Internacional
Retos esperan a Bush en la cumbre del G-8
Los problemas parecen no terminar para el presidente George W. Bush en momentos en que asiste a su última cumbre con los líderes del Grupo de los 8
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Disputas sobre calentamiento global, preocupaciones sobre los altos precios de los combustibles y la incertidumbre acerca de las ambiciones nucleares de Irán y Corea del Norte representan retos difíciles para Bush cuando se siente a la mesa de discusiones el lunes con presidentes y primeros ministros del Grupo de los Ocho países más industrializados del mundo.
A Bush le quedan menos de 200 días de gobierno y su disminuida presidencia es un factor importante que pesa sobre las reuniones con los líderes Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá en Toyako, en la isla japonesa de Hokkaido.
Hay una mezcla de retos y bajas expectativas para la reunión tras la salida de Bush hacia Japón.
El tema que encabeza la agenda es la conquista de un acuerdo que fijaría objetivos de reducir la contaminación que causa el calentamiento global.
Sin embargo, pocos esperan avances mayores o concesiones de Bush. El mandatario estadounidense insiste en que se exija a China e India, dos de los países más contaminantes del mundo, que se plieguen a los mismos patrones de reducción de emisiones que adoptarían las potencias industriales más desarrolladas.
El primer ministro de Japón, Yasuo Fukuda, quisiera que la reunión concluyese con un acuerdo para reducir las emisiones generales de gases de invernadero para el 2050.
Algunos países europeos y naciones en desarrollo favorecen establecer objetivos para reducir las emisiones de gases para el 2020. Científicos dicen que esos límites son necesarios para evitar el desarrollo de los peores efectos del calentamiento global.
Bush planeaba una reunión antes de la cumbre y una conferencia de prensa el domingo con Fukuda. Separadamente, Bush tiene programado sostener conversaciones en los próximos días con los líderes de Alemania, China, Corea del Sur, Rusia e India.
Michael A. Levy, director de combustibles y cambios climáticos para el Consejo de Relaciones Internacionales, un centro de estudios basado en Nueva York, dijo que no esperaba logros considerables en el tema de cambios climáticos, especialmente porque los otros miembros del G-8 saben que los días de Bush en la presidencia están contados.
A Bush le quedan menos de 200 días de gobierno y su disminuida presidencia es un factor importante que pesa sobre las reuniones con los líderes Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá en Toyako, en la isla japonesa de Hokkaido.
Hay una mezcla de retos y bajas expectativas para la reunión tras la salida de Bush hacia Japón.
El tema que encabeza la agenda es la conquista de un acuerdo que fijaría objetivos de reducir la contaminación que causa el calentamiento global.
Sin embargo, pocos esperan avances mayores o concesiones de Bush. El mandatario estadounidense insiste en que se exija a China e India, dos de los países más contaminantes del mundo, que se plieguen a los mismos patrones de reducción de emisiones que adoptarían las potencias industriales más desarrolladas.
El primer ministro de Japón, Yasuo Fukuda, quisiera que la reunión concluyese con un acuerdo para reducir las emisiones generales de gases de invernadero para el 2050.
Algunos países europeos y naciones en desarrollo favorecen establecer objetivos para reducir las emisiones de gases para el 2020. Científicos dicen que esos límites son necesarios para evitar el desarrollo de los peores efectos del calentamiento global.
Bush planeaba una reunión antes de la cumbre y una conferencia de prensa el domingo con Fukuda. Separadamente, Bush tiene programado sostener conversaciones en los próximos días con los líderes de Alemania, China, Corea del Sur, Rusia e India.
Michael A. Levy, director de combustibles y cambios climáticos para el Consejo de Relaciones Internacionales, un centro de estudios basado en Nueva York, dijo que no esperaba logros considerables en el tema de cambios climáticos, especialmente porque los otros miembros del G-8 saben que los días de Bush en la presidencia están contados.