Internacional
Cientos de insurgentes mueren en operaciones del Ejército afgano
Las ofensivas se desarrollaron en 10 de las 34 de provincias afganas en últimas 24 horas buscando retomar su control
KABUL, AFGANISTÁN (16/JUN/2015).- Al menos 109 supuestos insurgentes murieron -entre ellos un gobernador talibán en la sombra, el tercero en los últimos cinco días-, y 96 resultaron heridos en operaciones del Ejército en Afganistán, informaron hoy fuentes oficiales.
Las ofensivas se desarrollaron en 10 de las 34 provincias afganas durante las últimas 24 horas, y "la mayoría de los militantes murieron en bombardeos y por disparos de artillería", precisó el Ministerio de Defensa afgano en un comunicado.
El gobernador talibán en la sombra de la provincia nororiental de Badakhshan, Maulawi Amanuddin, falleció ayer en uno de los bombardeos en el distrito de Juram.
"Era el primer comandante de los talibanes y dirigía todas las operaciones contra las fuerzas de seguridad en Badakhshan", dijo el portavoz del gobernador provincial, Ahmad Naveed Frotan.
Amanuddin es el tercer gobernador talibán en la sombra abatido en los últimos cinco días, tras la muerte el sábado por el bombardeo de un dron estadounidense de quien ejercía este papel en la provincia de Kunar y el viernes del responsable en Nangarhar, en el este del país, que fue abatido por hombres armados en el vecino Pakistán, según los servicios secretos afganos (NDS).
El portavoz de los insurgentes, Zabihullah Mujahid, confirmó en un comunicado esta muerte en Pakistán, pero negó las otras dos en Kunar y Badakhshan y aseguró que estos gobernadores "están vivos y despeñando sus funciones".
Los talibanes han tomado el control de más de una docena de distritos afganos en provincias como Badakhshan desde que en abril lanzaron su ofensiva de primavera.
La OTAN puso punto final en 2014 a su misión de combate en Afganistán, la ISAF, sustituida desde enero por una operación con cuatro mil soldados en tareas de asistencia y capacitación, y que será seguida a su término de otra liderada por civiles pero con un componente militar.
Estados Unidos mantendrá desplegados a 9 mil 800 militares hasta final de año como parte de su misión "antiterrorista" en Afganistán, después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, ordenara la ralentización de la salida de las tropas de ese país prevista inicialmente para este mismo año.
Las ofensivas se desarrollaron en 10 de las 34 provincias afganas durante las últimas 24 horas, y "la mayoría de los militantes murieron en bombardeos y por disparos de artillería", precisó el Ministerio de Defensa afgano en un comunicado.
El gobernador talibán en la sombra de la provincia nororiental de Badakhshan, Maulawi Amanuddin, falleció ayer en uno de los bombardeos en el distrito de Juram.
"Era el primer comandante de los talibanes y dirigía todas las operaciones contra las fuerzas de seguridad en Badakhshan", dijo el portavoz del gobernador provincial, Ahmad Naveed Frotan.
Amanuddin es el tercer gobernador talibán en la sombra abatido en los últimos cinco días, tras la muerte el sábado por el bombardeo de un dron estadounidense de quien ejercía este papel en la provincia de Kunar y el viernes del responsable en Nangarhar, en el este del país, que fue abatido por hombres armados en el vecino Pakistán, según los servicios secretos afganos (NDS).
El portavoz de los insurgentes, Zabihullah Mujahid, confirmó en un comunicado esta muerte en Pakistán, pero negó las otras dos en Kunar y Badakhshan y aseguró que estos gobernadores "están vivos y despeñando sus funciones".
Los talibanes han tomado el control de más de una docena de distritos afganos en provincias como Badakhshan desde que en abril lanzaron su ofensiva de primavera.
La OTAN puso punto final en 2014 a su misión de combate en Afganistán, la ISAF, sustituida desde enero por una operación con cuatro mil soldados en tareas de asistencia y capacitación, y que será seguida a su término de otra liderada por civiles pero con un componente militar.
Estados Unidos mantendrá desplegados a 9 mil 800 militares hasta final de año como parte de su misión "antiterrorista" en Afganistán, después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, ordenara la ralentización de la salida de las tropas de ese país prevista inicialmente para este mismo año.