Suplementos
Playa del Carmen y su Quinta Avenida
Colores, aromas y tradiciones de todo el mundo, se fusionan en este andador bordeado por el Mar Caribe
GUADALAJARA, JALISCO (27/FEB/2011).- Hasta hace algunos años, Playa del Carmen era una aldea de pescadores con calles arenosas, su nombre en lengua maya era Xamán-Há, en aquel tiempo, sólo los exploradores deseosos de aventura la visitaban. Hoy, es la mayor población de la Riviera Maya, con cerca de 50 mil habitantes establecidos muestra una peculiar mezcla entre la vieja aldea de pescadores y una atmósfera completamente cosmopolita.
El territorio ocupado por el antiguo poblado Xamán-Há, resguarda en las cercanías más de 200 estructuras de diversas dimensiones, testigos de piedra que demuestran la relevancia de las culturas prehispánicas y que son parte de los principales atractivos para los visitantes.
Xamán era un punto primordial de enlace, tanto por cuestiones religiosas como por acercamiento entre la parte continental de la región con la isla de Cozumel en el Mar Caribe, en la actualidad se le conoce como Playa del Carmen, una pequeña ciudad que se ha posicionado como uno de los destinos más atractivos del Caribe mexicano. La diversidad de culturas que se mezclan en el lugar, la gastronomía, la belleza natural de sus playas y las zonas para hacer compras, así como los centros de entretenimiento nocturno, son un imán para turistas de todas partes del mundo.
Su idónea ubicación en el corazón de la Riviera Maya, a tan sólo 68 kilómetros al sur de Cancún, le regala un clima semitropical, lo que permite que reinen los días soleados la mayor parte del año, y con ellos el deleite de las diversas actividades.
“Playa”, como sencillamente es nombrada por lugareños y visitantes, ofrece todo lo que un turista puede pedir para unos días de descanso o extrema diversión.
“Playa” también se distingue por ser un lugar romántico y con un estilo de vida muy europeo, sus calles, algunas adoquinadas, dejan ver reflejos del viejo continente y basta con una corta caminata para encontrase de frente con el romanticismo de las playas de arena suave y blanca. El oleaje tranquilo que golpea suavemente la orilla del mar y los atardeceres luminosos –que llegan a temprana hora–, seden paso a dos cosas: más romance o diversión al por mayor.
La protagonista de la ciudad
Las calles más céntricas de Playa del Carmen lucen repletas de cafés, tiendas, pequeños hoteles y restaurantes. Algunas personas incluso se aventuran a compararlas con los viejos callejones de la antigua Babilonia, sólo que este lugar caribeño se ve bañado por la vanguardia y diversidad.
Entre todas esas calles existe una peatonal y adoquinada de principio a fin, que se impone sin mayor esfuerzo, se trata de un paraje donde resulta de lo más común escuchar pláticas en varios idiomas, desde los diferentes dialectos mayas hasta las lenguas más recurridas en el mundo entero.
En la Quinta Avenida todos conviven en un ambiente armónico y festivo que se enmarca por una de las playas más hermosas de México.
A lo largo y ancho, este gran andador se deja ver como el principal centro de reunión de la cosmopolita cuidad caribeña, asimismo, vale la pena decir que se encuentra bordeado por un sinfín de tiendas de artesanías, así como algunas marcas internacionales o pequeñas boutiques de diseñadores en nacimiento, todos, sin importar género, creencia o nacionalidad, han encontrado su lugar en alguna coordenada de “La quinta”.
En cuanto a los restaurantes, la variedad es infinita si se trata sólo de unas vacaciones, quien lo desee no tendrá la necesidad de probar más de un platillo de la misma zona del mundo. La comida maya, yucateca, francesa, italiana, alemana, árabe y argentina, entre muchas otras, se encuentra en una misma zona, donde la camaradería y el intercambio cultural son los ingredientes principales. La mayoría de los restaurantes ofrecen asientos al aire libre y bajo las estrellas, algunos con inigualables vistas a la avenida o a la playa.
Sobre la quinta también se encuentran los hoteles más acogedores, ninguno a la orilla del mar, pero si ante la majestuosidad de una avenida llena de tradiciones y aromas exóticos. La mayoría de los hoteles ofrecen club –con lugares reservados y servicio de coctelería– en Playa Mamitas, que se encuentra a tan sólo unas calles de la Quinta Avenida.
Aunque algunos podrían pensar que resulta molesto no tener la playa en el propio hotel, la realidad es que la atmósfera te atrapa mientras caminas por la magnifica zona. Las calles adoquinadas y los muy diversos restaurantes, cada uno decorado para resaltar por sí sólo o bien, para reflejar la cultura propia de su país de origen, se convierten en una galería para el paseante. Aquí, el mayor reto radica en no pararse ante cada local mientras se camina por los andadores.
Los grandes hoteles en “Playa” son diminutos comparados con los de Cancún, pero por su diseño y comodidad encajan a la perfección con el clima que los rodea. La mayoría se encuentra a menos de tres cuadras de la playa, y los hay para todos los gustos: desde el lujoso que brinda todos los servicios, incluso aquellos en lo espeso de la escena nocturna, como Mosquito Blue o Deseo, hasta aquellos que tienen un aire más tropical y que con su decoración evocan constantemente los recuerdos de la cultura maya, como el Tukan Hotel, que se encuentra en la ubicación precisa, justo a la mitad de la avenida.
Casi todo lo que Playa del Carmen ofrece está a una distancia que se recorre caminando. Precisamente así, andando a pie, es como los turistas encontraron una de sus actividades favoritas, no importa si es por la mañana o ya entrada la noche, la ciudad se percibe viva las 24 horas del día.
El folclor de “Playa” no termina ahí. Frecuentemente aparecen distintos grupos de entretenimiento que muestran su show en el centro de la avenida. Durante la caminata, irremediablemente se escuchan canciones típicas provenientes de diversos establecimientos y, lo mejor de todo es que en cualquier momento del día, hay al menos un lugar que permanece abierto para ofrecer un variado menú gastronómico, diversión o los recuerdos más tradicionales y llamativos de las culturas mexicanas.
¿Por qué la gente se reúne aquí?
La Quinta Avenida es un lugar donde se olvida cualquier rivalidad, donde un canadiense disfruta de los tradicionales tacos mexicanos y un mexicano prueba las delicias que se preparan en un restaurante argentino, cubano o brasileño.
Los acentos se fusionan y crean nuevos sonidos que sólo se perciben en este paraje. La ropa, las costumbres y hasta las diferentes maneras de saludar, dan vida a personajes originales, únicos e irrepetibles. Los cantos y bailes hacen de la quinta un sitio inigualable, un lugar lleno de luces y coloridas banderas que dan la bienvenida a visitantes de cualquier parte del mundo.
EL INFORMADOR/ ALEJANDRA JIMÉNEZ
El territorio ocupado por el antiguo poblado Xamán-Há, resguarda en las cercanías más de 200 estructuras de diversas dimensiones, testigos de piedra que demuestran la relevancia de las culturas prehispánicas y que son parte de los principales atractivos para los visitantes.
Xamán era un punto primordial de enlace, tanto por cuestiones religiosas como por acercamiento entre la parte continental de la región con la isla de Cozumel en el Mar Caribe, en la actualidad se le conoce como Playa del Carmen, una pequeña ciudad que se ha posicionado como uno de los destinos más atractivos del Caribe mexicano. La diversidad de culturas que se mezclan en el lugar, la gastronomía, la belleza natural de sus playas y las zonas para hacer compras, así como los centros de entretenimiento nocturno, son un imán para turistas de todas partes del mundo.
Su idónea ubicación en el corazón de la Riviera Maya, a tan sólo 68 kilómetros al sur de Cancún, le regala un clima semitropical, lo que permite que reinen los días soleados la mayor parte del año, y con ellos el deleite de las diversas actividades.
“Playa”, como sencillamente es nombrada por lugareños y visitantes, ofrece todo lo que un turista puede pedir para unos días de descanso o extrema diversión.
“Playa” también se distingue por ser un lugar romántico y con un estilo de vida muy europeo, sus calles, algunas adoquinadas, dejan ver reflejos del viejo continente y basta con una corta caminata para encontrase de frente con el romanticismo de las playas de arena suave y blanca. El oleaje tranquilo que golpea suavemente la orilla del mar y los atardeceres luminosos –que llegan a temprana hora–, seden paso a dos cosas: más romance o diversión al por mayor.
La protagonista de la ciudad
Las calles más céntricas de Playa del Carmen lucen repletas de cafés, tiendas, pequeños hoteles y restaurantes. Algunas personas incluso se aventuran a compararlas con los viejos callejones de la antigua Babilonia, sólo que este lugar caribeño se ve bañado por la vanguardia y diversidad.
Entre todas esas calles existe una peatonal y adoquinada de principio a fin, que se impone sin mayor esfuerzo, se trata de un paraje donde resulta de lo más común escuchar pláticas en varios idiomas, desde los diferentes dialectos mayas hasta las lenguas más recurridas en el mundo entero.
En la Quinta Avenida todos conviven en un ambiente armónico y festivo que se enmarca por una de las playas más hermosas de México.
A lo largo y ancho, este gran andador se deja ver como el principal centro de reunión de la cosmopolita cuidad caribeña, asimismo, vale la pena decir que se encuentra bordeado por un sinfín de tiendas de artesanías, así como algunas marcas internacionales o pequeñas boutiques de diseñadores en nacimiento, todos, sin importar género, creencia o nacionalidad, han encontrado su lugar en alguna coordenada de “La quinta”.
En cuanto a los restaurantes, la variedad es infinita si se trata sólo de unas vacaciones, quien lo desee no tendrá la necesidad de probar más de un platillo de la misma zona del mundo. La comida maya, yucateca, francesa, italiana, alemana, árabe y argentina, entre muchas otras, se encuentra en una misma zona, donde la camaradería y el intercambio cultural son los ingredientes principales. La mayoría de los restaurantes ofrecen asientos al aire libre y bajo las estrellas, algunos con inigualables vistas a la avenida o a la playa.
Sobre la quinta también se encuentran los hoteles más acogedores, ninguno a la orilla del mar, pero si ante la majestuosidad de una avenida llena de tradiciones y aromas exóticos. La mayoría de los hoteles ofrecen club –con lugares reservados y servicio de coctelería– en Playa Mamitas, que se encuentra a tan sólo unas calles de la Quinta Avenida.
Aunque algunos podrían pensar que resulta molesto no tener la playa en el propio hotel, la realidad es que la atmósfera te atrapa mientras caminas por la magnifica zona. Las calles adoquinadas y los muy diversos restaurantes, cada uno decorado para resaltar por sí sólo o bien, para reflejar la cultura propia de su país de origen, se convierten en una galería para el paseante. Aquí, el mayor reto radica en no pararse ante cada local mientras se camina por los andadores.
Los grandes hoteles en “Playa” son diminutos comparados con los de Cancún, pero por su diseño y comodidad encajan a la perfección con el clima que los rodea. La mayoría se encuentra a menos de tres cuadras de la playa, y los hay para todos los gustos: desde el lujoso que brinda todos los servicios, incluso aquellos en lo espeso de la escena nocturna, como Mosquito Blue o Deseo, hasta aquellos que tienen un aire más tropical y que con su decoración evocan constantemente los recuerdos de la cultura maya, como el Tukan Hotel, que se encuentra en la ubicación precisa, justo a la mitad de la avenida.
Casi todo lo que Playa del Carmen ofrece está a una distancia que se recorre caminando. Precisamente así, andando a pie, es como los turistas encontraron una de sus actividades favoritas, no importa si es por la mañana o ya entrada la noche, la ciudad se percibe viva las 24 horas del día.
El folclor de “Playa” no termina ahí. Frecuentemente aparecen distintos grupos de entretenimiento que muestran su show en el centro de la avenida. Durante la caminata, irremediablemente se escuchan canciones típicas provenientes de diversos establecimientos y, lo mejor de todo es que en cualquier momento del día, hay al menos un lugar que permanece abierto para ofrecer un variado menú gastronómico, diversión o los recuerdos más tradicionales y llamativos de las culturas mexicanas.
¿Por qué la gente se reúne aquí?
La Quinta Avenida es un lugar donde se olvida cualquier rivalidad, donde un canadiense disfruta de los tradicionales tacos mexicanos y un mexicano prueba las delicias que se preparan en un restaurante argentino, cubano o brasileño.
Los acentos se fusionan y crean nuevos sonidos que sólo se perciben en este paraje. La ropa, las costumbres y hasta las diferentes maneras de saludar, dan vida a personajes originales, únicos e irrepetibles. Los cantos y bailes hacen de la quinta un sitio inigualable, un lugar lleno de luces y coloridas banderas que dan la bienvenida a visitantes de cualquier parte del mundo.
EL INFORMADOR/ ALEJANDRA JIMÉNEZ