Internacional
Túnez da el primer paso hacia la estabilidad
Un nuevo Gobierno incluye, por primera vez, a opositores tras 23 años en el poder del partido RCD de Ben Alí
TÚNEZ (18/ENE/2011).- El premier tunecino, Mohamed Ghannouchi, nombró a varias figuras de la oposición en un nuevo Gobierno de unidad, tratando de lograr una estabilidad política después de que las violentas protestas en las calles hicieran caer al presidente.
Ghannouchi dijo que el Gobierno estaba comprometido con la liberación de prisioneros políticos, y que cualquiera con una gran riqueza o sospechoso de corrupción sería investigado.
También dijo que todos los partidos políticos que lo pidan serán legalizados.
Previamente, alrededor de mil personas habían tomado las calles para pedir que la Reagrupación Constitucional Democrática (RCD) del ex presidente Zine al Abidine Ben Alí dejara el poder y algunos dijeron que no aceptarían miembros del Gobierno anterior en el nuevo Ejecutivo.
En las calles de la capital, algunos tunecinos se mostraban escépticos.
Las fuerzas de seguridad usaron cañones de agua y lanzaron disparos al aire para dispersar la protesta, que acabó pacíficamente.
El presidente del Parlamento Fued Mebaza, quien juró como presidente interino, había pedido a Ghannouchi formar un Gobierno de unidad nacional, y las autoridades constitucionales dijeron que se celebrarían elecciones presidenciales en un plazo de 60 días.
La salida apresurada el viernes de Ben Alí tras semanas de violentas protestas callejeras sacudió a todo el mundo árabe, cuyos líderes autocráticos encabezan gobiernos igualmente represivos.
El ministro del Interior tunecino, Ahmed Friaa, dijo a la televisión estatal que al menos 78 personas habían muerto, y 94 fueron heridas, en los disturbios y que el costo hasta ahora en daños y pérdidas empresariales era de dos mil millones de dólares.
La ola de protestas contra el desempleo, los sobornos y la represión que desbancó al presidente afectó a las bolsas y mercados de divisas desde Jordania a Marruecos y los inversores están a la espera de si los tunecinos aceptar el Gobierno de unidad, y si los disturbios se extienden al extranjero.
MULTIPARTIDISTA
Mantienen el cargo, cercanos a Ben Alí
Tres dirigentes históricos de las fuerzas de oposición, dos de las cuales ni siquiera tenían representación parlamentaria, entran en el Gobierno por primera vez en la historia de Túnez. El líder del Movimiento de Renovación, Ahmed IBrahim —con dos diputados en el Parlamento—, estará en la cartera de Educación Superior. El secretario general del Foro Democrático por el Trabajo y las Libertades (FTDL), Mustafá Ben Yafar, en Sanidad, y el dirigente histórico del Partido Democrático Progresista (PDP), Najib Chabbi, en Desarrollo Regional.
Seis antiguos miembros del Gobierno de Zine El Abidine Ben Alí permanecen en el Ejecutivo en los puestos clave, como el de primer ministro, el departamento de Exteriores, el de Interior, el de Defensa o el de Finanzas. En el nuevo Gobierno figuran también representantes de la sociedad civil.
Ghannouchi dijo que el Gobierno estaba comprometido con la liberación de prisioneros políticos, y que cualquiera con una gran riqueza o sospechoso de corrupción sería investigado.
También dijo que todos los partidos políticos que lo pidan serán legalizados.
Previamente, alrededor de mil personas habían tomado las calles para pedir que la Reagrupación Constitucional Democrática (RCD) del ex presidente Zine al Abidine Ben Alí dejara el poder y algunos dijeron que no aceptarían miembros del Gobierno anterior en el nuevo Ejecutivo.
En las calles de la capital, algunos tunecinos se mostraban escépticos.
Las fuerzas de seguridad usaron cañones de agua y lanzaron disparos al aire para dispersar la protesta, que acabó pacíficamente.
El presidente del Parlamento Fued Mebaza, quien juró como presidente interino, había pedido a Ghannouchi formar un Gobierno de unidad nacional, y las autoridades constitucionales dijeron que se celebrarían elecciones presidenciales en un plazo de 60 días.
La salida apresurada el viernes de Ben Alí tras semanas de violentas protestas callejeras sacudió a todo el mundo árabe, cuyos líderes autocráticos encabezan gobiernos igualmente represivos.
El ministro del Interior tunecino, Ahmed Friaa, dijo a la televisión estatal que al menos 78 personas habían muerto, y 94 fueron heridas, en los disturbios y que el costo hasta ahora en daños y pérdidas empresariales era de dos mil millones de dólares.
La ola de protestas contra el desempleo, los sobornos y la represión que desbancó al presidente afectó a las bolsas y mercados de divisas desde Jordania a Marruecos y los inversores están a la espera de si los tunecinos aceptar el Gobierno de unidad, y si los disturbios se extienden al extranjero.
MULTIPARTIDISTA
Mantienen el cargo, cercanos a Ben Alí
Tres dirigentes históricos de las fuerzas de oposición, dos de las cuales ni siquiera tenían representación parlamentaria, entran en el Gobierno por primera vez en la historia de Túnez. El líder del Movimiento de Renovación, Ahmed IBrahim —con dos diputados en el Parlamento—, estará en la cartera de Educación Superior. El secretario general del Foro Democrático por el Trabajo y las Libertades (FTDL), Mustafá Ben Yafar, en Sanidad, y el dirigente histórico del Partido Democrático Progresista (PDP), Najib Chabbi, en Desarrollo Regional.
Seis antiguos miembros del Gobierno de Zine El Abidine Ben Alí permanecen en el Ejecutivo en los puestos clave, como el de primer ministro, el departamento de Exteriores, el de Interior, el de Defensa o el de Finanzas. En el nuevo Gobierno figuran también representantes de la sociedad civil.