Internacional
Planeaba ETA secuestros a empresarios y a dirigentes del PNV
ETA planeaba secuestrar y amenazar de muerte a dirigentes del PNV a fin de parar la construcción del Tren de Alta Velocidad Vasco
MADRID, ESPAÑA.- La organización separatista Patria Vasca y Libertad (ETA) planeó iniciar en junio y julio de este año secuestros e incluso amenazas de muerte para frenar la construcción del Tren de Alta Velocidad Vasco (TAV).
El diario español El Mundo reveló este domingo que también planeaba amenazar al ex jefe del gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, del Partido Nacionalista Vasco ( PNV), lo que demuestra que la banda nunca imaginó que en este momento hubiera un lehendakari socialista.
El rotativo señaló que para intensificar la presión contra la construcción de la línea de alta velocidad tenía previsto que su acoso alcanzase no sólo a los empresarios participantes en el proyecto sino también a los "directores y a los ingenieros de los distintos tramos".
Su forma de conseguirlo recuperaría el método del secuestro, el envío de cartas bomba, los coches bomba y los denominados 'disparos de castigo'.
Al resto de los trabajadores pretendía advertirles de que no colaboren en la construcción del TAV porque, de hacerlo, se les haría responsables de lo que pudiera pasar'.
Con relación al PNV, la organización terrorista había elegido el 31 de julio (día de la celebración de San Ignacio) para enviar cartas de reproche y advertencia a la dirección nacionalista, a Ibarretxe y a los afiliados del PNV.
El Mundo aseguró que esas cartas tenían el fin de 'alimentar contradicciones internas' en la formación nacionalista.
El diario español El Mundo reveló este domingo que también planeaba amenazar al ex jefe del gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, del Partido Nacionalista Vasco ( PNV), lo que demuestra que la banda nunca imaginó que en este momento hubiera un lehendakari socialista.
El rotativo señaló que para intensificar la presión contra la construcción de la línea de alta velocidad tenía previsto que su acoso alcanzase no sólo a los empresarios participantes en el proyecto sino también a los "directores y a los ingenieros de los distintos tramos".
Su forma de conseguirlo recuperaría el método del secuestro, el envío de cartas bomba, los coches bomba y los denominados 'disparos de castigo'.
Al resto de los trabajadores pretendía advertirles de que no colaboren en la construcción del TAV porque, de hacerlo, se les haría responsables de lo que pudiera pasar'.
Con relación al PNV, la organización terrorista había elegido el 31 de julio (día de la celebración de San Ignacio) para enviar cartas de reproche y advertencia a la dirección nacionalista, a Ibarretxe y a los afiliados del PNV.
El Mundo aseguró que esas cartas tenían el fin de 'alimentar contradicciones internas' en la formación nacionalista.