México
Detectan abusos contra visitantes
El programa de Profeco contempla la exhibición de precios y tarifas de productos y servicios a cada uno de los comerciantes en la zona
CIUDAD DE MÉXICO.- Las denuncias más frecuentes de abusos contra pregrinos en la Basílica de Guadalupe este jueves han sido la venta de comida en general, en especial el aumento de precio en aguas embotelladas y refrescos, reportando incrementos hasta de 50%, informó el delegado norte de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Rodolfo Mondragón Monrroy.
Incluso el precio de los pambazos, platillo típico, fue reportado en 40 pesos.
Con motivo del 477 aniversario de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac, cada año son miles los visitantes que acuden al santuario y en las inmediaciones adquieren todo tipo de alimentos y artículos relacionados con la fe, como rosarios de 10 a 20 pesos o bien, imágenes enmarcadas de la Virgen de entre 20 y 150 pesos.
Se vende además la aplicación de sellos marianos en mejillas u otras partes del cuerpo. También se expenden playeras, afiches y paliacates. Las veladoras se ofrecen en varios precios, las más pequeñas, hasta en 60 pesos con detalles artesanales.
En el rubro culinario es posible encontrar quesadillas de 20, pambazos con costos normales de 18 pesos y los famosos caldos con arroz “que son buenos para revivir el alma” después de la larga caminata a 35 pesos el plato. Muchos de los visitantes llegan en bicicletas o bien caminando, cumpliendo alguna manda, como don Joaquín, que salió de Amecameca ayer a las cuatro de la tarde; llegó hoy a las 10 de la mañana.
Primero visitó a “la Morenita”, y agradeció cada uno de los favores recibidos. Una vez hecho esto, pasó a curarse los pies para después ir a comer.
Como parte del Programa Basílica 2008, la Procuraduría Federal del Consumidor desplegó cinco módulos encargados de vigilar los precios de víveres durante la visita de peregrinos a la Basílica de Guadalupe. El motivo de la implementación del programa es evitar abusos a los visitantes, comentó el titular de la dependencia, Antonio Morales de la Peña.
El programa de Profeco contempla la exhibición de precios y tarifas de productos y servicios a cada uno de los comerciantes en la zona, mediante nueve mil 500 preciadores aproximadamente en donde se indica el producto y el precio que le corresponde.
Incluso el precio de los pambazos, platillo típico, fue reportado en 40 pesos.
Con motivo del 477 aniversario de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac, cada año son miles los visitantes que acuden al santuario y en las inmediaciones adquieren todo tipo de alimentos y artículos relacionados con la fe, como rosarios de 10 a 20 pesos o bien, imágenes enmarcadas de la Virgen de entre 20 y 150 pesos.
Se vende además la aplicación de sellos marianos en mejillas u otras partes del cuerpo. También se expenden playeras, afiches y paliacates. Las veladoras se ofrecen en varios precios, las más pequeñas, hasta en 60 pesos con detalles artesanales.
En el rubro culinario es posible encontrar quesadillas de 20, pambazos con costos normales de 18 pesos y los famosos caldos con arroz “que son buenos para revivir el alma” después de la larga caminata a 35 pesos el plato. Muchos de los visitantes llegan en bicicletas o bien caminando, cumpliendo alguna manda, como don Joaquín, que salió de Amecameca ayer a las cuatro de la tarde; llegó hoy a las 10 de la mañana.
Primero visitó a “la Morenita”, y agradeció cada uno de los favores recibidos. Una vez hecho esto, pasó a curarse los pies para después ir a comer.
Como parte del Programa Basílica 2008, la Procuraduría Federal del Consumidor desplegó cinco módulos encargados de vigilar los precios de víveres durante la visita de peregrinos a la Basílica de Guadalupe. El motivo de la implementación del programa es evitar abusos a los visitantes, comentó el titular de la dependencia, Antonio Morales de la Peña.
El programa de Profeco contempla la exhibición de precios y tarifas de productos y servicios a cada uno de los comerciantes en la zona, mediante nueve mil 500 preciadores aproximadamente en donde se indica el producto y el precio que le corresponde.