Cultura
Recuerdan al arqueólogo Champollion
El explorardor dio voz a la civilización egipcia, decifrando algunos de sus jeroglíficos
CIUDAD DE MÉXICO (22/DIC/2012).- Explorador, aventurero, científico y arqueólogo, Jean-François Champollion, considerado el padre de la egiptología por descifrar algunos jeroglíficos de esta civilización, nació el 23 de diciembre de 1790.
A este estudioso y niño precoz también se le considera quien abrió el interés por esa cultura del norte de África, pues producto de sus aportaciones, pinturas, esculturas y papiros egipcios cobraron sentido.
Champollion vio la primera luz en Figeac, Francia, durante la época de la represión de la Revolución Francesa; fue el hijo menor de Jacques Champollion, un librero, y de Jeanne-Françoise, una mujer enfermiza y paralítica desahuciada por los médicos, pero a quien el curandero del pueblo ayudó con sus males.
Creció en un ambiente crítico y estuvo de lleno en contacto con la Revolución, en un tiempo difícil para introducirse en el mundo del saber y de la ciencia, pues las escuelas estaban cerradas a causa de los problemas internos de Francia, por lo que fue educado durante sus primeros años escolares por sus hermanos mayores.
Fue un niño precoz, quien destacó sobre el resto de los jóvenes; su interés por Egipto comenzó desde esta etapa y se internó en lecturas en torno a este país. Además, comenzó a hablar latín desde los nueve años, hebreo a los 13 y árabe un año después.
Todo lo anterior ocasionó que se aislara de la sociedad y fuera señalado como una persona anormal.
Su afición por los idiomas y su ansia de conocimiento lo llevó a escribir su primer libro a los 12 años, "Historia de perros célebres", y continuó aprendiendo idiomas como el caldeo, sirio, copto y el etíope y chino antiguo, así como las lenguas más antiguas como el parsi y el pahlavi, según reseñan sus biógrafos.
Posteriormente la familia de Champollion se mudó a la provincia francesa de Grenoble, para ayudarlo ante sus problemas de conducta, en ese lugar surgió su interés por el estudio de los jeroglíficos, que en ese momento estaba en pleno auge alrededor del mundo.
Presionado por los avances de sus colegas, se apresuró en el cifrado de los mismos, los cuales consideraba necesario entender, traducir e interpretar sin error alguno el copto, capacidad de la que carecían sus cofrades.
De acuerdo con información de los portales de Internet biografiasyvidas.com y buscabiografias.com, entre 1821 y 1822, consiguió descifrar la escritura jeroglífica, partiendo de textos copiados por viajeros y arqueólogos que acompañaron a Napoleón durante su expedición a Egipto.
Uno de sus más importantes estudios se llevó a cabo cuando desde Londres le enviaron una copia trilingüe de la famosa "Piedra Rosetta", un monolito de basalto negro de la época de los Ptolomeo descubierto en el delta del Nilo, por la expedición napoleónica en 1799.
La piedra contenía el mismo texto inscrito en caracteres griegos, demóticos y jeroglíficos, antes de que Champollion lograra trabajar sobre la piedra, un supuesto investigador dijo haber descifrado la tabla, sin embargo, al consultar la traducción, se percató de que la interpretación era errónea.
Ante lo descubierto y a través de los dos alfabetos que Champollion conocía, pudo descifrar al tercero y descubrió información importante sobre Ptolomeo, Cleopatra, su historia, su cultura y su reinado.
Este conocimiento le posibilitó elaborar la gramática y el diccionario del antiguo egipcio. Su principales obras el respecto son los libros "Manual de la escritura jeroglífica" (1824), "Gramática egipcia" (1835-1841) y "Diccionario" (1842-1843).
Desde entonces se le consideró como el padre de una nueva especialidad científica, la egiptología.
El esquema de estudio de Champollion predecía que a través del copto entendería las inscripciones en demótico, una forma abreviada de la escritura hierática, y con la ayuda de la lengua egipcia alcanzaría a descifrar la escritura jeroglífica.
Demostró que la escritura hierática no era sino una forma más simple y abreviada de la escritura jeroglífica y también se percató de que existían letras homófonas, que podían sonar igual, pero se escribían de dos formas distintas.
Tras su éxito de traducción de la piedra, el Museo del Louvre de París lo nombró, en 1826, encargado de la colección egipcia con la que contaba hasta la fecha.
En dicho recinto organizó diversas exposiciones, y dos años después logró cumplir su mayor sueño: visitar Egipto como integrante de una misión, al lado del egiptólogo italiano Ippolito Roselini, y de 12 artistas, delineantes así como arquitectos.
Jean-François Champollion falleció el 4 de marzo de 1832 víctima de un ataque de apoplejía.
A este estudioso y niño precoz también se le considera quien abrió el interés por esa cultura del norte de África, pues producto de sus aportaciones, pinturas, esculturas y papiros egipcios cobraron sentido.
Champollion vio la primera luz en Figeac, Francia, durante la época de la represión de la Revolución Francesa; fue el hijo menor de Jacques Champollion, un librero, y de Jeanne-Françoise, una mujer enfermiza y paralítica desahuciada por los médicos, pero a quien el curandero del pueblo ayudó con sus males.
Creció en un ambiente crítico y estuvo de lleno en contacto con la Revolución, en un tiempo difícil para introducirse en el mundo del saber y de la ciencia, pues las escuelas estaban cerradas a causa de los problemas internos de Francia, por lo que fue educado durante sus primeros años escolares por sus hermanos mayores.
Fue un niño precoz, quien destacó sobre el resto de los jóvenes; su interés por Egipto comenzó desde esta etapa y se internó en lecturas en torno a este país. Además, comenzó a hablar latín desde los nueve años, hebreo a los 13 y árabe un año después.
Todo lo anterior ocasionó que se aislara de la sociedad y fuera señalado como una persona anormal.
Su afición por los idiomas y su ansia de conocimiento lo llevó a escribir su primer libro a los 12 años, "Historia de perros célebres", y continuó aprendiendo idiomas como el caldeo, sirio, copto y el etíope y chino antiguo, así como las lenguas más antiguas como el parsi y el pahlavi, según reseñan sus biógrafos.
Posteriormente la familia de Champollion se mudó a la provincia francesa de Grenoble, para ayudarlo ante sus problemas de conducta, en ese lugar surgió su interés por el estudio de los jeroglíficos, que en ese momento estaba en pleno auge alrededor del mundo.
Presionado por los avances de sus colegas, se apresuró en el cifrado de los mismos, los cuales consideraba necesario entender, traducir e interpretar sin error alguno el copto, capacidad de la que carecían sus cofrades.
De acuerdo con información de los portales de Internet biografiasyvidas.com y buscabiografias.com, entre 1821 y 1822, consiguió descifrar la escritura jeroglífica, partiendo de textos copiados por viajeros y arqueólogos que acompañaron a Napoleón durante su expedición a Egipto.
Uno de sus más importantes estudios se llevó a cabo cuando desde Londres le enviaron una copia trilingüe de la famosa "Piedra Rosetta", un monolito de basalto negro de la época de los Ptolomeo descubierto en el delta del Nilo, por la expedición napoleónica en 1799.
La piedra contenía el mismo texto inscrito en caracteres griegos, demóticos y jeroglíficos, antes de que Champollion lograra trabajar sobre la piedra, un supuesto investigador dijo haber descifrado la tabla, sin embargo, al consultar la traducción, se percató de que la interpretación era errónea.
Ante lo descubierto y a través de los dos alfabetos que Champollion conocía, pudo descifrar al tercero y descubrió información importante sobre Ptolomeo, Cleopatra, su historia, su cultura y su reinado.
Este conocimiento le posibilitó elaborar la gramática y el diccionario del antiguo egipcio. Su principales obras el respecto son los libros "Manual de la escritura jeroglífica" (1824), "Gramática egipcia" (1835-1841) y "Diccionario" (1842-1843).
Desde entonces se le consideró como el padre de una nueva especialidad científica, la egiptología.
El esquema de estudio de Champollion predecía que a través del copto entendería las inscripciones en demótico, una forma abreviada de la escritura hierática, y con la ayuda de la lengua egipcia alcanzaría a descifrar la escritura jeroglífica.
Demostró que la escritura hierática no era sino una forma más simple y abreviada de la escritura jeroglífica y también se percató de que existían letras homófonas, que podían sonar igual, pero se escribían de dos formas distintas.
Tras su éxito de traducción de la piedra, el Museo del Louvre de París lo nombró, en 1826, encargado de la colección egipcia con la que contaba hasta la fecha.
En dicho recinto organizó diversas exposiciones, y dos años después logró cumplir su mayor sueño: visitar Egipto como integrante de una misión, al lado del egiptólogo italiano Ippolito Roselini, y de 12 artistas, delineantes así como arquitectos.
Jean-François Champollion falleció el 4 de marzo de 1832 víctima de un ataque de apoplejía.