Suplementos

“¿Matrimonios desechables?”

Nos cuenta San Marcos 10, 2 en adelante que los fariseos presentaron el tema del divorcio ante Jesús, pero con la intención de tentarle y poder atraparlo en una declaración desafortunada

     Una encuesta reciente señala que 1 de cada 10 matrimonios llevados a cabo en el tiempo presente concluirá en divorcio. Esta encuesta del 10% de fracasos matrimoniales podría parecer baja, si no tuviéramos en cuenta de que el divorcio puede parecer una solución, pero en realidad es una tragedia. Aunque el tema del divorcio siempre causa polémica (la causó en el tiempo de Jesús), es importante leer lo que Dios ha dicho al respecto.
    Nos cuenta San Marcos 10, 2 en adelante que los fariseos presentaron el tema del divorcio ante Jesús, pero con la intención de tentarle y poder atraparlo en una declaración desafortunada. El punto de partida fue lo que Moisés había ordenado en la Ley, y desde ese punto de vista el divorcio era posible, pero la historia demostró que los judíos no podían ponerse de acuerdo en las causas legítimas para un divorcio legal. El mandamiento autorizaba al hombre a dar carta de divorcio a su mujer, si es que encontraba en ella “una cosa indecente”; el asunto es que desde entonces fue tema de apasionado debate lo que era esa “cosa indecente”.
    Algunos maestros propusieron que eso se refería a ofensas graves en contra del esposo o su familia, mientras que otros llegaban a considerar que una comida mal cocinada o quemada era suficiente como “cosa indecente”, para dar la carta de despedida a la esposa. Incluso el día de hoy se establece el divorcio como una salida para evitar males mayores, pero los juzgados pueden dar fe de que es un proceso muy cruento y desgastante para todos los involucrados.
    Jueces opinan, moralistas aportan sus puntos de vista, hijos afectados por la separación de sus padres lamentan su dolor, abogados litigan y amigos aconsejan alrededor del divorcio de las parejas, pero en medio de tantas voces conviene preguntar: ¿Qué piensa Dios? ¿Qué dijo Jesús? ¿Debe considerarse al matrimonio como algo desechable?
    La respuesta es sencilla y contundente. Jesús dijo “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”. Aquí está la clave. Aunque nos gusta pensar que quien une al matrimonio son los hijos, un papel firmado, los intereses familiares, la tradición del apellido, la situación económica y muchas otras cosas más, en realidad el matrimonio se da en primer lugar porque Dios ha bendecido y unido para siempre a la pareja.
    De modo que cuando se plantea un divorcio, usualmente se pide la opinión de los conyugues, de sus hijos y de los expertos, pero casi nunca se considera preguntar a Dios acerca de su opinión. La opinión de Dios es que lo que Él hace es bueno, y su deseo es que perdure toda la vida. Después de todo, el matrimonio es una invención divina, y tiene el respaldo de Dios para que pueda salir delante de todos sus problemas.
    Jesús dijo que la razón para no romper un matrimonio a través del divorcio, es que se trata de algo que Dios ha unido. Él no mencionó que debía evitarse por causa de los hijos, o para evitar la promiscuidad sexual, o el desenfreno de la sociedad, sino que enfatizó el hecho de lo que es la voluntad de Dios.
    Hoy en día no es popular considerar la voluntad de Dios como el primer elemento para tomar decisiones, pero el no hacerlo explica el porqué el mundo está como está. Nuestras malas decisiones por hacer a un lado lo que Dios dice de las mismas, ha traído como resultado el dolor, la soledad, las enfermedades  y la tristeza que tenemos como sociedad. La próxima vez que vaya a tomar una decisión importante, ¿por qué no preguntarle primero a Dios?
            

Angel Flores Rivero    
iglefamiliar@hotmail.com


   

Temas

Sigue navegando