Economía
Lula da Silva asegura que las medidas de EU para enfrentar la crisis demoraron
George Bush firmó un conjunto de medidas colocando a disposición cerca de 500 mil mdd
RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- El presidente brasileño,
Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que las medidas del Gobierno de Estados Unidos para hacer frente a la crisis financiera internacional demoraron en ser implementadas.
"El Gobierno de Estados Unidos demoró en tomar una actitud", afirmó el jefe de Estado de Brasil en un discurso que pronunció en un acto de apoyo a la candidata a la alcaldía de Sao Paulo por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT), Martha Suplicy, para las elecciones del 5 de octubre próximo.
"Finalmente ayer el presidente (de EU) George Bush firmó un conjunto de medidas colocando a disposición cerca de 500 mil millones de dólares para comprar los títulos sin valor de las empresas que estaban quebrando", agregó el gobernante.
El Ejecutivo de Estados Unidos anunció el viernes, luego de una semana de millonarias pérdidas en los mercados financieros de todo el mundo, un plan para que el Tesoro adquiera activos hipotecarios en manos de los bancos en dificultades por un importe de hasta 700 mil millones de dólares, en lo que supone la mayor intervención de la historia.
A ese valor se suman los 200 mil millones que el Gobierno estadounidense anunció para el rescate de las gigantescas compañías hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, y los 85.000 millones de dólares en la intervención de la mayor aseguradora del país, AIG.
Lula afirmó que está "mirando con lupa" la situación económica de Estados Unidos ya que, pese a que si la economía brasileña está muy bien, todos los países terminan perjudicados cuando la economía de Estados Unidos tiene problemas.
En su discurso en la plaza electoral, el presidente brasileño insistió en que las respuestas a la crisis financiera deben venir de Estados Unidos, ya que ésta empezó en ese país y no en otros.
El mandatario brasileño ha dicho en varias oportunidades que la solidez de la economía brasileña, con reservas internacionales suficientes (207.000 millones de dólares) y una balanza comercial diversificada y no dependiente de EU, permiten a Brasil estar a salvo de la crisis.
Pese a la insistencia de varias autoridades brasileñas de que el país está a salvo de la crisis, los economistas y analistas aseguran que una reducción de la liquidez internacional terminará encareciendo el crédito en Brasil y, a largo plazo, afectando el crecimiento económico del país.
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, que inicialmente también alegaba que Brasil no sufriría efectos de la crisis, admite ahora que el Gobierno tiene que aumentar el crédito local para impedir que el encarecimiento de las captaciones en el exterior afecte los planes de inversión de las empresas.
"El Gobierno de Estados Unidos demoró en tomar una actitud", afirmó el jefe de Estado de Brasil en un discurso que pronunció en un acto de apoyo a la candidata a la alcaldía de Sao Paulo por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT), Martha Suplicy, para las elecciones del 5 de octubre próximo.
"Finalmente ayer el presidente (de EU) George Bush firmó un conjunto de medidas colocando a disposición cerca de 500 mil millones de dólares para comprar los títulos sin valor de las empresas que estaban quebrando", agregó el gobernante.
El Ejecutivo de Estados Unidos anunció el viernes, luego de una semana de millonarias pérdidas en los mercados financieros de todo el mundo, un plan para que el Tesoro adquiera activos hipotecarios en manos de los bancos en dificultades por un importe de hasta 700 mil millones de dólares, en lo que supone la mayor intervención de la historia.
A ese valor se suman los 200 mil millones que el Gobierno estadounidense anunció para el rescate de las gigantescas compañías hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, y los 85.000 millones de dólares en la intervención de la mayor aseguradora del país, AIG.
Lula afirmó que está "mirando con lupa" la situación económica de Estados Unidos ya que, pese a que si la economía brasileña está muy bien, todos los países terminan perjudicados cuando la economía de Estados Unidos tiene problemas.
En su discurso en la plaza electoral, el presidente brasileño insistió en que las respuestas a la crisis financiera deben venir de Estados Unidos, ya que ésta empezó en ese país y no en otros.
El mandatario brasileño ha dicho en varias oportunidades que la solidez de la economía brasileña, con reservas internacionales suficientes (207.000 millones de dólares) y una balanza comercial diversificada y no dependiente de EU, permiten a Brasil estar a salvo de la crisis.
Pese a la insistencia de varias autoridades brasileñas de que el país está a salvo de la crisis, los economistas y analistas aseguran que una reducción de la liquidez internacional terminará encareciendo el crédito en Brasil y, a largo plazo, afectando el crecimiento económico del país.
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, que inicialmente también alegaba que Brasil no sufriría efectos de la crisis, admite ahora que el Gobierno tiene que aumentar el crédito local para impedir que el encarecimiento de las captaciones en el exterior afecte los planes de inversión de las empresas.