Entretenimiento
Frida Kahlo, fuente de inspiración
Completan esta muestra que estará abierta al público hasta el próximo 14 de septiembre 34 fotografías
GUADALAJARA, JALISCO.- Frida Kahlo y el Renacimiento mexicano es el título de la exposición que acoge la galería Throckmorton, en Nueva York, donde se muestra la vinculación de la artista con quienes la retrataron -Nickolas Muray, Bernard Silberstein, Manuel Álvarez Bravo o Edward Weston- y con un periodo artístico muy fértil en México durante los años de la primera parte del siglo XX.
Completan esta muestra que estará abierta al público hasta el próximo 14 de septiembre 34 fotografías, en su mayoría en blanco y negro. Además de los retratos de Frida Kahlo, se han incluido otras instantáneas que reflejan aspectos culturales mexicanos.
Las convulsiones sociales de los años comprendidos entre 1910 y 1920 alumbraron nuevas instituciones políticas. Esto dio origen a un florecimiento del arte en México, cargado de apertura, compromiso social y experimentación. De esto fueron representantes Frida Kahlo y el muralista Diego Rivera, que además tenían lazos con los artistas que en los años 20 eligieron México como centro de actividad artística y política.
“Artistas con mucho talento y socialmente importantes como ocurría con Frida Kahlo y Diego Rivera eran fotografiados muy a menudo. La pareja se convirtió también en fuente de inspiración para muchos artistas”, indican los organizadores de la exhibición.
Fotógrafos como Paul Strand o Edward Weston, considerados como los padres del movimiento que elevó a la fotografía a la categoría de arte, vivieron entonces en México y utilizaron esa expresión artística para capturar la transformación social de aquellos años o documentar el trabajo de otros artistas.
En ese ámbito se puede ver una instantánea en blanco y negro de José Clemente Orozco trabajando en un mural, captada en 1927 por la italiana Tina Modotti, la fotógrafa preferida de los artistas mexicanos de la época, como Diego Rivera, y a su vez musa y fuente de inspiración de Weston.
En la exposición se puede apreciar también la fotografía a color tomada en 1938 por el profesional de la lente estadounidense Nickolas Muray a Frida Kahlo, que muestra a la pintora sentada en un banco y con un decorado de flores, que fue portada entonces de la revista Vogue.
Junto a los trabajos de Silberstein, Strand, Weston, Modotti, Álvarez Bravo o Muray figuran también los de Hugo Brehme, Lola Álvarez Bravo y Emmy Lou Packard, entre otros.
Completan esta muestra que estará abierta al público hasta el próximo 14 de septiembre 34 fotografías, en su mayoría en blanco y negro. Además de los retratos de Frida Kahlo, se han incluido otras instantáneas que reflejan aspectos culturales mexicanos.
Las convulsiones sociales de los años comprendidos entre 1910 y 1920 alumbraron nuevas instituciones políticas. Esto dio origen a un florecimiento del arte en México, cargado de apertura, compromiso social y experimentación. De esto fueron representantes Frida Kahlo y el muralista Diego Rivera, que además tenían lazos con los artistas que en los años 20 eligieron México como centro de actividad artística y política.
“Artistas con mucho talento y socialmente importantes como ocurría con Frida Kahlo y Diego Rivera eran fotografiados muy a menudo. La pareja se convirtió también en fuente de inspiración para muchos artistas”, indican los organizadores de la exhibición.
Fotógrafos como Paul Strand o Edward Weston, considerados como los padres del movimiento que elevó a la fotografía a la categoría de arte, vivieron entonces en México y utilizaron esa expresión artística para capturar la transformación social de aquellos años o documentar el trabajo de otros artistas.
En ese ámbito se puede ver una instantánea en blanco y negro de José Clemente Orozco trabajando en un mural, captada en 1927 por la italiana Tina Modotti, la fotógrafa preferida de los artistas mexicanos de la época, como Diego Rivera, y a su vez musa y fuente de inspiración de Weston.
En la exposición se puede apreciar también la fotografía a color tomada en 1938 por el profesional de la lente estadounidense Nickolas Muray a Frida Kahlo, que muestra a la pintora sentada en un banco y con un decorado de flores, que fue portada entonces de la revista Vogue.
Junto a los trabajos de Silberstein, Strand, Weston, Modotti, Álvarez Bravo o Muray figuran también los de Hugo Brehme, Lola Álvarez Bravo y Emmy Lou Packard, entre otros.