Internacional
Pakistaníes votan en comicios pese a violencia
La enorme participación en las urnas es un indicio de los deseos de cambio de los ciudadanos
ISLAMABAD, PAKISTÁN (11/MAY/2013).- Pese a ataques que mataron a 29 personas, los paquistaníes participaron masivamente el sábado en unas elecciones que marcan una histórica transferencia democrática en un país plagado por golpes militares.
El partido Liga Musulmana-N de Pakistán, encabezado por el dos veces primer ministro Nawaz Sharif, ha sido considerado desde hace tiempo favorito en la contienda. El partido parecía estar encaminado a una victoria significativa, con base en conteos parciales de votos anunciados por la televisión estatal.
La enorme participación en las urnas fue un indicio de los deseos de cambio luego de años de penosa inflación y recortes de electricidad bajo el actual gobierno. Es además un fuerte rechazo al Talibán y otros grupos extremistas que han tratado de descarrilar los comicios con ataques que han matado a más de 150 personas en semanas recientes.
"Nuestro país está en serios problemas", dijo Mohammad Ali, un tendero que votó en la ciudad oriental de Lahore. "Nuestra gente no tiene empleos. Nuestros negocios están perjudicados. Estamos muriendo todos los días".
La votación marca la primera vez que un gobierno civil cumple sus cinco años de término y transfiere el poder en comicios democráticos, en un país que ha sufrido tres golpes de estado y constante inestabilidad política desde que fue establecido en 1947.
Las elecciones eran observadas atentamente por Estados Unidos, que se apoya en este país de 180 millones de habitantes para la lucha contra los extremistas islámicos y para negociar el fin de la guerra en la vecina Afganistán.
La pasión y la energía eran notables en todo el país, donde millones de personas acudieron a las urnas, ondeando banderas nacionales y coreando lemas en respaldo a sus partidos. Algunos eran votantes jóvenes novicios y otros ancianos que se apoyaron en bastones o amigos para depositar sus boletas.
Bilal Masih llegó al colegio electoral en la ciudad central de Multan con su atuendo de boda, diciendo que su novia podía esperar hasta que él votase. El hombre decoró el auto de su boda con flores y un tigre, el símbolo de la LIga Musulmana N de Pakistán.
"Pienso que es mi deber nacional", dijo Masih, que lucía un turbante rojo y blanco y guirnaldas de flores alrededor del cuello.
El Talibán pakistaní, que libra una violenta guerra contra el gobierno, trató de obstaculizar las elecciones porque considera que la democracia es contraria al Islam. El gobierno respondió desplegando aproximadamente 600 mil soldados y policías en todo el país para proteger las urnas y a los votantes.
Muchos paquistaníes decidieron votar pese a los riesgos.
"Sí, hay miedo, pero ¿qué podríamos hacer? O nos quedamos en casa y dejamos que siga el terrorismo o salimos de casa, votamos, y traemos un gobierno que pueda solucionar el problema del terrorismo", dijo Alí Khan, que esperaba a votar en la ciudad de Peshawar, donde ocurrió uno de los atentados del sábado.
El ex jugador de cricket Imran Khan, quien goza de un estatus casi mítico en Pakistán, desafió a los dos partidos más importantes, por lo que el resultado de la votación es muy difícil de pronosticar. Se encara a la Liga Musulmana-N de Pakistán, encabezada por el ex primer ministro Nawaz Sharif, y al Partido Popular de Pakistán, del presidente Asif Alí Zardari.
El partido Liga Musulmana-N de Pakistán, encabezado por el dos veces primer ministro Nawaz Sharif, ha sido considerado desde hace tiempo favorito en la contienda. El partido parecía estar encaminado a una victoria significativa, con base en conteos parciales de votos anunciados por la televisión estatal.
La enorme participación en las urnas fue un indicio de los deseos de cambio luego de años de penosa inflación y recortes de electricidad bajo el actual gobierno. Es además un fuerte rechazo al Talibán y otros grupos extremistas que han tratado de descarrilar los comicios con ataques que han matado a más de 150 personas en semanas recientes.
"Nuestro país está en serios problemas", dijo Mohammad Ali, un tendero que votó en la ciudad oriental de Lahore. "Nuestra gente no tiene empleos. Nuestros negocios están perjudicados. Estamos muriendo todos los días".
La votación marca la primera vez que un gobierno civil cumple sus cinco años de término y transfiere el poder en comicios democráticos, en un país que ha sufrido tres golpes de estado y constante inestabilidad política desde que fue establecido en 1947.
Las elecciones eran observadas atentamente por Estados Unidos, que se apoya en este país de 180 millones de habitantes para la lucha contra los extremistas islámicos y para negociar el fin de la guerra en la vecina Afganistán.
La pasión y la energía eran notables en todo el país, donde millones de personas acudieron a las urnas, ondeando banderas nacionales y coreando lemas en respaldo a sus partidos. Algunos eran votantes jóvenes novicios y otros ancianos que se apoyaron en bastones o amigos para depositar sus boletas.
Bilal Masih llegó al colegio electoral en la ciudad central de Multan con su atuendo de boda, diciendo que su novia podía esperar hasta que él votase. El hombre decoró el auto de su boda con flores y un tigre, el símbolo de la LIga Musulmana N de Pakistán.
"Pienso que es mi deber nacional", dijo Masih, que lucía un turbante rojo y blanco y guirnaldas de flores alrededor del cuello.
El Talibán pakistaní, que libra una violenta guerra contra el gobierno, trató de obstaculizar las elecciones porque considera que la democracia es contraria al Islam. El gobierno respondió desplegando aproximadamente 600 mil soldados y policías en todo el país para proteger las urnas y a los votantes.
Muchos paquistaníes decidieron votar pese a los riesgos.
"Sí, hay miedo, pero ¿qué podríamos hacer? O nos quedamos en casa y dejamos que siga el terrorismo o salimos de casa, votamos, y traemos un gobierno que pueda solucionar el problema del terrorismo", dijo Alí Khan, que esperaba a votar en la ciudad de Peshawar, donde ocurrió uno de los atentados del sábado.
El ex jugador de cricket Imran Khan, quien goza de un estatus casi mítico en Pakistán, desafió a los dos partidos más importantes, por lo que el resultado de la votación es muy difícil de pronosticar. Se encara a la Liga Musulmana-N de Pakistán, encabezada por el ex primer ministro Nawaz Sharif, y al Partido Popular de Pakistán, del presidente Asif Alí Zardari.