Cultura

Vera Wilson se aventura en la dirección

La inocencia de los condenados es la obra que presenta los viernes de febrero, en La casa suspendida

GUADALAJARA, JALISCO (08/FEB/2013).- Distinguir a Vera Wilson entre una multitud no es complicado. Al llegar a La estación de Lulio se reconoce fácilmente; camina ágil, esquiva los equipales, busca entre los comensales levantando su delgado cuello hasta llegar a la mesa indicada. Toma asiento, y cuando comienza a hablar sobre su primera experiencia como directora palmotea con gesto histriónico y acomoda su fleco rubio con el lado contrario de su palma. Para saberla actriz sólo basta con leer su lenguaje corporal.

Tan sólo pide agua natural porque el llegar en bicicleta bajo el sol la deja exhausta. Mas antes de dar un sorbo platica sobre La inocencia de los condenados, primera obra en la que deja la actuación en la que ha incursionado desde 2007 para aventurarse en la dirección.

“Recuerdo que cuando era una niña...”, comienza su explicación hablando irónicamente, pero con certeza en sus palabas, “siempre me ponía a dirigir a todo el mundo. Escribía obras, las actuaba y las dirigía a los nueve años. Esto lo hacía con mi familia o mis amigos. Luego descubrí que me quería dedicar a la actuación en la universidad, y como que lo de la dirección se me olvidó”.

Pero la inquietud regresó cuando comenzó a dar clases en la UVM, en el Cabañas, así como un taller de iniciación ideado por ella misma. “Recordé que me gustaba la dirección y dije ‘va’. Tomé unos cursos de dirección con Raúl Quintanilla, Claudia Ríos y Jesús Coronado, y con la experiencia que tengo como actriz, con diferentes directores, me hizo  querer probar si en verdad estaba lista para dirigir”.

No obstante, el salto de la actuación a la dirección no fue tarea fácil. “Lo que me daba más miedo de dirigir era el concepto estético, ¿sabes? Todo lo visual pues hay directores que son muy buenos con eso. Pero me dejé llevar por la intuición.

“La parte digamos como fuerte, en la que yo me sentía más fuerte, era dirigir a los actores; son bastante nuevos, pero talentosos, tienen un poco de experiencia, van empezando a buscarse un lugar. Justo mi experiencia como actriz me hace conocer los procesos de actuar, qué es lo que pasa por sus cabezas, las frustraciones, cómo vas construyendo una imagen. Eso me sirvió para leer a los actores”.

El texto de la dramaturga mexiquense, Aida Andrade, resultó efectivo para esta ocasión, pues La inocencia de los condenados aborda la vida de jóvenes actores.

La obra aborda las peripecias de estos actores novatos por formar parte del teatro y sus frustraciones. Lograron una exitosa primera temporada en enero y una segunda que apenas lleva una función realizada el 1 de febrero. Para conocer a Vera en su faceta de directora pueden asistir a La casa suspendida (Alcalde 830, casi esquina con Jesús García) los viernes de febrero a las 20:30 horas. La entrada tiene un costo de cien pesos.

Además de su incursión en la dirección, Vera Wilson está realizando un taller para actores novatos. “Aquí no se trata de no hacer el ridículo en escena, se trata de que todos hagamos el ridículo y va a ser padrísimo. Vamos a alentarlos a eso. No los vamos a abrumar mucho con teoría o género, en realidad básicamente es una primera prueba para que se suelten y conozcan qué son capaces de hacer en el mundo escénico”.

PARA SABER
Taller de iniciación al teatro


Verá Wilson ofrece un taller de actuación para principiantes a partir de mañana y durante  tres sábados, en el Estudio Tres 23, ubicado en Argentina 323, entre Libertad y Miguel Blanco.

$900 pesos. Mayores de 16 años.

Para reservar: correo talleres@tres23.com.

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