Cultura
Saramago, acompañado por su obra
El cuerpo del Nobel portugués fue incinerado ayer en la capital lusa junto a una edición de Memorial del convento por deceo de su viuda
CIUDAD DE MÉXICO (21/JUN/2010).- El cuerpo del Nobel portugués José Saramago fue incinerado ayer en la capital lusa junto a una edición de Memorial del convento, una de sus obras fundamentales y gracias a la que conoció a su mujer, Pilar del Río. La obra fue depositada junto a su féretro por Eduardo Lourenco, uno de los intelectuales más destacados del Portugal, quien entregó el libro, con lágrimas en los ojos, a Pilar del Río, y escribió unas palabras que nadie leyó, ya que fue cerrado y depositado junto al féretro en la capilla ardiente del Salón de Plenos en Lisboa.
Por deseo de su ahora viuda, el libro fue colocado entre las manos del escritor antes de cerrar el féretro e incinerado con él.
Las cenizas de Saramago reposarán en un lugar de la capital que no ha sido revelado, pero es deseo de su viuda que sea un sitio que permita a los lectores de José sentarse a leer sus obras o dejarle flores.
Por deseo de su ahora viuda, el libro fue colocado entre las manos del escritor antes de cerrar el féretro e incinerado con él.
Las cenizas de Saramago reposarán en un lugar de la capital que no ha sido revelado, pero es deseo de su viuda que sea un sitio que permita a los lectores de José sentarse a leer sus obras o dejarle flores.