regresa a la actividad
como atractivo turístico
símbolo de la ciudad.
Le dieron “mano de gato”
para dejarla hermoseada
y se pueda disfrutar
a placer una “tocada”.
Alumbrado, piso nuevo,
las fachadas de colores...
pero... el pero que nunca falta:
¡Siguen los malos olores!