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Nuevos sabores en Los Chilaquiles
El popular restaurante agrega a su carta un nuevo platillo, con profundas raíces mexicanas
GUADALAJARA, JALISCO (31/MAY/2015).- Atención, amantes de la buena cocina y satisfacer “al diente” con deliciosos sabores! El restaurante de Los Chilaquiles se encuentra de fiesta. Y es que esta semana rescataron del recetario familiar una deliciosa birria tatemada, preparación que tiene más de 60 años de historia, y que fue perfeccionada por Don Esteban, jefe de cocina del lugar.
Para Toño Sánchez, quien es fundador y director general de Los Chilaquiles, la introducción de esta birria tatemada —elaborada en olla de barro y siguiendo sabores tradicionales— es motivo de celebración y sobre todo, el fruto de un largo trabajo de investigación, realizado a través de distintas birrierías de todo el Estado, desde las de Jocotepec hasta Cocula, pasando por Acatlán, San Miguel Cuyutlán, la carretera a Chapala, San Juan de Dios y las Nueve Esquinas en la Perla Tapatía.
El autor de la receta de la birria tatemada es Don Néstor Flores, abuelo del actual dueño de Los Chilaquiles, quien señala que la incorporación de este platillo a la carta es motivo de orgullo para quienes trabajan en este lugar. “Cada pueblo tiene su variedad por lo que nosotros, después de probar esas deliciosas birrias,buscamos que tuviera un sabor distintivo de la casa, que se diferenciara de las demás, ya sea por el proceso de marinado o el proceso de cocción, y sí, tiene su toquecito de la cocina de Los Chilaquiles”.
Los ingredientes perfectos
Es cierto que la birria tatemada puede prepararse en cualquier lugar, pero únicamente en Los Chilaquiles tiene “ese” toque especial. ¿La razón? Una de las primeras es la selección de la carne, que debe ser tierna y suave. En el caso de la que aquí se sirve, se usa una combinación de dos tipos de cortes de carne de res y tres cortes de carne de cerdo.
El dueño de Los Chilaquiles explica que “el secreto de esta birria radica también en que está hecha en olla de barro porque aunque la puedes cocer en aluminio, en acero inoxidable y hasta acelerar el proceso en una olla de presión, hemos hecho pruebas y no sabe igual”.
“Nuestra birria tiene un sabor de antaño, un sabor que ya no es común encontrar porque se cocina a fuego lento y se cuece en su propio jugo, en un proceso de casi 24 horas. La olla de barro juega un papel muy importante también en el resultado final. Además, nosotros la acompañamos con dos taquitos paseados, que son unos tacos de frijoles fritos con la tortilla bañadita en el consomé y pasados sólo 2 ó 3 minutos por la plancha”, remata el dueño.
Para Toño Sánchez, quien es fundador y director general de Los Chilaquiles, la introducción de esta birria tatemada —elaborada en olla de barro y siguiendo sabores tradicionales— es motivo de celebración y sobre todo, el fruto de un largo trabajo de investigación, realizado a través de distintas birrierías de todo el Estado, desde las de Jocotepec hasta Cocula, pasando por Acatlán, San Miguel Cuyutlán, la carretera a Chapala, San Juan de Dios y las Nueve Esquinas en la Perla Tapatía.
El autor de la receta de la birria tatemada es Don Néstor Flores, abuelo del actual dueño de Los Chilaquiles, quien señala que la incorporación de este platillo a la carta es motivo de orgullo para quienes trabajan en este lugar. “Cada pueblo tiene su variedad por lo que nosotros, después de probar esas deliciosas birrias,buscamos que tuviera un sabor distintivo de la casa, que se diferenciara de las demás, ya sea por el proceso de marinado o el proceso de cocción, y sí, tiene su toquecito de la cocina de Los Chilaquiles”.
Los ingredientes perfectos
Es cierto que la birria tatemada puede prepararse en cualquier lugar, pero únicamente en Los Chilaquiles tiene “ese” toque especial. ¿La razón? Una de las primeras es la selección de la carne, que debe ser tierna y suave. En el caso de la que aquí se sirve, se usa una combinación de dos tipos de cortes de carne de res y tres cortes de carne de cerdo.
El dueño de Los Chilaquiles explica que “el secreto de esta birria radica también en que está hecha en olla de barro porque aunque la puedes cocer en aluminio, en acero inoxidable y hasta acelerar el proceso en una olla de presión, hemos hecho pruebas y no sabe igual”.
“Nuestra birria tiene un sabor de antaño, un sabor que ya no es común encontrar porque se cocina a fuego lento y se cuece en su propio jugo, en un proceso de casi 24 horas. La olla de barro juega un papel muy importante también en el resultado final. Además, nosotros la acompañamos con dos taquitos paseados, que son unos tacos de frijoles fritos con la tortilla bañadita en el consomé y pasados sólo 2 ó 3 minutos por la plancha”, remata el dueño.