Deportes
'Chicharitomanía' en Madrid
Javier Hernández, el más reciente héroe madridista, atribuye su poderío en la delantera a la educación que recibió en Guadalajara
GUADALAJARA, JALISCO (28/ABR/2015).- Javier Hernández, mejor conocido en todo el mundo como “Chicharito”, es el nuevo héroe del
Real Madrid.
El día que Javier marcó su primer gol en la Primera División con las Chivas, lo primero que hizo al salir del estadio fue llamar a su abuelo, Tomás Balcázar.
—¿Cómo me viste abuelo?
—Regularsón nomás.
Tomás Balcázar, el abuelo materno del joven nueve, fue un ídolo de las Chivas de los años 50, famoso por su juego aéreo. Su yerno, Javier "Chícharo" Hernández, también fue jugador profesional. El hijo del “Chícharo”, apodado “Chicharito”, es el último bucle de la saga. Conocido en la familia desde su más tierna infancia por su empecinamiento, por su ambición, por querer seguir los pasos de sus ancestros a toda velocidad. Su abuela Lucha Anaya, esposa de Tomás, recordó en una entrevista con la ESPN que le ponía freno cada vez que le veía abrumado porque no lo convocaba la selección:
—Los tiempos de Dios son imperfectos.
Educado en la autocrítica, la contención y la perseverancia, buen estudiante en colegios privados donde alternan los hijos de la burguesía de Guadalajara, ciudad con profundas raíces católicas, a sus 26 años el mexicano se las ingenió para aguantar la marginación a la que lo sometieron en el Madrid desde agosto: disputó 870 minutos de 4 mil 600 posibles.
Parecía condenado a la irrelevancia cuando el miércoles pasado, en la vuelta de los Cuartos de Final de la Champions, hizo el único gol de la eliminatoria. Cuando lo sustituyeron con un calambre en los aductores medio Bernabéu le aclamó, mientras se encaminaba al banquillo cojo y llorando. “¡Chi-cha-rito-chi-cha-rito...!”.
—Sentí emoción —dijo, pasada la medianoche, al salir del vestuario—. Emoción por todo lo que significaba este gol y por lo que significa en este año. Por toda la paciencia y el trabajo que he tenido que hacer para estar listo cuando las oportunidades llegaran. Y gracias a Dios llegaron.
Ceñido en una camisa vaquera negra engomada, luciendo un reloj igualmente negro y pesado, y calzando botines de cuero de Louis Vuitton del mismo color luctuoso, cumplía escrupulosamente con la etiqueta del funeral en la noche que lo acababa de consagrar como al ídolo madridista de esta Champions. Su gol había permitido al Real Madrid superar al Atlético por primera vez en ocho encuentros.
Alguien le preguntó si le había valido la pena venir cedido por el Manchester United. Se mostró comedido.
—Ya veremos. El futuro depende de muchas circunstancias, no solo de mí. Aquí hay que vivir del presente. Así es de bonito el futbol. A veces te quita y a veces te da muchísimo. Yo lo estoy disfrutando como nunca porque lo que más amo está en este rectángulo verde. Y qué mejor que en este glorioso estadio y con el mejor equipo del mundo.
“Chicharito” no dejó de evocar a su padre y a su abuelo, los guías profesionales que orientan sus pasos desde que comenzó a caminar sobre el rectángulo verde en México:
—He crecido en una familia de futbolistas. He respirado futbol desde que nací, por mi padre y por mi abuelo. Ellos me han enseñado muchísimo de todo lo que hay dentro y fuera del rectángulo verde. Todos los pros que puedes adquirir y los contras que se te presentan si dejas de hacer las cosas que debes. A veces te toca bailar con la más fea y otras con la más bonita. Me lo enseñaron desde que debuté. Yo me he casado con esta profesión. Le quiero dedicar todo. Le soy lo más fiel que puedo para dar todo lo que esté en mi mano y así conseguir mis sueños. Luego Dios sabe el camino que tiene para cada uno. El agradecimiento a Dios no sólo se hace rezando. Se hace disfrutando, trabajando y dándolo todo por tu profesión y por tu vida.
El País
Un debate inesperado
El Real Madrid mantiene su presión al Barcelona gracias, en parte, al idilio del tapatío Javier “Chicharito” Hernández con Galicia, con un nuevo doblete en Vigo tras el que firmó en Coruña ante el Deportivo, que abre un debate inesperado en el madridismo con el francés Karim Benzema y el nueve.
El esguince de rodilla de Benzema trasladó al “Chicharito” de un segundo plano al protagonismo. La larga espera del mexicano tuvo su premio en el momento más inesperado, cuando se decide la temporada, en el que el éxito o el fracaso lo marca un partido. Y es cuando sus goles han aparecido y aportado.
Cuatro tantos en cuatro partidos y tres titularidades aprovechadas a la perfección generan un debate nuevo en el Real Madrid. Benzema, el nueve titular e indiscutible para Carlo Ancelotti, tienes unas cualidades totalmente distintas a las de “Chicharito” que a base de lucha, dejarse el alma, pelear cada balón como si fuese el último y pegada, se reivindica.
Justo en el momento en el que el Real Madrid debe decidir si pagar los 20 millones de euros que supondría su fichaje tras un año de cesión del Manchester United. Algo impensable hace un mes que ahora se comienza a debatir en la zona noble del Santiago Bernabéu.
Porque el mexicano ha sido el suplente perfecto. Sin levantar la voz cuando no tuvo continuidad, dando el máximo en cada entrenamiento y esperando su momento para, ahora, paliar las numerosas ausencias y responder con goles a la confianza, ausente hasta la necesidad, de Carlo Ancelotti.
El pasado domingo, en Balaídos, llegó la tercera titularidad liguera del “Chicharito” y dejó un nuevo doblete. Seis goles en 510 minutos de competición le sitúan entre los mejores “matadores” de la competición española, con un tanto cada 85 minutos.
“No creo en la perfección pero debe ser una meta buscarla”, aseguró tras brillar en una semana que situará entre las mejores de su carrera.
Su presente es brillante y es lo que empuja al delantero mexicano, sin mirar los días que restan hasta el regreso de Benzema.
EFE
El día que Javier marcó su primer gol en la Primera División con las Chivas, lo primero que hizo al salir del estadio fue llamar a su abuelo, Tomás Balcázar.
—¿Cómo me viste abuelo?
—Regularsón nomás.
Tomás Balcázar, el abuelo materno del joven nueve, fue un ídolo de las Chivas de los años 50, famoso por su juego aéreo. Su yerno, Javier "Chícharo" Hernández, también fue jugador profesional. El hijo del “Chícharo”, apodado “Chicharito”, es el último bucle de la saga. Conocido en la familia desde su más tierna infancia por su empecinamiento, por su ambición, por querer seguir los pasos de sus ancestros a toda velocidad. Su abuela Lucha Anaya, esposa de Tomás, recordó en una entrevista con la ESPN que le ponía freno cada vez que le veía abrumado porque no lo convocaba la selección:
—Los tiempos de Dios son imperfectos.
Educado en la autocrítica, la contención y la perseverancia, buen estudiante en colegios privados donde alternan los hijos de la burguesía de Guadalajara, ciudad con profundas raíces católicas, a sus 26 años el mexicano se las ingenió para aguantar la marginación a la que lo sometieron en el Madrid desde agosto: disputó 870 minutos de 4 mil 600 posibles.
Parecía condenado a la irrelevancia cuando el miércoles pasado, en la vuelta de los Cuartos de Final de la Champions, hizo el único gol de la eliminatoria. Cuando lo sustituyeron con un calambre en los aductores medio Bernabéu le aclamó, mientras se encaminaba al banquillo cojo y llorando. “¡Chi-cha-rito-chi-cha-rito...!”.
—Sentí emoción —dijo, pasada la medianoche, al salir del vestuario—. Emoción por todo lo que significaba este gol y por lo que significa en este año. Por toda la paciencia y el trabajo que he tenido que hacer para estar listo cuando las oportunidades llegaran. Y gracias a Dios llegaron.
Ceñido en una camisa vaquera negra engomada, luciendo un reloj igualmente negro y pesado, y calzando botines de cuero de Louis Vuitton del mismo color luctuoso, cumplía escrupulosamente con la etiqueta del funeral en la noche que lo acababa de consagrar como al ídolo madridista de esta Champions. Su gol había permitido al Real Madrid superar al Atlético por primera vez en ocho encuentros.
Alguien le preguntó si le había valido la pena venir cedido por el Manchester United. Se mostró comedido.
—Ya veremos. El futuro depende de muchas circunstancias, no solo de mí. Aquí hay que vivir del presente. Así es de bonito el futbol. A veces te quita y a veces te da muchísimo. Yo lo estoy disfrutando como nunca porque lo que más amo está en este rectángulo verde. Y qué mejor que en este glorioso estadio y con el mejor equipo del mundo.
“Chicharito” no dejó de evocar a su padre y a su abuelo, los guías profesionales que orientan sus pasos desde que comenzó a caminar sobre el rectángulo verde en México:
—He crecido en una familia de futbolistas. He respirado futbol desde que nací, por mi padre y por mi abuelo. Ellos me han enseñado muchísimo de todo lo que hay dentro y fuera del rectángulo verde. Todos los pros que puedes adquirir y los contras que se te presentan si dejas de hacer las cosas que debes. A veces te toca bailar con la más fea y otras con la más bonita. Me lo enseñaron desde que debuté. Yo me he casado con esta profesión. Le quiero dedicar todo. Le soy lo más fiel que puedo para dar todo lo que esté en mi mano y así conseguir mis sueños. Luego Dios sabe el camino que tiene para cada uno. El agradecimiento a Dios no sólo se hace rezando. Se hace disfrutando, trabajando y dándolo todo por tu profesión y por tu vida.
El País
Un debate inesperado
El Real Madrid mantiene su presión al Barcelona gracias, en parte, al idilio del tapatío Javier “Chicharito” Hernández con Galicia, con un nuevo doblete en Vigo tras el que firmó en Coruña ante el Deportivo, que abre un debate inesperado en el madridismo con el francés Karim Benzema y el nueve.
El esguince de rodilla de Benzema trasladó al “Chicharito” de un segundo plano al protagonismo. La larga espera del mexicano tuvo su premio en el momento más inesperado, cuando se decide la temporada, en el que el éxito o el fracaso lo marca un partido. Y es cuando sus goles han aparecido y aportado.
Cuatro tantos en cuatro partidos y tres titularidades aprovechadas a la perfección generan un debate nuevo en el Real Madrid. Benzema, el nueve titular e indiscutible para Carlo Ancelotti, tienes unas cualidades totalmente distintas a las de “Chicharito” que a base de lucha, dejarse el alma, pelear cada balón como si fuese el último y pegada, se reivindica.
Justo en el momento en el que el Real Madrid debe decidir si pagar los 20 millones de euros que supondría su fichaje tras un año de cesión del Manchester United. Algo impensable hace un mes que ahora se comienza a debatir en la zona noble del Santiago Bernabéu.
Porque el mexicano ha sido el suplente perfecto. Sin levantar la voz cuando no tuvo continuidad, dando el máximo en cada entrenamiento y esperando su momento para, ahora, paliar las numerosas ausencias y responder con goles a la confianza, ausente hasta la necesidad, de Carlo Ancelotti.
El pasado domingo, en Balaídos, llegó la tercera titularidad liguera del “Chicharito” y dejó un nuevo doblete. Seis goles en 510 minutos de competición le sitúan entre los mejores “matadores” de la competición española, con un tanto cada 85 minutos.
“No creo en la perfección pero debe ser una meta buscarla”, aseguró tras brillar en una semana que situará entre las mejores de su carrera.
Su presente es brillante y es lo que empuja al delantero mexicano, sin mirar los días que restan hasta el regreso de Benzema.
EFE