Hopenhagen

Las normas para el consumo de energía en los edificios, los esquemas de etiquetado energético para los dispositivos eléctricos como lo han hecho en Dinamarca, la serie de campañas en donde se promueve el ahorro de energía en las casas y los acuerdos a los que han llegado para el ahorro en los sectores industriales, así como la aplicación de los impuestos especiales por el consumo de energía, son algunas de las medidas que han tomado en ese país, con lo que ha llegado a ser uno de los mejores ejemplos en el mundo y en la Unión Europea, demostrando que sí se puede defender el medio ambiente y evitar que siga el caos relacionado con el calentamiento global.

Los impuestos relacionados con el consumo de energía han contribuido para que se refleje de manera correcta el precio del consumo, el costo de la producción y el uso de energía. Por todo esto, los daneses están trabajando desde 2005 para disminuir el consumo, a pesar de tener uno de los climas más fríos y largos en este planeta.

El 7 de diciembre serán los anfitriones de la reunión internacional sobre el calentamiento global en esa ciudad que ahora le llaman HOPENHAGEN, o la ciudad de la esperanza, pues hasta hoy, las expectativas son bajas, pues tanto los Estados Unidos como China parece que no llegarán con propuestas concretas, sino generalidades.

Y nosotros nos preguntamos si es porque siguen creyendo que los desastres en la Naturaleza se deben a los problemas entre los dioses Oberón y Titania, representantes de las fuerzas de la Naturaleza, que cuando se pelean es Titania la que nos cuenta cómo se organiza el caos en la Naturaleza, “pues el viento, en venganza, nos llamaría en vano con sus flautas, mientras absorben las contagiosas nieblas del mar que luego hacen que se precipiten sobre la Tierra, convirtiendo al humilde río en uno orgulloso que luego se desborda en sus riberas y, en consecuencia, es en vano que el buey haya jalado el yugo y que el labriego haya perdido sus sudores, pues el verde grano se echa a perder antes de que adquiriera la barba de la juventud. El redil ha quedado abandonado en el campo anegado y los cuervos se sacian en el ganado infecto de morriña”, tal como lo leemos en el Sueño de una noche de verano.

La próxima reunión será clave para evitar las sequías, las inundaciones y los deshielos, tres síntomas del cambio climático que ahora son más perceptibles y que ya no son sólo una amenaza, sino una realidad palpable como lo hemos visto en Veracruz y Tabasco y en el Norte de Inglaterra con miles de damnificados.

Por eso, es vital que el pacto de Hopenhagen sea más efectivo y más específico que el de Kyoto, sobre todo en los compromisos que adquieran los países que más están contaminando la atmósfera.

Ojalá se cumpla esa esperanza y se empiece a resolver el problema para dejarles un mundo mejor a nuestros nietos.

MARTÍN CASILLAS DE ALBA / Escritor y cronista.
Correo electrónico: malba99@yahoo.com
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