Jalisco
Pide Canirac campañas más agresivas contra el tabaco
Restauranteros piden hacer más eficiente la aplicación de la Ley de Protección a los no Fumadores
GUADALAJARA, JALISCO (07/DIC/2011).- Para que haya un mejor resultado en la aplicación de la Ley de Protección a los no Fumadores, los legisladores deben tomar en cuenta que es necesario contar con campañas más agresivas de difusión, que inhiban el consumo de tabaco entre la población.
Así lo dijo el titular de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Germán Ralis Cumplido, en el marco del foro “Jalisco por espacios libres de humo”.
“Si no queremos que la gente fume, porque se gastan muchos recursos, el Estado gasta millones de pesos en la prevención en la reacción, vayamos al fondo, vayamos a cambiarlo (…) es un tema cultural”.
La propuesta específica para los legisladores es que se siga respetando al ciudadano y su salud, sin embargo, también deben existir lugares en donde haya la posibilidad de quien quiera fumar, lo pueda hacer en un lugar abierto e incluyente.
Asegura que la gente no solamente fuma en los restaurantes, por lo que la ley no debe enfocarse solamente en el rubro de los negocios.
Según indicó, de los 30 mil negocios de alimentos y bebidas, el 95% es espacio libre de tabaco, y sólo una minoría podrá integrarse a un programa de adecuaciones para crear espacios especiales para fumadores.
“Hemos hecho nuestro trabajo, el gran tema que queremos poner sobre la mesa, es ver qué acciones se han hecho hacia el ciudadano, a quien consume el tabaco, no en el lugar en donde pudiera consumirse, creo que pocas acciones claras se han hecho”.
Advierte que las restricciones que se han hecho desde que se inició con la ley, así como los señalamientos a tabacaleras, lo único que han hecho es fomentar el contrabando y el mercado ilegal.
Desde que se aprobó la ley, en 2008, los negocios se vieron afectados por las bajas en ventas y asistencia a sus establecimientos, y según Ralis Cumplido, las pérdidas ascienden al 20%, ya que muchas de las personas que frecuentaban algunos lugares, como cafeterías, consumen tabaco.
A esta situación se sumaron otras situaciones como la epidemia de la influenza, en 2009, con lo que también se reflejaron pérdidas económicas.
“Ha habido una reducción de ventas en los lugares que tradicionalmente podías consumir tabaco, hablo de bares, centros nocturnos, caberet, discos, y no lo podemos recuperar”.
EL INFORMADOR / THAMARA VILLASEÑOR
Así lo dijo el titular de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Germán Ralis Cumplido, en el marco del foro “Jalisco por espacios libres de humo”.
“Si no queremos que la gente fume, porque se gastan muchos recursos, el Estado gasta millones de pesos en la prevención en la reacción, vayamos al fondo, vayamos a cambiarlo (…) es un tema cultural”.
La propuesta específica para los legisladores es que se siga respetando al ciudadano y su salud, sin embargo, también deben existir lugares en donde haya la posibilidad de quien quiera fumar, lo pueda hacer en un lugar abierto e incluyente.
Asegura que la gente no solamente fuma en los restaurantes, por lo que la ley no debe enfocarse solamente en el rubro de los negocios.
Según indicó, de los 30 mil negocios de alimentos y bebidas, el 95% es espacio libre de tabaco, y sólo una minoría podrá integrarse a un programa de adecuaciones para crear espacios especiales para fumadores.
“Hemos hecho nuestro trabajo, el gran tema que queremos poner sobre la mesa, es ver qué acciones se han hecho hacia el ciudadano, a quien consume el tabaco, no en el lugar en donde pudiera consumirse, creo que pocas acciones claras se han hecho”.
Advierte que las restricciones que se han hecho desde que se inició con la ley, así como los señalamientos a tabacaleras, lo único que han hecho es fomentar el contrabando y el mercado ilegal.
Desde que se aprobó la ley, en 2008, los negocios se vieron afectados por las bajas en ventas y asistencia a sus establecimientos, y según Ralis Cumplido, las pérdidas ascienden al 20%, ya que muchas de las personas que frecuentaban algunos lugares, como cafeterías, consumen tabaco.
A esta situación se sumaron otras situaciones como la epidemia de la influenza, en 2009, con lo que también se reflejaron pérdidas económicas.
“Ha habido una reducción de ventas en los lugares que tradicionalmente podías consumir tabaco, hablo de bares, centros nocturnos, caberet, discos, y no lo podemos recuperar”.
EL INFORMADOR / THAMARA VILLASEÑOR