Ideas

El Dios de la Vida

Por: María Belén Sánchez, fsp

Nos encontramos documentales que nos van explicando cómo ha sido el desarrollo de la vida en nuestro planeta, e incluso en el universo… algunos de estos temas son bastante fantasiosos, otros muy sugerentes, y qué se va a hacer, aun cuando esto no sea estrictamente veraz, sí es un poco de lo que disponemos para acercarnos, si no a un conocimiento real, sí a una intuición muy cercana de lo que ha sido el surgir de la vida a través de los tiempos hasta llegar a lo que actualmente estamos viviendo.

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Lo que sí reconocen todos, científicos y estudiosos, o religiosos, es que una fuerza superior a todo lo existente, ha sido la fuente de donde procede esta maravilla que llamamos vida. >

El nombre que cada uno le asigna, es relativo, porque aunque nosotros le llamamos Dios, como otras culturas o ideas, le llamen diferente, en resumidas cuentas es lo mismo. Por lo tanto, nunca será suficiente repetir e insistir que el Dios es el dueño de la vida, que de él recibimos la vida y que a él tenemos que darle cuenta de lo que hagamos con ella.

Por eso decíamos en un tema anterior, que lo principal que Dios nos pide es el cuidado de la Vida, de la propia y de la de los demás... >

Nunca podrá ser explicable el porqué se justifiquen las guerras y tantas agresiones, siempre injustas, por motivos sutiles, como la reciente página que hemos visto de lo sucedido en Israel.

Y menos aun cuando todas esas olas de violencia quieren justificarse en nombre de Dios, o por lo menos en pretender tener derecho de los lugares considerados sagrados, sea por musulmanes, palestinos cristianos. >

Cuando, por encima de intereses creados o inventados, está la presencia del dueño de la vida, que seguramente, no estaría nunca de acuerdo con destrucciones de monumentos históricos y artísticos y menos aún con muertes de tantos seres humanos que tienen tanto derecho como nosotros de invocar a Dios en su propio idioma.

Muchos cristianos que hemos visitado Israel, no dudamos en quitarnos el calzado y entrar con respeto a admirar la magnífica belleza de la Mezquita actualmente en cuestión y causa de discordia y de enfrentamientos.

Monumentos de oro y de piedra, que son sin duda creaciones muy hermosas, pero ante Dios es más valiosa la vida de uno de los seres que participan de su aliento de vida y que tienen que llegar a sus manos un día, pero no cubiertos de violencia y de odio.

Así pues la insistencia será inevitable: Si Dios es vida y es Amor, lo único que quiere, y lo que para Él vale, es

la Vida y el Amor. Y no será inútil que sigamos orando por la paz.

Paz en cada corazón y paz en el mundo en que vivimos.

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