de un año. Los lugareños cuidan mucho la laguna, asegura. El agua está muy limpia y aunque en algunas zonas hay mucha maleza, es posible meterse a bañar, siempre y cuando se utilice chaleco salvavidas: “El problema es nadar muy adentro, porque hay lugares donde no se sabe qué tan profundo es o (si) hay remolinos de lodo”. Luego bromea diciendo que hay un túnel que se conecta con el Lago Ness y que el monstruo a veces llega a Santa María, una historia del lugar que también lo hace atractivo y misterioso.
No obstante, la leyenda que da origen a la Laguna de Santa María del Oro es una historia de amor: hace muchos años, en la ciudad de Michiztlán, vivía un rey con su esposa e hija, la hermosa Tepozilama. Un día, al salir de paseo, la chica conoció a un guerrero llamado Pintontli.
Los jóvenes se enamoraron sabiendo que sus ciudades eran rivales. Tiempo después, durante las festividades de Michiztlán, Tepozilama y Pintontli se escabulleron en un rincón de la montaña. El rey fue en busca de su hija y la descubrió con aquel joven; sintiéndose traicionado, ordenó que los atasen a un árbol, uno frente al otro, sin que pudieran amarse aún estando tan cerca. Entonces lloraron por días y noches. Sus lágrimas llenaron aquel cráter volcánico, donde a pesar de haber vertido su desdicha, ahora sólo hay paz.
TOMA NOTA
Cómo Llegar
Santa María del Oro está a 184 kilómetros de Guadalajara. En auto se puede tomar la autopista Guadalajara–Tepic y después la salida hacia Santa María del Oro, cruzar el pueblo y bajar hasta la laguna. Se hacen aproximadamente dos horas de camino.
Para viajar en autobús, hay que tomar primero uno hacia Tepic. De ahí, otro a Santa María del Oro y luego un taxi u otro camión hacia la laguna. O bien, es posible abordar un taxi desde Tepic hasta el espejo de agua.
Dónde dormir
Santa María Tau Resorts. Habitaciones desde mil 800 pesos.
Koala Bungalows. Habitaciones desde 600 pesos.