Jalisco
Tener una mina de sal le dio importancia a la laguna de Sayula
La Picota debió ser uno de los complejos prehispánicos más relevantes del sur del estado de Jalisco y quizá el más importante de dicha cuenca, en el Epiclásico.
México.- Tener una mina de sal tierra adentro le dio una importancia especial a la región de la cuenca de la laguna de Sayula, en Jalisco, porque los pobladores no tenían que ir hasta la costa para obtenerla, es un recurso que controlaron y del que obtenían muy buenos ingresos.
En ese sentido, la laguna de Sayula fue similar al lago de Texcoco en el Altiplano Central, de ahí la importancia y singularidad de los sitios prehispánicos que se asentaron en sus alrededores, donde la sal fue un elemento cultural y de codicia comercial.
Investigaciones realizadas desde 1990, en los cerca de 200 kilómetros cuadrados de extensión de la región que abarca cinco municipios del estado se han detectado por lo menos 200 sitios arqueológicos, cinco de los cuales parecen haber sido importantes centros políticos y religiosos.
Esos municipios son Amacueca, Techaluta de Montenegro, Teocuitatlán de Corona, Sayula y Atoyac.
Uno de esos cinco sitios es La Picota, donde el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad de Guadalajara (UdeG) reanudaron excavaciones a principios de mayo, dentro del Proyecto Arqueológico de la Cuenca de Sayula.
De acuerdo con los especialistas, La Picota debió ser uno de los complejos prehispánicos más relevantes del sur del estado de Jalisco y quizá el más importante de dicha cuenca, en el Epiclásico.
Su estudio aportará datos sobre la época de auge en toda la región, cuando floreció el Complejo Sayula, toda vez que ahí se encuentran identificadas estructuras monumentales de esa cultura; especialmente, será posible ampliar el conocimiento de la arquitectura de la tradición Complejo Sayula y de la élite gobernante.
El proyecto, que es dirigido por la arqueóloga Catherine Liot de la UdeG, se realiza conjuntamente con el INAH, bajo la coordinación del arqueólogo Otto Sch”ndube, y con recursos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Sch”ndube explicó que La Picota, ubicada en el municipio de Techaluta, entre el poblado del mismo nombre y las orillas del lago seco, es uno de los pocos sitios del estado que tiene arquitectura que se puede considerar monumental.
"El sitio, del Clásico Tardío (alrededor del año 500 d.C.), abarca más de 120 hectáreas, en las cuales se localizan tres conjuntos arquitectónicos dispersos entre sí, ya que en esta región no son usuales las construcciones continuas como sucede en los sitios del Altiplano de México.
"A través de las excavaciones que se llevan a cabo este año queremos incidir en la época de auge de la región, que fue cuando floreció el Complejo Sayula. Así mismo, queremos definir los elementos de la clase que tuvo el poder en la región porque hasta ahora nuestro trabajo se había centrado en manifestaciones de la población en general", adujo Sch”ndube.
"Tampoco tenemos datos importantes de la arquitectura desarrollada por esta tradición, así que iniciaremos un análisis sobre el tipo de arquitectura y las técnicas constructivas", comentó.
"Entre otras cosas, se pretende comprobar si la separación entre los conjuntos arquitectónicos indica que cada uno tuvo un servicio diferente; por ejemplo, un conglomerado al culto, otro administrativo, etcétera", precisó.
En la temporada de campo que inició, los arqueólogos fundamentalmente explorarán el conjunto del lado sur del sitio, donde anteriormente por medio de calas identificaron un período de ocupación largo e incluso materiales coloniales.
En ese sentido, la laguna de Sayula fue similar al lago de Texcoco en el Altiplano Central, de ahí la importancia y singularidad de los sitios prehispánicos que se asentaron en sus alrededores, donde la sal fue un elemento cultural y de codicia comercial.
Investigaciones realizadas desde 1990, en los cerca de 200 kilómetros cuadrados de extensión de la región que abarca cinco municipios del estado se han detectado por lo menos 200 sitios arqueológicos, cinco de los cuales parecen haber sido importantes centros políticos y religiosos.
Esos municipios son Amacueca, Techaluta de Montenegro, Teocuitatlán de Corona, Sayula y Atoyac.
Uno de esos cinco sitios es La Picota, donde el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad de Guadalajara (UdeG) reanudaron excavaciones a principios de mayo, dentro del Proyecto Arqueológico de la Cuenca de Sayula.
De acuerdo con los especialistas, La Picota debió ser uno de los complejos prehispánicos más relevantes del sur del estado de Jalisco y quizá el más importante de dicha cuenca, en el Epiclásico.
Su estudio aportará datos sobre la época de auge en toda la región, cuando floreció el Complejo Sayula, toda vez que ahí se encuentran identificadas estructuras monumentales de esa cultura; especialmente, será posible ampliar el conocimiento de la arquitectura de la tradición Complejo Sayula y de la élite gobernante.
El proyecto, que es dirigido por la arqueóloga Catherine Liot de la UdeG, se realiza conjuntamente con el INAH, bajo la coordinación del arqueólogo Otto Sch”ndube, y con recursos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Sch”ndube explicó que La Picota, ubicada en el municipio de Techaluta, entre el poblado del mismo nombre y las orillas del lago seco, es uno de los pocos sitios del estado que tiene arquitectura que se puede considerar monumental.
"El sitio, del Clásico Tardío (alrededor del año 500 d.C.), abarca más de 120 hectáreas, en las cuales se localizan tres conjuntos arquitectónicos dispersos entre sí, ya que en esta región no son usuales las construcciones continuas como sucede en los sitios del Altiplano de México.
"A través de las excavaciones que se llevan a cabo este año queremos incidir en la época de auge de la región, que fue cuando floreció el Complejo Sayula. Así mismo, queremos definir los elementos de la clase que tuvo el poder en la región porque hasta ahora nuestro trabajo se había centrado en manifestaciones de la población en general", adujo Sch”ndube.
"Tampoco tenemos datos importantes de la arquitectura desarrollada por esta tradición, así que iniciaremos un análisis sobre el tipo de arquitectura y las técnicas constructivas", comentó.
"Entre otras cosas, se pretende comprobar si la separación entre los conjuntos arquitectónicos indica que cada uno tuvo un servicio diferente; por ejemplo, un conglomerado al culto, otro administrativo, etcétera", precisó.
En la temporada de campo que inició, los arqueólogos fundamentalmente explorarán el conjunto del lado sur del sitio, donde anteriormente por medio de calas identificaron un período de ocupación largo e incluso materiales coloniales.