Jalisco

Esperan que no infle la burocracia

La académica de la UdeG señala que aumentar atribuciones a la Semadet y crear una ''superdependencia'' podría retardar los procesos

GUADALAJARA, JALISCO (07/MAR/2013).- La transformación de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable para que se convierta en Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) “en principio me parece una muy buena idea, porque el ordenamiento es uno de los problemas más graves que padecimos durante el sexenio anterior”, comenta la investigadora Adriana Inés Olivares González, del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente y Ordenación Territorial de la Universidad de Guadalajara.

La académica indica que en este aspecto “hay vacíos legales entre ordenamientos territoriales y urbanísticos” por lo que este cambio también implica transformaciones “de ordenamiento ecológico”.

Olivares González insiste en que el ordenamiento ecológico fue “uno de los principales problemas que vimos con Emilio (González Márquez): se construía en áreas inadecuadas por ser zonas o áreas naturales protegidas. Eso pasó, por ejemplo, con la construcción de las Villas Panamericanas: se autorizó la construcción en una zona de transición para el Bosque La Primavera, se construyó en una zona de recarga de los acuíferos”.

Aunque la idea de aumentar atribuciones a la Semadet, en principio, es buena, la investigadora considera que no todo está salvado. La preocupación es que al hacer una “superdependencia” se transforme en un gigante “que infle la burocracia, que retarde los procesos y que no se muevan los trámites”. Sugirió dar “un año como mínimo para conocer cuáles van a ser los instrumentos con los que van a trabajar. Porque también necesitamos saber qué van a hacer, jurídicamente, para que los proyectos caminen”.

El hecho de que tanto el Gobierno del Estado como la mayoría de los gobiernos municipales sean de un mismo partido político también puede ser benéfico “en tanto que los acuerdos sean más rápidos”, dice la especialista. “Pero vamos a estar muy atentos porque, si en verdad se logra fusionar los objetivos de orden ecológico con los de urbanístico, va a ser bueno. El problema es que, cuando todos son iguales, hace falta la parte de la crítica; cuando todos están de acuerdo, no siempre es bueno porque no ven los problemas”.

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