Internacional
Bush firma ley que cambia las normas de escuchas telefónicas
George W. Bush señaló que la medida ofrece al gobierno herramientas contra el terrorismo sin comprometer las libertades civiles.
WASHINGTON.- El presidente
George W. Bush sancionó el jueves una ley que cambia las normas que rigen las escuchas telefónicas y garantiza inmunidad a compañías de telecomunicaciones que ayudaron a los Estados Unidos a espiar a los norteamericanos en posibles casos de terrorismo.
El presidente describió el proyecto como ``una ley clave que es vital para la seguridad de nuestros ciudadanos''.
Bush firmó la medida en una ceremonia en los jardines de la Casa Blanca un día después que el Senado le enviara el documento, debatido acaloradamente durante meses en el Congreso, donde se han discutido las normas de vigilancia del país y el programa presidencial de intervenciones a conexiones telefónicas sin autorización judicial, que se inició después de los ataques del 11 de septiembre.
Ha sido una batalla en la que se confrontó la privacidad y las libertades civiles de los ciudadanos con el deseo de prevenir ataques terroristas y el miedo del Partido Demócrata a ser considerado demasiado débil cuando se trata de proteger el país.
La aprobación del proyecto fue una gran victoria para Bush, un presidente poco popular al que le quedan menos de 200 días en el cargo pero que ha conseguido salirse con la suya en el Congreso cuando se han debatido temas de seguridad nacional y espionaje.
Bush dijo que los ataques del 11 de septiembre ``cambiaron nuestro país para siempre'' y mostraron a las autoridades que necesitamos saber con quién hablan y qué dicen los enemigos de Estados Unidos.
``Después de los ataques del 11 de septiembre, pocos nos habíamos imaginado que estaríamos aquí siete años después sin ningún otro ataque en territorio norteamericano. El hecho de que los terroristas no hayan atentado contra nuestras costas de nuevo no significa que nuestros enemigos se hayan rendido'', declaró el presidente.
Incluso antes de que Bush la firmara, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés) dijo que llevaría la nueva ley a los tribunales.
Sin embargo, el presidente señaló que la medida ofrece al gobierno herramientas contra el terrorismo sin comprometer las libertades civiles.
El vicepresidente Dick Cheney, el secretario de Justicia Michael Mukasey, el director de inteligencia nacional Mike McConnell y más de una docena de miembros del Congreso acompañaron a Bush en la firma del documento.
El presidente describió el proyecto como ``una ley clave que es vital para la seguridad de nuestros ciudadanos''.
Bush firmó la medida en una ceremonia en los jardines de la Casa Blanca un día después que el Senado le enviara el documento, debatido acaloradamente durante meses en el Congreso, donde se han discutido las normas de vigilancia del país y el programa presidencial de intervenciones a conexiones telefónicas sin autorización judicial, que se inició después de los ataques del 11 de septiembre.
Ha sido una batalla en la que se confrontó la privacidad y las libertades civiles de los ciudadanos con el deseo de prevenir ataques terroristas y el miedo del Partido Demócrata a ser considerado demasiado débil cuando se trata de proteger el país.
La aprobación del proyecto fue una gran victoria para Bush, un presidente poco popular al que le quedan menos de 200 días en el cargo pero que ha conseguido salirse con la suya en el Congreso cuando se han debatido temas de seguridad nacional y espionaje.
Bush dijo que los ataques del 11 de septiembre ``cambiaron nuestro país para siempre'' y mostraron a las autoridades que necesitamos saber con quién hablan y qué dicen los enemigos de Estados Unidos.
``Después de los ataques del 11 de septiembre, pocos nos habíamos imaginado que estaríamos aquí siete años después sin ningún otro ataque en territorio norteamericano. El hecho de que los terroristas no hayan atentado contra nuestras costas de nuevo no significa que nuestros enemigos se hayan rendido'', declaró el presidente.
Incluso antes de que Bush la firmara, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés) dijo que llevaría la nueva ley a los tribunales.
Sin embargo, el presidente señaló que la medida ofrece al gobierno herramientas contra el terrorismo sin comprometer las libertades civiles.
El vicepresidente Dick Cheney, el secretario de Justicia Michael Mukasey, el director de inteligencia nacional Mike McConnell y más de una docena de miembros del Congreso acompañaron a Bush en la firma del documento.