Entretenimiento
Una década de reflexión
La maestría en Comunicación -hoy denominada de la Ciencia y la Cultura- del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) cumple 10 años
GUADALAJARA.- La maestría en Comunicación -hoy denominada de la Ciencia y la Cultura- del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (
ITESO) cumple 10 años. Una década de análisis, estudio, reflexión, formación crítica e incidencia institucional y social.
Para celebrar el aniversario se pensó en convocar a egresados para que expusieran su experiencia profesional en sus diferentes campos. Para ello, la coordinadora de la maestría, Susana Herrera, y el equipo docente que trabaja en el Departamento de Estudios Socioculturales organizaron el día de ayer cuatro mesas de reflexión profesional tituladas “Biografías intelectuales”, “Problemas contemporáneos de la comunicación y la cultura”, “Interfaces disciplinarias” y “Archivo MCCC.com, las claves de una historia inconclusa”. En ellas participaron profesores y ex alumnos incrustados en la docencia, en la difusión de la cultura y la ciencia, tanto en instituciones públicas como privadas dentro y fuera del país.
Los nombres de profesores como Martín Barbero, Raúl Fuentes, Rossana Reguillo, Diana Sagástegui, Guillermo Orozco y Carlos Enrique Orozco, fundadores además de la especialidad, fueron recurrentes en las diversas experiencias profesionales expuestas en las mesas.
Es importante mencionar que la maestría ha sido cursada no solo por profesionistas de diversos países, sino también por expertos de diferentes disciplinas, tales como las matemáticas, la biología, la química, la arquitectura, el diseño, la pedagogía, las lenguas y, desde luego, la comunicación.
La transversalidad disciplinaria ha sido uno de los elementos enriquecedores, a decir de los egresados, pues esto les ha permitido desarrollar otra mirada en sus diferentes disciplinas de origen. Pocas especialidades han logrado convocar a tan diversas disciplinas como esta maestría en Comunicación.
Como egresado, aplaudo el hecho de que los fundadores de esta especialidad hayan no solo colaborado en la realización de este evento, sino también que hayan estado presentes escuchando, observando y replicando algunas de las intervenciones.
No pudo ser mejor la celebración de estos 10 años, exponiendo de colega a colega (aunque siempre con las distancias guardadas) la experiencia profesional de quienes hemos pasado por esta especialidad.
En los últimos años, muchas son las maestrías en gestión cultural que se han abierto en todo el país, tratando todas ellas de profesionalizar la vocación de los promotores culturales empíricos, pero pocas como ésta en Comunicación de la Ciencia y la Cultura, en programa y planta docente, han logrado incidir en profesionistas del continente latinoamericano particularmente, quizá por su énfasis en el análisis sociocultural, en el fenómeno de la globalización y su enfoque antropológico en temas como las identidades, las ciudades y todos aquellos elementos de análisis fundamentales para entender los problemas contemporáneos desde las diferentes perspectivas disciplinarias que la han conformado.
La maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura, en estos 10 años, se ha constituido en un espacio de reflexión necesario. Esperemos que en el futuro su incidencia sea mayor, particularmente en Jalisco, un Estado que ocupa el lugar 28 a nivel nacional en materia de divulgación científica, un Estado ávido de estudios que permitan desarrollar políticas culturales.
Para celebrar el aniversario se pensó en convocar a egresados para que expusieran su experiencia profesional en sus diferentes campos. Para ello, la coordinadora de la maestría, Susana Herrera, y el equipo docente que trabaja en el Departamento de Estudios Socioculturales organizaron el día de ayer cuatro mesas de reflexión profesional tituladas “Biografías intelectuales”, “Problemas contemporáneos de la comunicación y la cultura”, “Interfaces disciplinarias” y “Archivo MCCC.com, las claves de una historia inconclusa”. En ellas participaron profesores y ex alumnos incrustados en la docencia, en la difusión de la cultura y la ciencia, tanto en instituciones públicas como privadas dentro y fuera del país.
Los nombres de profesores como Martín Barbero, Raúl Fuentes, Rossana Reguillo, Diana Sagástegui, Guillermo Orozco y Carlos Enrique Orozco, fundadores además de la especialidad, fueron recurrentes en las diversas experiencias profesionales expuestas en las mesas.
Es importante mencionar que la maestría ha sido cursada no solo por profesionistas de diversos países, sino también por expertos de diferentes disciplinas, tales como las matemáticas, la biología, la química, la arquitectura, el diseño, la pedagogía, las lenguas y, desde luego, la comunicación.
La transversalidad disciplinaria ha sido uno de los elementos enriquecedores, a decir de los egresados, pues esto les ha permitido desarrollar otra mirada en sus diferentes disciplinas de origen. Pocas especialidades han logrado convocar a tan diversas disciplinas como esta maestría en Comunicación.
Como egresado, aplaudo el hecho de que los fundadores de esta especialidad hayan no solo colaborado en la realización de este evento, sino también que hayan estado presentes escuchando, observando y replicando algunas de las intervenciones.
No pudo ser mejor la celebración de estos 10 años, exponiendo de colega a colega (aunque siempre con las distancias guardadas) la experiencia profesional de quienes hemos pasado por esta especialidad.
En los últimos años, muchas son las maestrías en gestión cultural que se han abierto en todo el país, tratando todas ellas de profesionalizar la vocación de los promotores culturales empíricos, pero pocas como ésta en Comunicación de la Ciencia y la Cultura, en programa y planta docente, han logrado incidir en profesionistas del continente latinoamericano particularmente, quizá por su énfasis en el análisis sociocultural, en el fenómeno de la globalización y su enfoque antropológico en temas como las identidades, las ciudades y todos aquellos elementos de análisis fundamentales para entender los problemas contemporáneos desde las diferentes perspectivas disciplinarias que la han conformado.
La maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura, en estos 10 años, se ha constituido en un espacio de reflexión necesario. Esperemos que en el futuro su incidencia sea mayor, particularmente en Jalisco, un Estado que ocupa el lugar 28 a nivel nacional en materia de divulgación científica, un Estado ávido de estudios que permitan desarrollar políticas culturales.