“Relanzamiento”

A manera de preámbulo...

En Brasil lo contaban como chiste: un canal de televisión, en Río de Janeiro, lanzó al aire cierto programa de concurso. Los premios: para el ganador, tres días con todos los gastos pagados en Sao Paulo; para el segundo lugar, cinco días con todos los gastos pagados en Sao Paulo; para el tercer lugar..., una semana con todos los gastos pagados en Sao Paulo.

—II—
Al grano...
Primero trascendió que el Ayuntamiento de Guadalajara pagaría cuatro millones de pesos a una empresa española (Cities), por un estudio sobre “la proyección a futuro” del Centro de la ciudad. Ahora se anuncia que hoteleros, restauranteros y similares preparan un “relanzamiento de Guadalajara como destino turístico”. Se trataría, en el primer caso, de complementar los afanes —buenas intenciones, de las que hay que esperar que no se agreguen a tantas y tantas que sólo han servido, según reza el adagio, para empedrar el camino del infierno— de la actual administración para revertir la inercia negativa de los últimos años, que han sido de abandono gradual, deterioro y ruina del corazón de la otrora orgullosa “Perla Tapatía”. En el segundo, se trataría de contrarrestar el impacto negativo de la crisis económica global de los últimos meses, a la que se han sumado las molestias y la mala imagen de la ciudad por “el escarbadero” en las calles del Primer Cuadro, y, para colmo de desgracias, los cierres de negocios por la contingencia sanitaria de las últimas semanas.
Los más ancianos de la comarca saben que si algo abunda en la historia de Guadalajara son proyectos para “reactivar” el Centro y para “promover” el turismo hacia la ciudad: películas (“Guadalajara en Verano”...), telenovelas (“Las Tontas no van al Cielo”...), viajes al extranjero —a España, muy particularmente— de “comisiones edilicias” para observar “modelos” que pudieran aplicarse...

—III—
Colofón...
Habrá que ir encendiendo veladoras para que el corolario de estos afanes no sea algún programa de concurso en un programa de televisión en el Distrito Federal, que ofrezca los siguientes premios: al primero, tres días con gastos pagados en Guadalajara; al segundo, cinco días con gastos pagados en Guadalajara; al tercero, una semana con gastos pagados en Guadalajara.
(Porque no faltaría el ingenuo que disparara la pregunta obvia: “No entendí bien: ¿era premio... o castigo?”).

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