Internacional
Rusia ordena detener bombardeos en Georgia
“El agresor ha sido castigado y registró pérdidas importantes. Su ejército ha sido desorganizado”:Medvédev
TIFLIS, GEORGIA.- Al tiempo que declaraba que ``el agresor ha sido castigado'', el Kremlin ordenó el martes un cese al devastador asalto ruso contra Georgia, de cinco días de ataques aéreos y terrestres que dejaron casas en ruinas y desplazaron a 100.000 personas.
Sin embargo, Georgia indicó que las bombas y los proyectiles de artillería continuaban cayendo horas después de haber sido declarado el cese al fuego, y su presidente, Mikhail Saakashvili, dijo que la finalidad rusa no era tomar el control de dos provincias disputadas, sino ``destruir'' a la ex república soviética, aliada de Estados Unidos.
El presidente ruso Dmitry Medvédev, en declaraciones en Moscú, dijo que Georgia había pagado lo suficiente su agresión contra Osetia del Sur, una región separatista en la frontera con Rusia, país con el que tiene una relación cercana.
``El agresor ha sido castigado y registró pérdidas importantes. Su ejército ha sido desorganizado'', dijo Medvédev.
Aún así, el mandatario le ordenó a su ministro de Defensa, en un encuentro televisado en el Kremlin, que ``si resurge la resistencia o se realizan acciones agresivas, entonces debe dar los pasos para destruirlos''.
Horas después, Saakashvili dijo a la prensa que aceptó el plan de cese al fuego negociado por el presidente francés Nicolas Sarkozy.
Cientos, quizás miles de personas, habrían muerto desde que Georgia lanzó la represión contra Osetia del Sur el jueves, causando una represalia de parte de su vecino del norte, de mucho mayor territorio. Estimaciones rusas dejan la cifra de muertos en 2.000.
Hay claras evidencias de que las fuerzas rusas estaban atacando blancos georgianos horas antes del anuncio de Medvédev, quizás incluso después.
Saakashvili habló ante miles de personas en una plaza en Tiflis, con la banderas rojas y blancas de Georgia ondeando entre la multitud, y dijo que la causa de la invasión rusa no son las dos disputadas provincias.
``Ellos simplemente no quieren la libertad y es por eso que quieren pisotear a Georgia y destruirla'', declaró.
Rusia acusó a Georgia de matar a más de 2.000 personas, en su mayoría civiles, en Osetia del Sur. Esta afirmación no pudo ser confirmada de inmediato, pero testigos que huyeron durante el fin de semana declararon que había cientos de fallecidos.
Se espera que el número de muertos se incremente, porque varias áreas en Georgia siguen siendo demasiado peligrosas como para que los periodistas puedan entrar a apreciar los verdaderos alcances de los daños.
El primer vuelo de ayuda de la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados llegó a Georgia, mientras el número de desplazados a consecuencia del conflicto llegaba a 100.000. Miles de personas iban camino a la capital.
Los que quedaron atrás, en las regiones devastadas de Georgia, esperaban en buhardillas infestadas con ratas o vagabundeaban sin rumbo por las ciudades casi completamente abandonadas.
En Tskhinvali, la capital de Osetia del Sur, ahora bajo control ruso, el cadáver de un soldado georgiano se encontraba tendido en la calle, en medio de escombros, mientras combatientes separatistas lanzaban cohetes contra un avión georgiano que sobrevolaba el lugar.
Un recorrido realizado por periodistas de AP encontró que el mayor daño se registró alrededor de la sede del gobierno local. Cerca del centro, fragmentos de tanques yacían cerca del cráter de una bomba. La torreta de un tanque fue lanzada por una explosión al frente de una escuela. Un pie mutilado se encontraba en la acera.
Sin embargo, varias zonas residenciales parecen haber registrado daños menores, fuera de ventanas rotas.
Un cartel cercano presentaba la imagen del ex presidente y actual primer ministro de Rusia, Vladimir Putin, con la leyenda: ``Dile sí a la paz y la estabilidad''. Cristales rotos y otros escombros cubrían el suelo.
Además de los muertos, decenas de miles de personas han huido de los combates, osetios hacia Rusia, en el norte, y georgianos hacia Tiflis, en el este, y hacia el occidente, a las costas del Mar Negro.
Sin embargo, Georgia indicó que las bombas y los proyectiles de artillería continuaban cayendo horas después de haber sido declarado el cese al fuego, y su presidente, Mikhail Saakashvili, dijo que la finalidad rusa no era tomar el control de dos provincias disputadas, sino ``destruir'' a la ex república soviética, aliada de Estados Unidos.
El presidente ruso Dmitry Medvédev, en declaraciones en Moscú, dijo que Georgia había pagado lo suficiente su agresión contra Osetia del Sur, una región separatista en la frontera con Rusia, país con el que tiene una relación cercana.
``El agresor ha sido castigado y registró pérdidas importantes. Su ejército ha sido desorganizado'', dijo Medvédev.
Aún así, el mandatario le ordenó a su ministro de Defensa, en un encuentro televisado en el Kremlin, que ``si resurge la resistencia o se realizan acciones agresivas, entonces debe dar los pasos para destruirlos''.
Horas después, Saakashvili dijo a la prensa que aceptó el plan de cese al fuego negociado por el presidente francés Nicolas Sarkozy.
Cientos, quizás miles de personas, habrían muerto desde que Georgia lanzó la represión contra Osetia del Sur el jueves, causando una represalia de parte de su vecino del norte, de mucho mayor territorio. Estimaciones rusas dejan la cifra de muertos en 2.000.
Hay claras evidencias de que las fuerzas rusas estaban atacando blancos georgianos horas antes del anuncio de Medvédev, quizás incluso después.
Saakashvili habló ante miles de personas en una plaza en Tiflis, con la banderas rojas y blancas de Georgia ondeando entre la multitud, y dijo que la causa de la invasión rusa no son las dos disputadas provincias.
``Ellos simplemente no quieren la libertad y es por eso que quieren pisotear a Georgia y destruirla'', declaró.
Rusia acusó a Georgia de matar a más de 2.000 personas, en su mayoría civiles, en Osetia del Sur. Esta afirmación no pudo ser confirmada de inmediato, pero testigos que huyeron durante el fin de semana declararon que había cientos de fallecidos.
Se espera que el número de muertos se incremente, porque varias áreas en Georgia siguen siendo demasiado peligrosas como para que los periodistas puedan entrar a apreciar los verdaderos alcances de los daños.
El primer vuelo de ayuda de la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados llegó a Georgia, mientras el número de desplazados a consecuencia del conflicto llegaba a 100.000. Miles de personas iban camino a la capital.
Los que quedaron atrás, en las regiones devastadas de Georgia, esperaban en buhardillas infestadas con ratas o vagabundeaban sin rumbo por las ciudades casi completamente abandonadas.
En Tskhinvali, la capital de Osetia del Sur, ahora bajo control ruso, el cadáver de un soldado georgiano se encontraba tendido en la calle, en medio de escombros, mientras combatientes separatistas lanzaban cohetes contra un avión georgiano que sobrevolaba el lugar.
Un recorrido realizado por periodistas de AP encontró que el mayor daño se registró alrededor de la sede del gobierno local. Cerca del centro, fragmentos de tanques yacían cerca del cráter de una bomba. La torreta de un tanque fue lanzada por una explosión al frente de una escuela. Un pie mutilado se encontraba en la acera.
Sin embargo, varias zonas residenciales parecen haber registrado daños menores, fuera de ventanas rotas.
Un cartel cercano presentaba la imagen del ex presidente y actual primer ministro de Rusia, Vladimir Putin, con la leyenda: ``Dile sí a la paz y la estabilidad''. Cristales rotos y otros escombros cubrían el suelo.
Además de los muertos, decenas de miles de personas han huido de los combates, osetios hacia Rusia, en el norte, y georgianos hacia Tiflis, en el este, y hacia el occidente, a las costas del Mar Negro.