Internacional
Reina el caos en Bogotá al cumplirse tres días del paro de transporte
Propietarios de autobuses se oponen al Sistema Integrado de Transporte Público, tras 22 horas de negociaciones no se cristaliza diálogo
BOGOTÁ, COLOMBIA.- En medio de unas lentas y difíciles negociaciones, Bogotá vive hoy una tercera jornada consecutiva de caos y parálisis por la huelga del transporte público que ha causado grandes pérdidas al comercio, así como choques entre manifestantes y policías y más de 200 detenidos.
Los propietarios de autobuses fueron a la huelga el lunes en rechazo al Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), que promueven las autoridades de Bogotá, ya que supondría una reducción sustancial del parque automotor que es considerado anticuado y contaminante.
Las maratónicas negociaciones con la Alcaldía de Bogotá concluyeron hoy sin éxito a las 05.00 hora local tras 22 horas intentando encontrar un acuerdo.
Siete horas después, a las 12.30 hora local, las partes retornaron a la mesa de diálogo para intentar superar la crisis que tiene sumida en el caos a la ciudad y ha afectado a los más de siete millones de habitantes de la capital.
"Seguimos sin humo blanco, llevamos realmente 22 horas y a las 05:10 los empresarios del transporte se pararon (levantaron) de la mesa para hacer unas consultas", dijo el secretario de Movilidad de la capital, Fernando Álvarez.
No obstante, adelantó que "las posiciones se han acercado".
La jornada de hoy comenzó con enfrentamientos entre miembros de las fuerzas del orden y ciudadanos que no podían llegar a sus lugares de trabajo y estudio por la ausencia de transporte público.
Para paliar los efectos de la huelga Álvarez informó que se levantó nuevamente la restricción de circulación de vehículos por número de matrícula.
Por su lado, el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general César Augusto Pinzón, confirmó que desde el inicio de la huelga han sido detenidas 215 personas por saqueos, ataques contra el transporte y alteración del orden público.
El martes por la noche, unos 300 jóvenes y menores de edad destruyeron un puesto de Policía en el barrio La Gaitana (noroeste de Bogotá) y saquearon varios comercios de la zona.
Durante los enfrentamientos, resultaron heridas varias personas, entre ellas un bebé de seis meses afectado por los gases lacrimógenos que usaron las autoridades para dispersar a los manifestantes.
Nancy Aparicio, propietaria de un supermercado en esa zona, relató que lo que se presentó en La Gaitana fue una "turba" de muchachos oportunistas que, aprovechando el paro de transportistas, saqueó y destruyó varios comercios.
El director del Centro Regulador de Urgencias (CRU), Manuel Villamizar, denunció que dos ambulancias que iban a atender a un hombre herido por arma de fuego fueron apedreadas en el barrio Lisboa, contiguo a La Gaitana.
Esta huelga, según el director en Bogotá de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Francisco Ochoa, ha provocado una caída del 61 por ciento en las ventas de los comercios, mientras que las pérdidas del sector del transporte público alcanzan los ocho millones de pesos.
Ochoa anunció su rechazo al paro transportador y ofreció su total respaldo al alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, sea cual sea la decisión que adopte.
Entre tanto, la Alcaldía de Manizales (en la zona cafetera del centro del país) confirmó que en esa ciudad algunos transportadores también entraron en una "operación tortuga" y que desde ayer han sido detenidas 75 personas mientras otras ocho han resultado heridas por los enfrentamientos con la Policía.
Las autoridades tuvieron que dispersar con gases lacrimógenos y bombas "aturdidoras" una manifestación estudiantil en esa ciudad, que se convocó en protesta por el nuevo sistema de transporte y el incremento en los precios de autobuses y microbuses.
Las diferencias entre los propietarios de autobuses y las Alcaldías se han generado a raíz de los montos que las autoridades ofrecen por sacar a algunos vehículos de circulación.
En el caso de Bogotá, el SIPT pretende reorganizar el desordenado servicio de movilización ciudadana e incluye formas complementarias como trenes de cercanías y un futuro metro.
Los propietarios de autobuses fueron a la huelga el lunes en rechazo al Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), que promueven las autoridades de Bogotá, ya que supondría una reducción sustancial del parque automotor que es considerado anticuado y contaminante.
Las maratónicas negociaciones con la Alcaldía de Bogotá concluyeron hoy sin éxito a las 05.00 hora local tras 22 horas intentando encontrar un acuerdo.
Siete horas después, a las 12.30 hora local, las partes retornaron a la mesa de diálogo para intentar superar la crisis que tiene sumida en el caos a la ciudad y ha afectado a los más de siete millones de habitantes de la capital.
"Seguimos sin humo blanco, llevamos realmente 22 horas y a las 05:10 los empresarios del transporte se pararon (levantaron) de la mesa para hacer unas consultas", dijo el secretario de Movilidad de la capital, Fernando Álvarez.
No obstante, adelantó que "las posiciones se han acercado".
La jornada de hoy comenzó con enfrentamientos entre miembros de las fuerzas del orden y ciudadanos que no podían llegar a sus lugares de trabajo y estudio por la ausencia de transporte público.
Para paliar los efectos de la huelga Álvarez informó que se levantó nuevamente la restricción de circulación de vehículos por número de matrícula.
Por su lado, el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general César Augusto Pinzón, confirmó que desde el inicio de la huelga han sido detenidas 215 personas por saqueos, ataques contra el transporte y alteración del orden público.
El martes por la noche, unos 300 jóvenes y menores de edad destruyeron un puesto de Policía en el barrio La Gaitana (noroeste de Bogotá) y saquearon varios comercios de la zona.
Durante los enfrentamientos, resultaron heridas varias personas, entre ellas un bebé de seis meses afectado por los gases lacrimógenos que usaron las autoridades para dispersar a los manifestantes.
Nancy Aparicio, propietaria de un supermercado en esa zona, relató que lo que se presentó en La Gaitana fue una "turba" de muchachos oportunistas que, aprovechando el paro de transportistas, saqueó y destruyó varios comercios.
El director del Centro Regulador de Urgencias (CRU), Manuel Villamizar, denunció que dos ambulancias que iban a atender a un hombre herido por arma de fuego fueron apedreadas en el barrio Lisboa, contiguo a La Gaitana.
Esta huelga, según el director en Bogotá de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Francisco Ochoa, ha provocado una caída del 61 por ciento en las ventas de los comercios, mientras que las pérdidas del sector del transporte público alcanzan los ocho millones de pesos.
Ochoa anunció su rechazo al paro transportador y ofreció su total respaldo al alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, sea cual sea la decisión que adopte.
Entre tanto, la Alcaldía de Manizales (en la zona cafetera del centro del país) confirmó que en esa ciudad algunos transportadores también entraron en una "operación tortuga" y que desde ayer han sido detenidas 75 personas mientras otras ocho han resultado heridas por los enfrentamientos con la Policía.
Las autoridades tuvieron que dispersar con gases lacrimógenos y bombas "aturdidoras" una manifestación estudiantil en esa ciudad, que se convocó en protesta por el nuevo sistema de transporte y el incremento en los precios de autobuses y microbuses.
Las diferencias entre los propietarios de autobuses y las Alcaldías se han generado a raíz de los montos que las autoridades ofrecen por sacar a algunos vehículos de circulación.
En el caso de Bogotá, el SIPT pretende reorganizar el desordenado servicio de movilización ciudadana e incluye formas complementarias como trenes de cercanías y un futuro metro.