Suplementos

De Alaska a Guadalajara: en bici

A partir de hoy se podrá seguir la travesía de los jóvenes estudiantes del ITESO

GUADALAJARA, JALISCO (17/MAY/2010).- A partir de hoy se podrá seguir la travesía de los jóvenes estudiantes del ITESO que viajarán de Alaska a Guadalajara en bicicleta, su objetivo es promover la bicicleta como un medio alternativo de transporte. Dicho viaje podrá ser seguido por los simpatizantes a través de un blog.

Un viaje poco habitual. De Alaska a Guadalajara en bicicleta. Daniel Isita y Mario Juan Pablo Covarrubias viajarán a partir de hoy, y durante 96 días por un sólo motivo: impulsar la movilidad no motoriza en Guadalajara.

Su proyecto comenzó en 2007, en un viaje por Canadá conocieron a otro viajero que pedaleaba de punta a punta por el continente americano y los motivó a tener su propia aventura. Sin embargo, la falta de tiempo y recursos los obligó a aplazar los planes. Pero en 2009 los retomaron y pusieron como fecha de partida el 2010.

“Necesitamos empezar a mover ciertos sectores de la sociedad y no quedarnos callados. Creo que mucho tiempo el sector estudiantil ha estado un poco apagado y pues queremos dar a conocer nuestras inquietudes: qué queremos, qué pedimos y cómo lo queremos”, dice Daniel sobre sus motivaciones.
 
El viaje
Las bicicletas y el equipo de viaje están preparados. La ruta ya la tienen marcada comenzarán en Anchorage, en Alaska; continuará por algunas ciudades canadienses; luego por la carretera costera de Estados Unidos; cruzarán por Tijuana y avanzarán hasta  Baja California Sur, ahí tomarán una embarcación para cruzar por mar a Mazatlán; después seguirán pedaleando por autopistas hasta llegar a Guadalajara. La fecha programada para el final del recorrido es el 20 de agosto, ese día ingresarán a la ciudad por la avenida Vallarta.

Ambos tendrán que sobrevivir cada día con 30 dólares. Sus descansos los harán en zonas de campamento y pedirán posada en algunos puntos del trayecto de regreso al país. Los dos jóvenes de 19 años reseñan sus planes con la experiencia que les dan sus viajes pasados: han pedaleado a ciudades como Ciudad Guzmán y por Nueva Zelanda.

Daniel y “Mogly” llevarán equipajes austeros: ropa para pedalear cómodos, un traje de baño, un impermeable, un par de calcetines, linterna, mucha herramienta y sus amuletos para el buen viaje: unas banderas de rezo del Tíbet y unas monedas de una tribu canadiense.
Avanzarán 90 kilómetros diarios y descansarán un día.

Sobre su entrenamiento previo cuentan que la experiencia de otros viajes les ha servido, pero lo que más les ha consumido tiempo es conseguir el financiamiento del viaje: “Es la primera vez que lo hacemos con patrocinios y ha sido la mayor traba”, confiesa Daniel.
Ellos pagaron su boleto de avión y sus bicicletas: la “Jorololó” y la “Pachamama”. Los demás gastos corren por cuenta de un grupo de simpatizantes con su causa, desde un equipo médico, un bar, una notaria, una tienda de bicicletas, padres de familia,  una organización civil y hasta una panadería.

Pedalear 96 días, 90 kilómetros diarios requiere de un esfuerzo especial, además del físico. Ambos ciclistas expresan lo que les da fuerza para emprender el viaje: “Mi punto es la experiencia de estar ahí en el contacto con la bici, la carretera y el camino. Son experiencias casi inexplicables, demasiado emotivas, creo que son viajes que nos sacan de una rutina enajenante. Te sientes, ahora sí, vivo, por más cansado y agotado que estés, es como ese sentimiento de vivir y gozar estar allá afuera”, describe Daniel.
“Más que desgaste físico es el desgaste mental de día a día. Tienes que ser muy buen amigo de con el que te vas, sino al segundo día ya tienen broncas”.

Y, ¿ustedes son buenos amigos? Asienten y cuentan que lo son desde que fueron compañeros en el Instituto de Ciencias, porque ambos compartían el gusto por andar en bicicleta.
 
Para seguir los detalles del viaje puede consultar el Blog que se publicará a través de la página www.iteso.mx

Temas

Sigue navegando