Entretenimiento
Eva Longoria se aproxima a México
La actriz declaró su preocupación por los abusos que sufren los migrantes en Estados Unidos
CIUDAD DE MÉXICO (30/AGO/2010).- La imagen de la actriz estadounidense Eva Longoria está muy lejos de lo que muestra su personaje de Gabrielle Solís en Esposas desesperadas. En el mundo real, la texana es una mujer de buen carácter, enamorada, emprendedora y que, desde hace mucho tiempo, se ha sumado a las voces que luchan por los derechos de los inmigrantes en Estados Unidos.
Las raíces latinas de Longoria hay que buscarlas con lupa. Sus padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos nacieron en Texas, pero su corazón se ha aproximado en los últimos años a México.
Tanto que ya considera importante venir a nuestro país para anunciar sus buenas nuevas, tal como lo hizo este fin de semana, cuando arribó a la capital para presentar su perfume Eva. “Quise compartir este proyecto con mi gente de México”, señaló en un perfecto español, aunque el resto de la plática ante los medios se llevó a cabo en inglés, pues “no sé qué me pasa en México, que siempre me da miedo hablarlo”, explicó con una sonrisa la actriz, productora y activista.
Una mujer sencilla
Eva Longoria tiene poco o nada de diva, aunque la imagen que proyecta busca aproximarla a ese status. Durante su encuentro con los medios, la esposa del basquetbolista francés Tony Parker mantuvo siempre una sonrisa y mostró su buen humor, como cuando se bajó de la silla que le tenían preparada porque explicó que con el ajustado vestido que llevaba puesto no podía ni respirar y prefería estar de pie; también cuando se le preguntó de sus secretos de belleza, entre los cuales mencionó: “usar pestañas postizas y tacones muy altos (risas)”, porque ella es muy bajita de estatura.
Sin embargo, su actitud cambia y adquiere una gran seriedad cuando habla sobre los problemas de migración en Estados Unidos y sus proyectos para ayudarlos en el difícil momento que se vive al respecto.
Longoria explicó que creció en una granja, pero que ni ella ni sus padres sufrieron discriminación o maltrato; sin embargo, sí pudo ver cómo otras personas padecían por malas condiciones de trabajo, por jornadas muy extensas y mal remuneradas, y por tener poca comida y agua en esos sitios.
Desde entonces, la actriz se fijó como objetivo ayudarlos en todo lo que estuviera a su alcance. “Ser actriz y una figura pública se ha convertido en mi plataforma para tratar de defender a quienes sufren por estos malos tratos y darle voz a quienes lo necesitan”.
La actriz explicó que “si Estados Unidos es una potencia mundial en el sector de la agricultura se debe a la fuerza laboral de los latinos, quienes están trabajando para alimentar el mundo. Por ello, es necesario que existan leyes que protejan a los adultos, pero sobre todo a los niños, que también son víctimas”.
Mira por los desprotegidos
Longoria decidió llevar sus opiniones al mundo de la imagen y el sonido. Y es que una de las formas que encontró para ayudarlos fue convertirse en productora ejecutiva del documental Harvest, que trata sobre niños inmigrantes que trabajan en los campos de Estados Unidos. “Desafortunadamente, es una realidad que se repite en muchas partes del mundo, y tenemos que ponerle remedio. No es una producción con fines de lucro, pero espero que sirva para ayudarlos”, apuntó.
En este terreno, Eva tiene otro importante proyecto entre manos, una película que se llamará Yo sumo, la cual se exhibirá en la televisión de Estados Unidos y como parte del festival de tradiciones latinas, que recorre toda la Unión Americana. “Son historias de gente ordinaria que hace cosas extraordinarias por los demás”, explicó la activista.
En cuanto a su labor en la pantalla chica, Longoria acaba de terminar las grabaciones de la séptima temporada de Esposas desesperadas, y aunque su contrato con la televisora terminó, está renegociando su participación.
Por cierto
Eva Longoria anunció que está pensando desarrollar otro proyecto importante centrado en la vida de María Félix, “una mujer increíble, con una historia muy rica. Ella no es muy conocida en Estados Unidos, pero ése es precisamente el objetivo, dar a conocer a los personajes más valiosos en la historia de México, como ocurrió con Frida Kahlo, a quien muchos estadounidenses conocieron gracias a la película (de Salma Hayek)”.
Las raíces latinas de Longoria hay que buscarlas con lupa. Sus padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos nacieron en Texas, pero su corazón se ha aproximado en los últimos años a México.
Tanto que ya considera importante venir a nuestro país para anunciar sus buenas nuevas, tal como lo hizo este fin de semana, cuando arribó a la capital para presentar su perfume Eva. “Quise compartir este proyecto con mi gente de México”, señaló en un perfecto español, aunque el resto de la plática ante los medios se llevó a cabo en inglés, pues “no sé qué me pasa en México, que siempre me da miedo hablarlo”, explicó con una sonrisa la actriz, productora y activista.
Una mujer sencilla
Eva Longoria tiene poco o nada de diva, aunque la imagen que proyecta busca aproximarla a ese status. Durante su encuentro con los medios, la esposa del basquetbolista francés Tony Parker mantuvo siempre una sonrisa y mostró su buen humor, como cuando se bajó de la silla que le tenían preparada porque explicó que con el ajustado vestido que llevaba puesto no podía ni respirar y prefería estar de pie; también cuando se le preguntó de sus secretos de belleza, entre los cuales mencionó: “usar pestañas postizas y tacones muy altos (risas)”, porque ella es muy bajita de estatura.
Sin embargo, su actitud cambia y adquiere una gran seriedad cuando habla sobre los problemas de migración en Estados Unidos y sus proyectos para ayudarlos en el difícil momento que se vive al respecto.
Longoria explicó que creció en una granja, pero que ni ella ni sus padres sufrieron discriminación o maltrato; sin embargo, sí pudo ver cómo otras personas padecían por malas condiciones de trabajo, por jornadas muy extensas y mal remuneradas, y por tener poca comida y agua en esos sitios.
Desde entonces, la actriz se fijó como objetivo ayudarlos en todo lo que estuviera a su alcance. “Ser actriz y una figura pública se ha convertido en mi plataforma para tratar de defender a quienes sufren por estos malos tratos y darle voz a quienes lo necesitan”.
La actriz explicó que “si Estados Unidos es una potencia mundial en el sector de la agricultura se debe a la fuerza laboral de los latinos, quienes están trabajando para alimentar el mundo. Por ello, es necesario que existan leyes que protejan a los adultos, pero sobre todo a los niños, que también son víctimas”.
Mira por los desprotegidos
Longoria decidió llevar sus opiniones al mundo de la imagen y el sonido. Y es que una de las formas que encontró para ayudarlos fue convertirse en productora ejecutiva del documental Harvest, que trata sobre niños inmigrantes que trabajan en los campos de Estados Unidos. “Desafortunadamente, es una realidad que se repite en muchas partes del mundo, y tenemos que ponerle remedio. No es una producción con fines de lucro, pero espero que sirva para ayudarlos”, apuntó.
En este terreno, Eva tiene otro importante proyecto entre manos, una película que se llamará Yo sumo, la cual se exhibirá en la televisión de Estados Unidos y como parte del festival de tradiciones latinas, que recorre toda la Unión Americana. “Son historias de gente ordinaria que hace cosas extraordinarias por los demás”, explicó la activista.
En cuanto a su labor en la pantalla chica, Longoria acaba de terminar las grabaciones de la séptima temporada de Esposas desesperadas, y aunque su contrato con la televisora terminó, está renegociando su participación.
Por cierto
Eva Longoria anunció que está pensando desarrollar otro proyecto importante centrado en la vida de María Félix, “una mujer increíble, con una historia muy rica. Ella no es muy conocida en Estados Unidos, pero ése es precisamente el objetivo, dar a conocer a los personajes más valiosos en la historia de México, como ocurrió con Frida Kahlo, a quien muchos estadounidenses conocieron gracias a la película (de Salma Hayek)”.